Gallina ciega

31/05/2015 - 12:08 am
Gallina ciega
Gallina ciega

Ocho meses sin los 43…

Es común observar que los jardines citadinos no tienen un color homogéneo, no crecen como el famoso pasto inglés impecable, de un verde sin reproche. Por el contrario, a finales de la época de secas y principios de las lluvias podemos percibir secciones amarillas que parecieran formar parte de una película de ciencia ficción, se asemejan a los lugares donde aterrizan las naves alienígenas. Cuando consultamos con el especialista jardinero, el diagnóstico muchas veces suena igual de marciano: “tiene gallina ciega”. Tratar de imaginar como un ave que perdió la visión puede estar relacionada con el amarillamiento del pasto resulta todo un reto, sin embargo después de indagar más, caeremos en cuenta de que la gallina ciega no es un ave sino una larva de un escarabajo y el diagnóstico del jardinero comienza a tener sentido.

            Las gallinas ciegas son escarabajos de una familia muy particular llamada Melolothidae que tiene una diversidad alta, sólo para México hay descritas 1179 especies, la mayoría vive en el sur del país y son más diversas en los bosques tropicales caducifolios (ver Morón et al. 2014). El ciclo de vida de estos escarabajos transcurre entre la obscuridad del suelo, cuando son larvas, y la luz de la vegetación, cuando son adultos. Una vez que emergen del suelo, lo adultos buscan pareja para reproducirse, se alimentan del polen de algunas flores y las hembras después de copular depositan los huevos en el suelo húmedo, para poco tiempo después morir. Las larvas emergen de los huevos algunos días después de la oviposición; éstas son alargadas, tienen el cuerpo blaquecino, la cabeza café y están equipadas con unas potentes mandíbulas especializadas para morder raíces. Ellas en particular son las denominadas gallinas ciegas que causan daño en los jardines y en ciertos cultivos, dado que viven en la obscuridad del suelo y que algunas especies no tienen ojos por eso se les conoce como gallinas ciegas, aunque el término gallina sigue siendo un misterio.

            En el suelo, las larvas se alimentan durante algunos meses o inclusive algunas especies por mas de un año; conforme crecen van mudando su exoesqueleto lo cuál les permite aumentar en tamaño. Una vez que alcanzan su talla máxima, las gallinas ciegas se transforman en una pupa donde llevan a cabo la metamorfosis, la pupa de las gallinas ciegas no está envuelta en un capullo como el caso de algunas mariposas. Dentro de la pupa se lleva a cabo la transformación para posteriormente emerger como adultos con alas, que saldrán a la superficie y se desplazarán volando por los campos en busca de pareja.

            Los adultos de las gallinas ciegas son escarabajos mejor conocidos como mayates, compadritos o tontorrones, dependiendo de la región del país donde nos encontremos, y tienen la peculiaridad de volar hacia las luces artificiales y estrellarse con ellas de manera repetida; seguramente ustedes los habrán visto. Muchos adultos son de color café, pero también los hay verdes o rallados e incluso algunas especies tienen ornamentaciones llamativas en la cabeza.

            En la agricultura las gallinas ciegas pueden ocasionar daños cuantiosos puesto que al alimentarse de las raíces, impiden que las plantas se desarrollen bien, en particular en los sistemas de cultivo tecnificado de maíz se han vuelto una plaga abundante. Actualmente se llevan a cabo investigaciones para tratar de discernir cuáles son los factores que afectan la abundancia de gallina ciega relacionados con el método de cultivo en el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad en colaboración con el Centro de Geografía Ambiental, ambos de la UNAM. La estudiante de maestría Paulette Huelgas, ha documentado que el tipo de suelo y la cantidad de materia orgánica disponible, están relacionadas con las comunidades de gallina ciega. En su investigación también ha encontrado que no todas las especies de gallina ciega tienen el mismo efecto dañino sobre las plantas, puesto que algunas a pesar de tener una apariencia similar, no son rizófagas estrictas sino facultativas, es decir que si hay suficiente materia orgánica en el suelo no se alimentan de raíces. Un género en particular que si es rizófago estricto se llama Phyllophaga, ellas son las responsables de la mayor cantidad de daño sobre las raíces de maíz. Esta información es sumamente valiosa puesto que nos permite desarrollar estrategias de control de gallina ciega razonables y amigables con el ambiente, sería importante que antes de fumigar una parcela o un jardín sin ton ni son con el insecticida de moda, tomarse el tiempo para identificar que tipo de gallina ciega tenemos, y con esta información proceder a controlarla.

            Como en casi todos los problemas relacionados con la naturaleza, tenemos que acostumbrarnos a lidiar con la complejidad y la incertidumbre, es decir que hay muchas variables actuando al mismo tiempo y que no hay una solución única para todas las situaciones relacionadas con la gallina ciega. En el caso de los problemas con plagas, esto implica muchas veces no actuar inmediatamente sino tomarse un tiempo para entender el fenómeno y determinar de qué especie se trata para entonces sí tomar las decisiones de manejo apropiadas, que pueden ir desde el uso de insecticidas, el control biológico o un cambio en la técnica de manejo empleada.

Para mas información sobre gallinas ciegas:

Ek del Val de Gortari
Soy bióloga egresada de la UNAM y después realicé un doctorado en ecología en el Imperial College del Reino Unido. Actualmente trabajo en el Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM en Morelia y coordino la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la ENES-Morelia también de la UNAM. Dedico mis días a tratar de entender cómo funcionan las interacciones entre las plantas y los herbívoros que se las comen. Me gusta trabajar en las selva y también estoy interesada en entender como se modifican las interacciones entre especies cuando hay alteraciones en los ecosistemas, por lo que estoy trabajando en campos agrícolas y en ambientes restaurados. Considero que la visión que la ciencia aporta a la vida cotidiana es muy importante, por eso me gusta escribir textos de divulgación científica y procurar que un mayor número de gente conozca las maravillas que hemos aprendido y descubierto. En particular escribo sobre bichos porque son seres considerados abominables en el inconciente colectivo, que cuando nos detenemos un poco a observar y entender mejor, se vuelven maravillosos.
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