PULSO DE SAN LUIS POTOSI

Estudiantes de SLP toman clases en escuelas a punto de derrumbarse y edificadas con recursos de los padres

31/05/2016 - 5:00 pm

Al menos 17 alumnos de primer grado de una secundaria en San Luis Potosí tienen que soportar las inclemencias del clima, el calor, el frío, la lluvia, el polvo y los piquetes de zancudos desde hace varios meses en un aula que tuvieron que improvisar para evitar saturar los pocos espacios con los que cuenta el plantel. Mientras que estudiantes de una primaria corren alto riesgo en las aulas que fueron construidas por albañiles contratados por padres de familia para que sus hijos pudieran estudiar en salones “dignos”, pero no se tuvo la supervisión de algún arquitecto y ahora el inmueble se resquebraja .

Telesecundaria General “Pedro María Anaya” en la comunidad de Santa Bárbara en Aquismón, en San Luis Potosí. Foto: Pulso.
Telesecundaria General “Pedro María Anaya” en la comunidad de Santa Bárbara en Aquismón, en San Luis Potosí. Foto: Pulso.

Por Magui López

Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo/Pulso).- En un aula hecha con palos y palma, y con piso de tierra, toman sus clases alumnos de la Telesecundaria General “Pedro María Anaya” en la comunidad de Santa Bárbara en Aquismón, en San Luis Potosí, lo que ha generado no sólo un bajo rendimiento escolar, sino también problemas de salud, además de que la institución no cuentan con señal de televisión cuando las clases deben impartirse bajo este sistema.

A menos de un kilómetro de la carretera federal México-Laredo se ubica esta comunidad, cuyos habitantes en su mayoría viven en condiciones económicas precarias y aunque desde hace 30 años cuentan con un sistema educativo de Telesecundaria, lamentablemente aún estudian bajo un techo de palma, con piso de tierra y lo poco que han logrado ha sido por el esfuerzo de los padres de familia.

AULA QUE DEPRIME Y ENFERMA

Clementina es uno de los 17 alumnos de primer grado que tiene que soportar las inclemencias del clima, el calor, el frío, la lluvia, el polvo y los piquetes de zancudos, desde hace varios meses en esta aula que tuvieron que improvisar para evitar saturar los pocos espacios con los que cuenta el plantel ante la demanda de estudiantes que se ha generado en los últimos años.

Y aunque sueña con tener a su alcance tecnología, como computadoras, no les ha quedado de otra más que resignarse a estudiar en este espacio que dice le deprime.

Situación que no sólo ha bajado el rendimiento escolar de los alumnos, sino también les ha provocado daños a la salud, desde alergias constantes por el polvo que los ha obligado a ausentarse por varios días y en donde ni el personal docente se escapa de presentar estos problemas de salud.

EL TIEMPO SE DETUVO

Pero no es la única carencia del plantel, y mientras algunas alumnas aprovechan el tiempo libre para comer sus alimentos, que calientan en una hornilla con leña con techo de palma, el director de la institución, Jesús Domínguez, quien desde hace 19 años llegó a este lugar, dice que el tiempo se detuvo.

Recuerda que en 1986 se abrió la institución con un sólo salón también de palma y palos, pero tuvieron que transcurrir casi 15 años para que se hiciera una realidad la edificación de dos aulas más.

Y aunque ya también cambiaron los techos de lámina, los alumnos sufren por las altas temperaturas, porque el aire acondicionado que se instaló nunca sirvió, y sólo cuentan con ventiladores que teme no les aguanten mucho.

Pero tampoco reconoce están cumpliendo con los planes de estudio, porque tienen la antena, una televisión y hasta computadoras para que reciban las clases, pero la señal no llega y el servicio de internet es insuficiente.

“Lo poco que se ha hecho en este plantel ha sido con el esfuerzo de los padres de familia, porque de las autoridades no se ha recibido nada, y a nosotros nos exigen mucho, pero se nos han olvidado”, y lamentó que en las comunidades las escuelas sigan siendo parte sólo de una estadística, pero sin crecimiento educativo.

AÚN ESTUDIAN BAJO UN ÁRBOL

“Yo no sé a dónde fregados se iba el dinero, las anteriores autoridades querían mantener a la gente ignorante para seguir haciendo lo que querían con ellos, y eso no se vale que aún haya niños que tengan que estudiar bajo un árbol”, cuestionó la Alcaldesa Yolanda Josefina Cepeda Echevarría, ya que señaló que de cada 10 escuelas que hay en Aquismón, nueve de ellas no cuenta con la infraestructura necesaria.

Desafortunadamente existen muchas necesidades desde un pupitre, la falta de ventiladores de techo, lo que ha obligado a alumnos de la Telesecundaria en la comunidad de Santa Cruz a tener que salir y tomar las clases bajo un árbol, mientras que en Tanute, alumnos de un albergue están en riesgo de que el techo les caiga encima.

Pero dijo que además hay instituciones que no cuentan con puertas, ni portones seguros, y existe una preocupación por parte de los maestros ya que de manera constante se suscitan robos en las aulas por la falta de protección. “Es una vergüenza, no hay dinero que alcance, pero cuando hay la voluntad y la disciplina se pueden hacer muchas cosas”.

Mientras los alumnos se resignan, pero ante las ganas de salir adelante dicen que están dispuestos a soportar esto y más.

PRIMARIA QUE SE RESQUEBRAJA

Primaria “Damián Carmona. Foto: Pulso.
Primaria “Damián Carmona. Foto: Pulso.

En riesgo se encuentran alumnos de la primaria “Damián Carmona”, ante las malas condiciones estructurales del plantel, desde aulas construidas sin la supervisión de un arquitecto, hasta el cimbrar del primer piso, con cuarteaduras que obliga incluso a los alumnos a colocar sus pupitres sobre las orillas, ante el temor que el piso caiga.

El director del plantel, José de Jesús Bocanegra Abundis, acudió a la Presidencia Municipal para solicitar el apoyo de las autoridades y poder obtener un terreno baldío aledaño al plantel, que se ubica en la colonia Las Águilas, pues el espacio ya resulta insuficiente para albergar a más de 400 alumnos que a diario acuden a la escuela.

Sin embargo, entre las necesidades que planteó, también está la rehabilitación de las aulas, que fueron construidas con la “buena voluntad” de los padres de familia, quienes contrataron a albañiles para que sus hijos pudieran estudiar en aulas “dignas”, pero no se tuvo la supervisión ni orientación de algún arquitecto.

-Con información de Yesica Castellanos (Pulso). 

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