Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo).- La cuestión que planteó la película “Buscando a Nemo” sobre cuánto viven las tortugas es de esas preguntas cuya respuesta vale un millón de pesos. En el mundo, existen especies que perduran mucho más que tres generaciones de humanos y que ven toda la historia pasar con sus ojos de criaturas.
Dichos animales son más viejos que las abuelitas, hay que empezar por aceptar eso. Y puede que vivan mucho más que los más jóvenes del día de hoy. De hecho, ni siquiera a algunos científicos les consta que algunas especies mueran en lo absoluto.
Desde ballenas que nadan con puntas de lanza de marfil incrustadas en su piel con 200 años de edad, esponjas de aguas frías que vivieron el Imperio Romano y nadan en las aguas actuales y criaturas que superan por mucho la esperanza de vida de los humanos.
GEODUCK
La Panopea generosa, o geoduck es una especie de molusco bivalvo marino de gran tamaño.
Esta especie nativa de una isleta del Océano Pacífico en la costa del estado de Washington, Estados Unidos se sabe que vive por lo menos 160 años en aguas salinas. Se caracterizan por sus largos “cuellos” que pueden crecer hasta un metro de largo.
TUATARAS
Las dos especies de tatuara que se conocen vivas en la actualidad, son miembros sobrevivientes de una especie que floreció hace 200 millones de años, así que son considerados prácticamente dinosaurios vivientes en estos días. Algunos de sus ejemplares alcanzan entre los 100 y 200 años de edad.
LOMBRIZ DE TUBO
Estas criaturas habitan en las profundidades del océano y se caracterizan por colores que se encuentran en su cuerpo. Se conoce que pueden vivir hasta 170 años, pero algunos investigadores creen que puede que alcancen a vivir más de 250 años.
ERIZOS DEL MAR ROJO
El erizo Strongylocentrotus franciscanus se encuentra en el Océano Pacífico primordialmente en la Costa Oeste del Norte de América. Vive en los lugares donde hay sombra, rocosos y donde el límite de la marea baja se encuentra a 90 metros y se alejan de las áreas con mucho oleaje. Algunos de estos especímenes alcanzan hasta los 200 años de edad.
BALLENA DE GROENLANDIA
Si uno escribe el nombre de esta especie en el buscador, es normal que vaya acompañado de la pregunta sobre su longevidad. También se le conoce como ballena del Ártico y es considerada por lo menos, el mamífero con más esperanza de vida. Algunos ejemplares encontrados tienen restos de lanzas de marfil incrustados en su cuerpo que datan de cazadores de ballenas de 200 años. El ejemplar más viejo que se ha encontrado tiene 211 años.
KOI
Se trata de una variedad de pez común carpa ornamental domesticado y se encuentran en piscinas artificiales rocosas, aunque son pequeños, algunas variedades logran vivir más de 200 años. El ejemplar más grande que se conoce es Hanako, un pez que murió en 1977 a los 226 años.
TORTUGAS
Son los vertebrados considerados con el promedio de vida más largo en la Tierra, una de las más viejas que se conoce que vivió fue Harriet, la tortuga de Galápagos que estudió Charles Darwin y que el herpetólogo Steve Irwin albergó en un zoológico.
Harriet falleció a los 175 años en junio de 2006 y otra tortuga gigande de Aldabra llamada Adwaita murió a la edad de 250 años en 2006 también.
ALMEJA DE OCÉANO
La especie Arctica islandica es una especie de almeja que es explotada comercialmente. Algunos investigadores interpretan que las bandas o los anillos más oscuros en sus conchas indican marcas anuales como los anillos de los troncos de los árboles. Algunos especímenes vivieron, según se calcula, más de 400 años.
ESPONJA ANTÁRTICA
Algunos investigadores estiman que a causa de que esta especie habita en las profundidades del Océano Antártico, donde existen bajas temperaturas extremas, la inmóvil criatura tiene un ritmo de crecimiento muy bajo. Científicos estiman que los especímenes más viejos conocidos tienen mil 550 años de edad.
MEDUSA TURRITOPSIS
Esta especie de medusa podría ser el único animal en el mundo que pueda responder al enigma de la “fuente de la juventud”, ya que tiene la capacidad de un ciclo de vida en la etapa adulta donde madura a una fase pólipa inmadura y viceversa, por lo que puede que no exista un límite no natural en su esperanza de vida, o sea, saltarse la parte donde mueren.