Un profesor de la Universidad de Nuevo México da cátedra sobre el uso de la medicina tradicional, desarrollada y aun utilizada como primer opción entre los pueblos originarios. El académico asegura que este método recientemente ha despertado el interés en quienes están en busca de medicinas alternativas.
Por Russell Contreras
Albuquerque, Nuevo México, 18 de julio (AP) .- La risa combate el drama. Una limpieza espiritual ayuda a enfrentar una adicción a los opiáceos. El extracto de cactus es útil contra la diabetes y la obesidad.
Esas son algunas de las recomendaciones que un profesor de la Universidad de Nuevo México incluyó en un manual relacionado con su conocida clase de curanderismo.
Curanderismo: The Art of Traditional Medicine Without Borders (Curanderismo: El arte de la medicina tradicional sin fronteras) salió a la venta la semana pasada coincidiendo con el encuentro anual de curanderos y de estudiantes de esas formas de curación. Durante casi 20 años, curanderos y estudiantes se han dado cita en Albuquerque para intercambiar ideas sobre esta medicina tradicional a veces ignorada o ridiculizada.
Eliseo “Cheo” Torres, autor del libro y vicepresidente de asuntos estudiantiles, dijo que la popularidad del curso, y de otros similares que ofrece online, lo convenció de la necesidad de publicar un manual de curanderismo para llenar un vacío.
“Este libro es producto de la experiencia de esta clase y de las ideas que hemos compartido durante los años”, manifestó Torres el lunes durante una ceremonia especial por la mañana con bailarines aztecas en el campus. “Desde los curanderos de México hasta los de África, muchos tienen antiguas tradiciones para curar que están siendo descubiertas de nuevo por una nueva generación”.
El curanderismo es el arte de usar métodos tradicionales, sobre todo a base de hierbas y plantas, para tratar varios males. Son una institución entre los pueblos originales de México y otras partes de América Latina, y también los hay en Nuevo México y al sur de Texas, Arizona y California.
Los antropólogos creen que el curanderismo sigue siendo popular entre los latinoamericanos que no tienen acceso a otras formas de medicina. Pero ahora también está generando el interés de gente que busca medicinas alternativas.
“Creo que la gente está desencantada con nuestro sistema de salud”, dijo Torres. “Alguna gente no puede pagar esos costos y buscan otras curas”.
El manual ofrece detalles de las plantas medicinales usadas para ayudar el sistema digestivo y sobre cómo los curanderos hacen reír a la gente para que pueda sobrellevar experiencias traumáticas.
Ricardo Carrillo, psicólogo licenciado y curandero de Oakland, California, dijo que hay mucha gente joven que se acerca al curanderismo para combatir adicciones y dolores físicos.
“Si, tienes que desintoxicarte y hacer todo lo que corresponde para limpiarte”, manifestó Carrillo, quien vino al taller de Albuquerque para disertar. “El curanderismo te puede dar las herramientas espirituales para que te mantengas limpio y busques un poder más fuerte”.
Entre los males que tratan los curanderos figura el mal de ojo y el susto.
El mal de ojo es la creencia de que ciertas miradas pueden debilitar a alguien, sobre todo a un niño, produciendo mala suerte e incluso la muerte.
El susto es un mal asociado con experiencias traumáticas, como un choque de autos o tropezarse con un objeto que no se ve. Quienes creen que padecen del susto dicen que solo un curandero puede curarlos.