Los especialistas estiman que tendrá un costo que entre los 300 pesos por prueba, a diferencia de los mil 500 a dos mil pesos que llegan a costar otras pruebas de diagnóstico.
Ciudad de México, 15 de abril (SinEmbargo).- Científicos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollan un biosensor que sirva como una prueba de detección rápida, masiva y económica del virus SARS-CoV-2, causante del COVID-19.
A través de una nota informativa, la UNAM informó que el proyecto está integrado por 28 investigadores del Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia (Lansbiodyt) quienes desde hace cuatro años han trabajada para crear un sensor versátil de biomoléculas que detecte diversos anticuerpos y moléculas como glucosa e insulina, colesterol, triglicéridos, entre otros.
Ante la actual contingencia sanitaria que se vive en el país, el sensor ha sido enfocado para la detección del SARS-CoV-2 dejando de lado otras pruebas como el PCR (pruebas de reacción en cadena de la transcriptasa inversa-polimerasa), las cuales tienen un costo elevado.
Tatiana Fiordelisio y Mathieu Hautefeuille, líderes del proyecto, indicaron que el biosensor se encuentra aún en fase de validación ante Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre) y en pruebas de distintos tipos de lectores para determinar cuánta carga viral se podrá detectar.
Los especialistas estiman que tendrá un costo que entre los 300 pesos por prueba, a diferencia de los mil 500 a dos mil pesos que llegan a costar otras pruebas de diagnóstico.
Los participantes en el proyecto tienen como objetivo implementar este biosensor en hospitales y laboratorios de todo el país para hacer pruebas de detección sin necesidad de tener lectores, infraestructura ni máquinas sofisticadas.
“La muestra del paciente se tomaría de la nariz o de la boca y se colocaría en una solución de trisol -que es una solución comercial compuesta por cloroformo y otros solventes-. En ese momento el virus quedaría inactivado, lo que significaría una gran ventaja porque la muestra puede ser transportada a cualquier otra parte sin que haya un peligro de contagio”, indicaron los científicos.
Para una segunda fase del proyecto, para lo cual requieren un recurso que asciende a los 10 millones de pesos, planean tener ya listo un point of care, es decir, un pequeño sensor —como una prueba de embarazo o un glucómetro—, pero que en este caso podría detectar los virus y muchas otras moléculas, y podría ser más barato y de acceso universal.
El equipo de estudiantes y profesores del Lansbiodyt trabajan a contratiempo en este proyecto desde el pasado mes de marzo. La mayoría de los participantes dejó sus trabajos en pausa para entregarse de lleno a dar soluciones a la emergencia sanitaria, aseguró la Facultad de Ciencias de la UNAM.