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PERIÓDICO CENTRAL

Mario Marín lleva 21 días prófugo de la justicia; se desconecta de sus cercanos y apaga su celular

03/05/2019 - 10:30 am

El ex Gobernador de Puebla, el priista Mario Marín, es buscado por la Fiscalía General de la República desde el 11 de abril cuando fue liberada su orden de aprehensión por el delito de “tortura” en contra de la periodista y activista, Lydia Cacho.

Por Viridiana Lozano Ortíz

Puebla, 3 de mayo (Periódico Central/SinEmbargo).– El ex Gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, mantenía comunicación con amigos, familiares y operadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) vía WhatsApp a través de su celular terminación 798, pero desde el 12 de abril, un día después de que se liberó la orden de aprehensión en su contra por el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho, dejó de utilizar su número.

Amigos y operadores de Marín, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias, explicaron a Central que en los últimos días habían mantenido comunicación continua con el ex Gobernador priista.

Sobre todo porque había decidido apoyar públicamente al candidato del PRI al gobierno de Puebla, Alberto Jiménez Merino y personalmente operaba con varios de los movilizadores que apoyó durante los tiempos de bonanza del Tricolor.

Sin embargo, desde el 12 de abril, Marín dejó de contestar llamadas y mantiene apagado su número celular. Su última conexión de Facebook aparece el 12 de abril a las 20:41 horas.

Fuentes judiciales explicaron a Central que sus abogados le dieron la instrucción a Mario Marín de cortar toda comunicación, pues podría ser geolocalizado.

Los operadores que ya habían sido contratados por él para ayudar a Jiménez Merino a la elección también fueron olvidados, pues sin Marín en la campaña no hay garantía sobre el pago de sus servicios.

Por su parte, desde el 12 de abril, Jiménez Merino suspendió por completo la invitación a los medios de comunicación de Puebla para asistir a sus giras y solo informa de sus eventos a través de redes sociales.

El ex Gobernador Mario Marín; el ex jefe de la Policía Judicial, Adolfo Karam Beltrán, y el empresario Kamel Nacif son buscados desde el 11 de abril de 2019, cuando se liberó una orden de aprehensión por tortura cometida en perjuicio de Lydia Cacho.

Fuentes judiciales explicaron a Central que sus abogados le dieron la instrucción a Mario Marín de cortar toda comunicación. Foto: Periódico Central

Los cuatro personajes contra los que existen órdenes de aprehensión por el delito de tortura participaron u ordenaron el traslado por vía terrestre de Lydia Cacho al penal de San Miguel, por haber nombrado a Kamel Nacif en el libro Los demonios del Edén, donde se plantea su amistad con el pederasta Jean Succar Kuri.

Fue el pasado 11 de abril cuando la Magistrada María Elena Suárez, de Quintana Roo, giró una orden de aprehensión en contra del ex Gobernador de Puebla Mario Marín; el empresario Kamel Nacif; Adolfo Karam; el ex director de la Policía Judicial, Hugo Adolfo Karam Beltrán; y Juan Sánchez. Todos por el probable delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho.

El pasado 30 de abril, Central dio a conocer que fue detenido ya Juan Sánchez Moreno en la Ciudad de México, y fue trasladado a Quintana Roo donde esta mañana rindió su declaración preparatoria.

LA DISCULPA A LA PERIODISTA

El pasado 10 de enero, el Gobierno de México ofreció disculpas a la periodista por la tortura de la que fue víctima. “Estamos aquí siendo consecuentes como gobierno con nuestra historia, con las omisiones y errores del pasado, estamos aquí para ofrecer disculpas a nombre del Estado mexicano a Lydia Cacho”, dijo la Secretaria de Gobernación del país, Olga Sánchez Cordero.

La activista fue detenida en diciembre de 2005 por una decena de policías que, sin contar con orden de captura, la trasladaron de Cancún a Puebla en un vehículo propiedad del empresario de la industria textil José Kamel Nacif.

El empresario era uno de los principales señalados en el libro de investigación publicado por la periodista, Los demonios del Edén.

Durante el viaje por carretera de Cancún a Puebla, que duró más de 20 horas, Cacho fue torturada física y psicológicamente, además de sufrir tocamientos e insinuaciones sexuales y ser amenazada de muerte de manera verbal y física.

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