Madrid, 29 Ago (Notimex).- El diálogo del gobierno colombiano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) responde a las condiciones de hoy de un país diferente que permite buscar la paz sin derramar más sangre, afirmó hoy la prensa española.
Los diarios El País y ABC analizaron el anuncio del presidente colombiano Juan Manuel Santos para iniciar conversaciones en La Habana y Noruega con los guerrilleros, aprovechando los avances y logros del Estado en la lucha contra los grupos armados.
El País expuso que Santos actúa “como político responsable y audaz, a sabiendas de que el intento puede fracasar”, pero que se da en un contexto diferente de desarrollo en el que las FARC “son, no ya condenables como organización terrorista, sino un auténtico anacronismo que lastra el futuro del país”.
Destacó avances como la Ley de Víctimas y la de Restitución de Tierras, el acercamiento a Venezuela y Cuba, el anuncio de las FARC de suspender secuestros y el del Ejército de Liberación Nacional de negociar, los que crean opinión pública para las conversaciones.
Explicó que el propio Santos ha fijado las condiciones y límites del diálogo a fin de no repetir errores del pasado, y que todo ha sido bien recibido en Colombia, por lo que la crítica de su antecesor Álvaro Uribe “responde a otros tiempos y a otra Colombia”.
Sobre esas críticas, el diario ABC le recordó a Uribe que él permitió que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba hablaran con las FARC en Caracas, liberó a miembros de ese grupo, y negoció con paramilitares.
En su editorial, el periódico sostuvo que la lucha en el campo de batalla librado por el gobierno de Uribe se pudo hacer, en parte, gracias al Ejército que heredó del anterior presidente Andrés Pastrana.
Indicó que Santos, que como parte del gobierno de Uribe logró algunos de los mayores éxitos contra las FARC, tras dos años en el gobierno busca “la rendición de los terroristas sin que se derrame una gota más de sangre”.
“En un país en que el terrorismo de las FARC no tiene su fuerza principal en las ciudades sino en la selva, parece razonable dejar al Estado colombiano hablar desde su posición de fuerza”, añadió.