Pekín, 28 Ago (Notimex).- China se prepara para un aumento de su población anciana, que en la actualidad es un 10 por ciento de la población general, mientras el gobierno trata de hacer frente a ese “envejecimiento” con la creación de un sistema de seguridad social.
China tiene unos 120 millones de personas de más de 65 años de edad, un poco menos del 10 por ciento de los mil 350 millones de ciudadanos que tiene el gigante asiático, según datos oficiales de 2010.
Sin embargo, esa cifra aumentará rápidamente en los próximos años, a causa de la política del hijo único aplicada desde 1979, advirtieron expertos.
Además el gobierno chino pronosticó que para 2042 la población de edad avanzada –que en ciudades como Pekín o Shanghai son visibles en parques y zonas de recreo-, alcance el 30 por ciento de la población general.
Ello supondrá un cambio radical en la concepción de la sociedad en China, donde por tradición los hijos y nietos eran los encargados de cuidar a sus progenitores, y por lo tanto sufragaban buena parte de sus gastos si éstos necesitaban cobertura médica o social.
Pero la política del hijo único, que ha causado que haya sólo un hijo para cuatro abuelos, hace imposible que esa estructura tradicional china se mantenga, por lo que el Estado ha intervenido para prestar mayor ayuda a este grupo social.
Pekín aprobó en 2011 una ley para proteger los derechos de las personas de la tercera edad, con el objetivo de que todos los ancianos reciban una pensión del Estado, sin importar si su residencia es la ciudad, donde por lo general los ciudadanos tienen más privilegios.
Eso pese a que, según los economistas, esa situación será insostenible a largo plazo, ya que antes de 2030 China tendrá un jubilado por cada 2.5 personas activas lo que resulta inviable económicamente para sostener un sistema de seguridad social.
El crecimiento de China de las últimas tres décadas provocó una profunda transformación de la sociedad china, que hasta hace muy poco tenía en el Estado comunista el principal sostén para proporcionar servicios sociales.
La migración masiva del campo a la ciudad, que culminó en 2012 con una población de mayoría urbanista por primera vez en la historia de China, generó que muchas familias se hayan separado por cuestiones laborales.
Además las personas mayores tuvieron que emigrar forzosamente a grandes ciudades o se convirtieron en los verdaderos ‘padres’ de sus nietos, ya que los progenitores deben trabajar en fábricas situadas a miles de kilómetros del lugar de nacimiento.
Eso provocó un aumento de suicidios entre los adultos mayores, con tasas de suicidio de 33 por cada 100 mil de 2002 a 2008, por tan sólo 13 en la década de 1990, para ciudadanos de edades entre 70 a 74 años, según el diario China Daily que citó datos oficiales.
En China la experiencia y la voz de los ancianos es considerada por tradición con respeto y es signo de virtud.
Los abuelos suelen estar implicados en casi la mayoría de toma de decisiones importantes en la familia, aunque la modernización de China estaría cambiando esas tradiciones, advirtieron expertos.