A pesar de la importancia y valor ambiental que posee, Mahahual, está en riesgo. Activistas y pobladores acusan que los pequeños hoteles de la región y los cruceros que arriban seis días a la semana, vierten sus aguas residuales en el mar o las inyectan al suelo, lo cual invariablemente provoca que tengan el mismo destino.
En marzo pasado, un grupo de investigadores liderado por el doctor Thomas J. Goreau, quien funge como presidente de Global Coral Reef Alliance, una organización sin fines de lucro para la protección y la gestión sostenible de los arrecifes de coral, acudieron a Mahahual y encontraron crecimiento excesivo de algas, lo cual ocasiona daños en los arrecifes.
Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).- Los arrecifes de Mahahual, un poblado ubicado en el estado de Quintana Roo, conocido sitio turístico en desarrollo, están bajo amenaza y todo apunta a que son las aguas residuales las causantes de la situación que, de no atenderse a la brevedad, podría provocar serios problemas ambientales y sociales, alertan investigadores, activistas y pobladores.
Las aguas residuales son aquellas que están contaminadas especialmente con materia fecal y orina de seres humanos o de animales. También se dañan con sustancias tóxicas para los seres vivos y que se usan en instancias domésticas o industriales.
La zona de Mahahual se encuentra en la región de Costa Maya, es parte del municipio de Othón Pompeyo Blanco y es considerada por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) como prioritaria, debido a su alta diversidad biológica.
La Costa Maya es hogar de animales entre los que destacan jaguares, tapires, ocelotes, manatíes, iguanas y cocodrilos, todos ellos incluidos en alguna categoría de riesgo dentro de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
También alberga distintas especies de manglar que se encuentran en riesgo, estos ecosistemas son conocidos por fungir como barreras contra huracanes y tormentas tropicales, además de favorecer la recarga de acuíferos.
Por si fuera poco, en la zona marina existe una gran diversidad de corales esclerantinos, gorgonáceos y peces arrecifales.
UN PARAÍSO EN RIESGO
A pesar de la importancia y valor ambiental que posee, el paraíso de aguas turquesa está en riesgo.
Activistas y pobladores acusan que los pequeños hoteles de la región y los cruceros que arriban seis días a la semana, vierten sus aguas residuales en el mar o las inyectan al suelo, lo cual invariablemente provoca que tengan el mismo destino.
En marzo pasado, un grupo de investigadores liderado por el doctor Thomas J. Goreau, quien funge como presidente de Global Coral Reef Alliance, una organización sin fines de lucro para la protección y la gestión sostenible de los arrecifes de coral, acudió a Mahahual y encontró crecimiento excesivo de algas.
En entrevista para SinEmbargo, el biólogo marino Torcuato Pulido explica que el exceso de nutrientes que contienen las aguas residuales y muchos otros compuestos químicos o bacterias presentes en las aguas, terminan por estresar, dañar e incluso ocasionar la muerte de las colonias de coral.
"En general, los corales quedan recubiertos total o parcialmente por las algas, dificultando así su alimentación y la fotosíntesis", ahonda.
Además, advierte que el calentamiento global, la acidificación de los océanos y la cada vez más habitual presencia de contaminantes, son factores que debilitan directa o indirectamente a los corales.
Por ello, urge a tomar las medidas necesarias a fin de que el caso de Mahahual –que aún no es de gravedad– evite convertirse en un problema mayúsculo, como en otras partes de Quintana Roo.
Víctor Hirales, presidente de Derecho Sin Fronteras, asevera que las aguas residuales han matado a los arrecifes de la región, pero en Mahahual aún es posible tomar medidas para salvarlos.
"Queremos sentar un precedente en el tema de la descarga de aguas residuales en el mar, pues está práctica ha destruido el coral del Caribe mexicano casi en su totalidad. De hecho es un fraude la publicidad turística de visitar los arrecifes de coral en Quintana Roo, pues están muertos en más de un 90 por ciento del mar de ese estado", dice.
Lo que se requiere para proteger el paradisiaco lugar, enmarca Pulido, es un mejor manejo de las aguas residuales, así como una concienciación social y política de la importancia de ecosistemas como los arrecifes de coral, ya que, subraya, "de ellos depende parte de la economía en cuanto a turismo y pesquerías, así como una innumerable lista de servicios y funciones ecosistémicas como protección de costas frente a las tormentas, nicho de gran biodiversidad y origen de nuevos fármacos".
Ambientalistas y pobladores aseguran que la planta de tratamiento operada por la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (Capa) se encuentra rebasada y las aguas residuales llegan al mar, lo contaminan y dañan a las especies que lo habitan.
El poblador Víctor Rosales pone el dedo en la llaga: "El problema que tenemos aquí es que la planta está diseñada para cierta cantidad de personas y no se ha actualizado. Mahahual está creciendo rapidísimo, a veces tenemos hasta tres cruceros en un día, o sea, la cantidad de aguas residuales que se maneja en un día es bastante".
Es por eso que el también guía de buceo y de turistas urge a las autoridades a trabajar en una actualización de la planta.
Mientras tanto, Mauricio Albarrán, activista en la organización Nuevo Ciclo, enfocada en la defensa de los ecosistemas marinos, señala:
"La planta de tratamiento queda corta para la cantidad de desechos que se tienen que manejar por la llegada de los cruceros [...] Al quedar rebasada la planta, los desechos van a parar al manglar y después van a dar al arrecife. Es un problema porque muchos estudios científicos, entre ellos del doctor Thomas Goreau, comprueban que el exceso de nutrientes –resultado de las aguas residuales– genera un crecimiento en las algas, que acaban matando al coral", afirma quien participó en la expedición.
En el mismo sentido, Hirales asegura que la totalidad del agua residual, proveniente del desarrollo inmobiliario, es descargada en el mar y que la planta tratadora de agua ha sido rebasada desde hace ya mucho tiempo.
"También vimos que es una práctica común el que los hoteles inyecten las aguas residuales en el subsuelo, haciendo que el sistema de aguas subterráneas las arrastren al mar", denuncia.
EN DEFENSA DE MAHAHUAL
Ante el panorama expuesto, el abogado Hirales dio a conocer que ya asesora legalmente a habitantes de Mahahual e informa que prepara dos distintas acciones, pues afirma que autoridades pretenden cambiar el uso de suelo para iniciar un proyecto más amplio de desarrollo inmobiliario, por lo que han amenazado a los pobladores para evitar que se opongan a él. Las medidas consiste en:
-Subir un punto de acuerdo en el Senado de la República a fin de detener las descargas de aguas residuales en los cuerpos de aguas, implementar las plantas tratadoras de aguas residuales, implementar un plan de reparación ambiental y revisión de las manifestaciones de impacto ambiental.
-Solicitar medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).