Redacción/SinEmbargo
23/02/2019 - 6:23 am
Civil / Consenso / Los contrapesos del poder
La aprobación de la Guardia Nacional por unanimidad en el Senado de la República sorprendió a muchos, pero algo importante que no podemos dejar de lado es el consenso al que llegaron los legisladores para que todas las bancadas avalaron el proyecto, mismo que fue modificado para que tenga un mando civil, atendiendo a las peticiones y exigencias de la sociedad civil.
Civil
La aprobación de la Guardia Nacional por unanimidad en el Senado de la República sorprendió a muchos, pero algo importante que no podemos dejar de lado es el consenso al que llegaron los legisladores para que todas las bancadas avalaron el proyecto, mismo que fue modificado para que tenga un mando civil, atendiendo a las peticiones y exigencias de la sociedad civil. En Reforma, el escritor Jorge Volpi, escribe que: “ocurrió cuando nadie lo esperaba. Una sorpresa y casi un milagro. Tan pocas veces en nuestra historia reciente hemos sido testigos de un acto no solo de responsabilidad, sino de generosidad de nuestras élites, que nos sigue resultando inverosímil. Nos resistimos a celebrarlo porque no estamos acostumbrados a que los políticos nos escuchen, mucho menos a que cambien drásticamente sus posiciones en aras del bien común. Y, sin embargo, al menos en esta ocasión y por ahora, el gran pacto está allí. En un anuncio tan inaudito como insólito, los senadores de todos los partidos crearon un nuevo cuerpo policíaco, la Guardia Nacional, con un mando puramente civil. Vale la pena repetirlo: 127 votos a favor, cero en contra, cero abstenciones. Un acuerdo que, en contra de lo que hasta hace unas horas se pensaba, antepone una auténtica política de Estado a los caprichos de los partidos, a los deseos -al menos a los deseos explícitos- del Presidente y a la presión ejercida por las Fuerzas Armadas. Durante estos últimos meses, la Guardia Nacional, que en su redacción original no dejaba de ser un cuerpo militar, se percibía como la mayor traición de la 4T a sus votantes: a los millones que votaron por un cambio drástico en la estrategia de combate al narcotráfico y al crimen organizado. En su versión original, el nuevo cuerpo no era sino la exacerbación de la militarización del país emprendida por Calderón -y continuada por Peña Nieto- conforme a la cual el Ejército y la Marina, al ser los últimos bastiones contra la corrupción, debían seguirse encargando de tareas de seguridad pública […] El acuerdo es tan sorprendente que ofrece una victoria para todos nuestros actores políticos, con excepción de las Fuerzas Armadas. Morena pueda afirmar haber sido la piedra angular del acuerdo; los demás partidos, por su parte, pueden adjudicarse la presión ejercida para lograrlo. La sociedad civil, que el Presidente tanto ha vilipendiado en estos días, puede sostener que fue escuchada. El país en su conjunto puede respirar, aliviado, ante la primera piedra firme para su reconstrucción luego de estos doce años de desastre. Y, por último, el Presidente parece haber perdido, tal vez porque necesitaba demostrar una derrota frente al Ejército, pero en realidad ha vuelto a ganar y de seguro se verá fortalecido a niveles nunca vistos. La jugada, si continúa así, es maestra. Nuestra historia política tiene pocos días y momentos de los que debamos sentirnos orgullosos. Conviene, pues, aplaudir hoy la madurez y la responsabilidad de nuestros políticos -y las del Presidente en primera línea- y, con la prudencia del caso, esperar que este sea el primer signo de que a México le aguardan tiempos mejores.
Consenso
En el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe que: "lo ocurrido con el dictamen la Guardia Nacional en el Senado es histórico. Ya lo escribimos ayer, pero vale analizar los porqués, y para ello, dos voces que fueron, al igual que las de los legisladores, piezas fundamentales en la construcción del acuerdo: la de la representación del Gobierno de México y la de la sociedad civil […] La Guardia Nacional está en proceso de creación, sólo un paso le espera en San Lázaro. Ya me adelantaron coordinadores y vicecoordinadores que todo indica que el dictamen será aprobado. Y esto queda como antecedente para el resto del sexenio: si en un tema tan delicado como éste se logró un consenso, será cosa de mezquindad que no se logre con otros objetivos”.
Los contrapesos del poder
En Milenio, el columnista Liébano Sáenz, escribe que: “siendo como es, el sistema más eficaz de Gobierno, la democracia requiere vías de contención que operen como garantes de un Estado con plena separación de poderes y respeto a las libertades y a los derechos de los ciudadanos. La contención es, principalmente, institucional, y su expresión más relevante es el Parlamento y el Poder Judicial, pero también es un efecto social, que viene de las organizaciones civiles como los sindicatos, la Iglesia o las agrupaciones de empresarios y productores. La lucha democrática tiene una constante, la desconcentración del poder. Por eso el papel de la prensa reviste la mayor importancia, ya que la libertad de expresión es otro de los mecanismos de control y una de las características por excelencia de la realidad democrática. Los contrapesos formales e informales en el ejercicio de gobierno con frecuencia son compañeros incómodos de viaje para quienes están al frente de la administración pública; sin embargo, esos elementos son, precisamente, las fortalezas con que cuenta la democracia para lograr su subsistencia y para imponerse a los riesgos que de siempre la han amagado. Son muchos los enemigos que tiene el modelo democrático hoy en día, y no son amenazas exclusivas de países en América Latina; el riesgo se vive incluso en democracias más consolidadas, lo mismo en Europa que en Estados Unidos […] Justamente porque el poder no debe depositarse en una sola persona, el diseño original del régimen presidencial de los constituyentes estadounidenses contempló desde el origen, evitar que el Presidente pudiera invocar el mandato popular por encima de su principal contrapeso, la Casa de Representantes. Por ello se estableció la elección indirecta del Presidente y la directa de los diputados o representantes. En tal sentido se recuperó la idea de la Revolución francesa de que la soberanía popular radica en el Parlamento, no en la Corona o en quien ejerza el Gobierno. La democratización de México ha llevado un curso semejante. El proceso no se agota en el tema electoral, sino en la arquitectura del sistema de gobierno. La desconcentración del poder no solo ocurre con la pluralidad representada en el Congreso o la independencia de la Suprema Corte de Justicia, también se han creado órganos autónomos para contener la discrecionalidad del gobierno, instancias técnicas de Estado como el Banco de México, el INE, la CNDH, la CRE, la Cofece, el INAI y otras entidades. Contener el poder no significa obstruirlo. Es propiciar su conducción en términos tales que las definiciones fundamentales atiendan un sentido democrático, de responsabilidad colectiva, de trabajo conjunto […] El Presidente cuenta con gran apoyo popular y una amplia mayoría legislativa; sin embargo, en el proceso de transformar al país, de cumplir el mandato inequívoco de cambio para dirigirlo a un mejor estadio, no se puede transitar hacia el ejercicio del poder de un solo hombre, de una sola visión o una sola moral, por más respaldo que se tenga del pueblo o del Congreso. Es necesario, hoy más que nunca, reconsiderar los fundamentos de la democracia no para cuestionarlos, sino para reafirmarlos como parte sustantiva del sistema que nos lleve a ser un mejor país”.
Pemex en picada; el dolor de cabeza de la 4T
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: "de ser por décadas sostén y principal fuente de divisas e ingresos fiscales de los gobiernos y la Hacienda pública, Petróleos Mexicanos hoy se ha vuelto también, en medio de la peor crisis productiva y financiera de su historia, el estandarte ideológico de un cambio de timón en la política energética que se propone dar el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero el proyecto para devolverle a la minimizada empresa productiva del estado que heredó de su antecesor, su carácter de empresa estatal preponderante y dominante en el mercado petrolero, se topa con serias dificultades financieras y operativas que amenazan con dinamitar cualquier intento de rescate junto con la estabilidad de las finanzas y la economía nacionales […] Y aunque el gobierno federal hace su mayor esfuerzo por rescatar a Pemex de la quiebra con 5 mil millones de dólares y anuncia planes de inversión, ahorro, combate a la corrupción, robo de combustibles y hasta reducción de cargas fiscales, todo eso no es bien recibido por las agencias calificadoras y financieras externas que tienen a la empresa mexicana en la cuenta final y con los focos rojos, mientras la producción de la petrolera nacional sigue en caída libre y con las peores cifras de producción de los últimos 30 años. Ayer se anunció que en enero de este 2019, se produjeron sólo 623 mil barriles de petróleo, 15 por ciento menos que ese mismo mes del año pasado, y los peores números de producción de crudo que se hayan reportado desde 1990, según los reportes mensuales de la Secretaría de Energía”.
El futuro está aquí
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: "la solicitud del Partido Digital de México fue aceptada por el Instituto Nacional Electoral. Que no le suene extraño. Esta nueva opción política sería la primera en su tipo en México, tal como existen en otros países: Partido de la Red, en Argentina; Digital, en Uruguay, y Partido X, en España. Entre sus objetivos está convertirse en una alternativa a los partidos tradicionales al incentivar la participación ciudadana mediante el uso de medios digitales. En una época en la que la vida social se rige desde los dispositivos móviles y las computadoras, no es difícil su aceptación, sobre todo pensando en las nuevas generaciones. Iniciativa ciudadana que parte de la idea de que la política y la participación democrática no están vinculados a las nuevas tecnologías. Los activistas en medios digitales Ricardo Fernández Audiffred y Amado Avendaño, quienes lo impulsan, deberán sumar adeptos. Seguro lo harán en un clic”.
Batres pide reconsiderar apoyo a refugiados
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “el Presidente del Senado, Martí Batres, consideró que es importante ‘revisar’ la decisión de cortar el apoyo a los refugios para mujeres e infantes víctimas de violencia extrema, pues consideró que sin alternativa concreta del Estado quedarán sin protección personas en grave situación de vulnerabilidad. Nótese el cuidado con el que el líder legislativo se expresó en torno a la decisión del Gobierno federal que, por orden de Andrés Manuel López Obrador, anunció la noche del jueves el fin de ese respaldo, con lo que se avecina un escándalo como el de las estancias infantiles”.
Rosario está preocupada
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: "’no te preocupes, Rosario’, le dijo alguna vez Enrique Peña Nieto y Rosario Robles sigue muy quitada la pena. Mientras aquí en México se dan a conocer detalles sobre las transas de la llamada ‘Estafa Maestra’ y la presunta participación de sus más cercanos colaboradores (como Emilio Zebadúa), la ex titular de la Sedatu decidió poner tierra de por medio. En realidad puso todo un océano de por medio, pues hace unos días se le vio llegando al aeropuerto de Madrid con tres maletones y una backpack, lo que hace suponer que Robles tiene planeado pasar una muuuy larga temporada en España. Pero, bueno, tampoco vayan a pensar que anda huyendo, pues ya se sabe que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador les garantizó impunidad, perdón, amor y paz a todos los ex funcionarios involucrados en actos de corrupción”.
Militar y académico, al frente de la Guardia Nacional
En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: "el reloj de arena del Congreso de la Unión comienza a jugar un papel relevante en lo que será el nuevo marco legal para la Guardia Nacional. Después de la aprobación unánime en el Senado de la reforma constitucional, nos comentan que hay un candidato en la primera línea para conducir a la corporación, para ser el primer comandante: el general de división Víctor Hugo Aguirre Serna, exrector de la Universidad del Ejército, y que ha tenido en sus últimas misiones estar al frente de la XL Zona Militar de La Paz, Baja California Sur. Este viernes, una vez que el proyecto insignia del gobierno federal empezó a respirar, surgió el debate de si puede ser un civil o un militar quien tome las riendas del cuerpo policial civil. Y, adivine usted, el mismísimo jefe del Ejecutivo dejó abierta la puerta para que lo haga alguien de formación castrense. Es su facultad, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador”.
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