Quito, 23 Ago (Notimex).- La ex senadora colombiana, Piedad Córdoba, dijo hoy que el pueblo de su país emprendió su propio camino en busca de la paz debido a que al gobierno del presidente Juan Manuel Santos parece habérsele “caído la llave” que conduce a ese objetivo.
El gobierno colombiano ha anunciado que “tiene la llave para la paz, pero parece que se le fue por un bolsillo roto porque sigue la militarización, la búsqueda de una salida militar, la estigmatización de quienes estamos buscando la salida política”, dijo a periodistas.
“Pero nosotros, desde Colombianos y Colombianas por la Paz, organizaciones sociales e indígenas, Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, hacemos todo lo necesario para empujar desde la sociedad la búsqueda de un acuerdo de paz”, agregó.
Córdoba se sumó en Quito en un foro social organizado por el estatal Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, junto con su compatriota Antonio Navarro y la argentina María de las Mercedes de Colas, de las Madres de la Plaza de Mayo.
En la línea de impulsar una corriente a favor de la paz, dijo que el próximo fin de semana habrá un cabildo de jóvenes en Cartagena, “en el que vamos a acompañar a miles de jóvenes de todo el país”.
Anticipó que ese encuentro emitirá “una proclama por la paz, que es una expresión contundente de que el pueblo colombiano no está sentado esperando que un gobernante defina hasta cuando hay más muertos y desaparecidos, más ejecuciones extrajudiciales”.
Sostuvo lo que está ocurriendo ahora en su país es “un reacomodamiento del paramilitarismo”.
Al hablar de su país, dijo que hay “cinco millones de desplazados internos, entre cinco y siete millones de hectáreas arrebatadas a campesinos, más de 60 mil desaparecidos, dos o tres mil ejecuciones extrajudiciales, ocho millones de indigentes y 18 millones de pobres”.
Hay “una deshumanización cada vez más brutal de la guerra” y “eso amerita un acuerdo político para salir de la guerra, pero sobre todo para construir la sociedad que desean los colombianos, lejos de la injerencia extranjera y con soberanía popular”, añadió.
Reveló que con ocasión de su estancia en Quito se reunirá con algunas personas para “viabilizar” una organización de apoyo a su causa.
Al referirse a las acusaciones de vínculos del paramilitarismo con el pasado gobierno de Álvaro Uribe, recordó que lo denunció en México hace casi seis años y por ello fue declarada “apátrida” y fue objeto de una “persecución brutal” por ese régimen.
“Ese fue un gobierno que lo eligió el paramilitarismo, en el que mandaba el paramilitarismo” afirmó y añadió que “lo menos que puede decir” Uribe, “que se benefició de todas esas políticas es que no sabía. Uno no nombra como jefe de seguridad a un delincuente”.
“Tiene que haber sabido lo que estaba haciendo y claramente en ese gobierno se dieron las peores violaciones a los derechos humanos, las escuchas telefónicas”, sostuvo.
Además, hubo “una estrategia de los medios de comunicación para desprestigiar, para estigmatizar y para acabar políticamente a quienes éramos sus opositores”, añadió.
Habló de un “maridaje” en muchas instancias del poder, de la Policía con el Congreso de la República, la Fiscalía General de la Nación y muchas instancias locales y regionales.
Hubo, a su juicio, “una paramilitarización total del Estado colombiano, que aún perdura, y por eso, mucha gente cree que quienes buscamos la paz y denunciamos estos hechos somos terroristas y delincuentes”.