A las 13:14 horas de este viernes se cumplieron las 72 horas que marcan los protocolos internacionales y la Norma Oficial Mexicana para buscar desaparecidos entre los escombros dejados por el sismo de 7.1 grados que volvió a enlutar a la Ciudad de México, el pasado 19 de septiembre.
La tensión entre familiares y amigos de víctimas a las que aún no se ha rescatado de esas ruinas y las autoridades federales y de la capital del país es por la exigencia de no interrumpir las labores de búsqueda en sitios como el que ocupaba el edificio de la avenida Álvaro Obregón 286, en donde han sido rescatadas más de 20 personas pero la lista de desaparecidos es larga y tiene decenas de nombres.
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Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).– Son las 13:14 horas. Se han cumplido ya las 72 horas del sismo de 7.1 grados que sacudió el centro de México. La búsqueda de personas sepultadas bajo los escombros continúa. Han sido tres días aciagos. Horas pesadas de lucha para miles de ciudadanos, familias, topos, bomberos, elementos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina Armada de México (Semar), así como trabajadores del Gobierno capitalino, para encontrar entre toneladas de piedras, varilla y tierra a sobrevivientes y también a quienes fallecieron.
Autoridades de de distintos niveles han asegurado que no se detendrán las labores de búsqueda ni se ingresará maquinaria pesada. Los familiares continúan advirtiendo que, si eso sucede, lo impedirán y seguirán labores de búsqueda con voluntarios.
El familiar de Karen Nayeli Flores comentó que la única información que se les ha dado hasta el momento es la búsqueda seguirá de manera normal y se aclaró que por ningún motivo entraría maquinaria pesada.
Hoy se está recibiendo ayuda del equipo japonés en este punto.
Por otra parte, un grupo de policías de la Ciudad de México recibió indicaciones de no tomar más alimentos, ni agua ni nada, porque "les dijeron" que empezarían a sacar cuerpos.
Esa información sólo la reportó ese cuerpo policiaco.
La presencia de voluntarios en este punto ha disminuido, por lo que se necesitarán relevos para entrada la noche.
También se ha hecho el llamado para que sea enviada agua. Hasta el momento las personas repartiendo comida no sobran ni lo alimentos y son importantes porque aquí están cerca de 50 familias completas.
LAS CONDICIONES DE LOS FAMILIARES
Los familiares están en condiciones deplorables, abajo de una lona de 2x2 y una carpa muy pequeña para más de 50 personas, ya que sólo se permitió cerca del derrumbe, una representan por familia.
En las calles aledañas se instalaron casas de campaña que están a la interperie de las fuertes lluvias que se han registrado.
De acuerdo con Roberto Hernández, voluntario de la UNAM, se requiere tan solo una carpa de 4x15 metros y sillas, porque la gente está sentada en las calles.
El problema de que estén replegados es que la información no está llegando a todas las familias, por lo que un espacio de privacidad donde puedan estar todos reunidos, sería más adecuado que el lugar que les han dado las autoridades.
Hasta este momento apenas llegó una lona grande para una parte del campamento de familiares.
ÁLVARO OBREGÓN 286
La preocupación de las familias en sitios donde se sabe que aún puede haber personas con vida, como es el caso del edificio de la avenida Álvaro Obregón 286, en la colonia Roma de la capital del país, se centra ahora en si cumplido el plazo de la de búsqueda de personas, las autoridades usarán maquinaria pesada para comenzar a limpiar escombros y liberar las calles.
Hasta el momento se tiene señales de tres personas vivas. Se están colocando pilares porque aún no hay señales de que el edificio pueda derrumbarse. Es la única información que se ha querido compartir en lo que va del día.
Las familias se oponen a que el Gobierno capitalino y las autoridades federales detengan la búsqueda. La falta de comunicación y los rumores han provocado incluso fuertes enfrentamientos verbales y connatos de gresca entre ambas partes.
Anoche, sin embargo, se abrió un diálogo entre representantes del Gobierno de la CdMx y los familiares de quienes laboraban en ese edificio de oficinas.
Humberto Morgan les dijo que aún hay señales de vida, por lo que los rescatistas mexicanos –apoyados ahora por 18 equipos de rescate de Israel, Japón, Panamá y otros países– agotarán todas las instancias más allá de las 72 horas.
“Las cámaras termográficas que son las que miden, independientemente que no tenemos contacto con sus familiares, miden la intensidad del calor y ahí tenemos tres espacios donde hay una temperatura de 36 grados, eso implica que hay vida, pero no sólo es una persona o dos, puede haber varias, no se puede precisar porque no se tiene la visión”, les dijo.
Los rescatistas trabajan lentamente, pues no pueden meter maquinaria pequeña, ni siquiera taladros debido a que las vibraciones podrían provocar derrumbes que pongan en peligro a las víctimas atrapadas.
En Álvaro Obregón 286, la lista en la que se inscribieron los nombres de las personas extraviadas es larga: del tamaño de una persona que mide 1.70 metros. A la relación de nombres escritos en cartulinas pegadas con cinta adhesiva se acercan los familiares y los amigos que los buscan.
Ahí están las esposas, las madres, los tíos, los primos, los amigos y los compañeros de empleo, sentados en la banqueta o acampando. El dolor es visible en los ojos que desde el pasado martes han vertido ya muchas lágrimas.
En los cortes oficiales, el Presidente Enrique Peña Nieto reportó 38 edificios siniestrados en la capital, mientras que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, dijo a distintos medios de comunicación que fueron 39 los inmuebles colapsados o con derrumbe total.
PROTOCOLO Y FIN DE BÚSQUEDA
En la madrugada de este viernes, de entre los escombros del edificio ubicado entre las calles Ámsterdam y Laredo, en la colonia Condesa, fue localizado el cuerpo de Lorna Skossowska, de 86 años, quien de acuerdo con los vecinos se desempeñaba como escritora.
Luego de ese hallazgo, los rescatistas terminaron su búsqueda para dar paso a la completa demolición y posterior retiro de escombros del edificio. El cierre fue emotivo: militares, rescatistas y cientos de voluntarios entonaron el himno nacional y sellaron la ardua tarea entre aplausos.
Los protocolos internacionales marcan un periodo de 72 horas para localizar y rescatar personas tras un sismo.
Tiene que cumplirse ese plazo antes de abandonar la búsqueda o dar por muertos a las personas atrapadas en inmuebles dañados, así como meter maquinaria pesada para derribar los mismos.
Además, la Norma Oficial Mexicana considera que después de 72 horas no es posible que una persona sea rescatada, debido a que las condiciones a las que se enfrentan son extremas, ya que los escombros provocan un aplastamiento de órganos, lo que puede causarles la muerte.
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IMPACIENTES, DESESPERADOS
Impacientes por empezar a apoyar, un grupo de voluntarios provenientes de Atizapán, Estado de México, lograron entrar a ayudar en las labores de rescate a 286. Estaban haciendo fila desde las 9 de la mañana.
La ayuda viene de todos lados, hay trasporte público del Estado de México con pintas como "Texcoco ayuda". Hay jóvenes de Xochimilco que al no poder ayudar allá, vinieron a recoger escombros a este punto.
Hay también un grupo numeroso de españoles que están ayudando en labores de ingeniería.
A la primera señal entraron.
Una nueva petición de quienes vigilan el acceso es que quien quiera acceder no debe traer ninguna mochila, ya que el día de ayer en este punto se encontró que personas estaban robando herramientas.
También, por la mañana del día de ayer, a varios voluntarios se les dieron botas y no las regresaron, por lo que ahora hacen falta.
Se registró un conato de bronca en uno de los accesos a 286, cuando un grupo de topos de México no le fue permitido el acceso.
La autoridades alegaron que ya había muchos.
"Déjenlos pasar. Si no ayudan ustedes, cabrones, dejen ayudar a otros", gritó uno.
La policía desde ayer se ha limitado a cerrar calles.
Las familias que están fuera están en la desesperación. Quieren que entren los topos.
"Estoy esperando una vida, no estoy protestando. Ya son tres días. ¡Hagan algo. Queremos que alguien responda!", grita un familiar Noemí que está en cuarto piso del 286.
Una de las familiares de Noemí que está al cuidado de dos bebés en la calle dijo que no hay ninguna autoridad que les de información concreta de nada.
"Aquí el gobierno es el que tiene la culpa. La Marina es la que ha estado encima y no deja trabajar a todos los que quieren hacer. Ya son tres días, esto no es humano", señaló otro familiar.
"¡Topos, topos, topos!" grita la gente. Está enojada porque dicen que se está impidiendo el acceso de la ayuda para que ya entre la maquinaría.
Una representante de esta brigada de topos que llegó dijo que la policía los dejaría pasar pero para esperar a un jefe, no para trabajar.
"Sabemos que hay gente con vida y el gobierno solo está haciendo tiempo. Quieren ocuparse en sus campañas", dicen.
"Si se les ocurre meter máquinas nos vamos a meter y como nos toque con los uniformados", gritó otro.