Salvador Guerrero Chiprés
22/04/2025 - 12:03 am
Francisco, el Papa de las periferias
Francisco, el primer Papa del sur global, llegó al trono de San Pedro con la intención de invertir la lógica del poder: mirar desde abajo, escuchar lo que la centralidad ignora.
Cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa en 2013 pocos imaginaron una de las palabras más repetidas durante su pontificado: periferias. No dogma, ni magisterio, ni liturgia. Periferias. Una palabra fuera de los grandes tratados teológicos, pero en el centro de su pensamiento pastoral y político.
Francisco, el primer Papa del sur global, llegó al trono de San Pedro con la intención de invertir la lógica del poder: mirar desde abajo, escuchar lo que la centralidad ignora. La periferia no fue sólo un lugar geográfico, fue una categoría espiritual, social y política.
Y esa fue la praxis de su papado desde los primeros días. Su primer acto significativo no fue en Roma, ni en la Basílica de San Pedro, fue en la isla de Lampedusa, en el Mediterráneo, en julio de 2013. En ese pequeño punto del mapa, donde miles de migrantes africanos arriesgan la vida para llegar a Europa, el Papa celebró una misa en memoria de quienes han muerto en el mar: “¿Quién ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas? ¿Quién ha llorado por estas personas que estaban en la barca?”.
Crítica central a la globalización de la indiferencia. La periferia puesta al centro. Desde entonces insistió en ir a donde nadie iba. Lesbos, otra isla saturada de migrantes; Qaraqosh y Mosul, en Irak, devastadas por la guerra; Myanmar y Bangladesh para abrazar a los rohinyás perseguidos por razones étnicas y religiosas.
“Las periferias son el lugar donde se puede ver mejor la realidad. Desde allí se comprenden mejor los centros”, dijo en una entrevista con La Civiltà Cattolica. Fue en la capital argentina donde Bergoglio moldeó esa mirada, su noción de “Iglesia en salida”, que no espera en el altar, va a las trincheras, del púlpito al territorio.
Una opción preferencial por las periferias también eje de la política de gobiernos progresistas en América Latina. Se hace en Brasil, con el “Minha Casa, Minha Vida” del Gobierno de Lula, como en el rescate de espacios públicos con las Utopías de la Jefa de Gobierno Clara Brugada o la extensión de la videovigilancia del C5 a las zonas más alejadas del centro.
La Presidenta Claudia Sheinbaum acostumbra a citar una de las frases del máximo Pontífice respecto a esa lógica. "Fíjense esta frase: 'nadie puede ver a otra persona de arriba a abajo porque somos iguales'. La única forma lícita de ver a alguien de arriba a abajo es cuando uno le da la mano para levantarse, eso es el humanismo".
En su encíclica Fratelli tutti (2020), el Papa consolidó esa visión: “Cuando la sociedad abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad".
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.
más leídas
más leídas
opinión
opinión
destacadas
destacadas
Galileo
Galileo