México, 27 Sep. (Notimex).- “Me incorporo a la Academia Mexicana de la Lengua (AML) en un momento feliz, porque hoy tiene una apertura absoluta por ampliar su trabajo y sus servicios a todo el territorio nacional; es un momento en el que la institución está más dispuesta que nunca a escuchar, registrar y celebrar la lengua, afirmó el ensayista, docente y diplomático Ignacio Padilla.
De espléndido talante y estado de ánimo para que esta noche, en sesión pública solemne, ingrese formalmente a la AML como académico correspondiente en el Estado de Querétaro, Padilla (1968) dijo a Notimex que su aportación “es entrar a esta fiesta del lenguaje en un momento crucial de las rejuvenecidas academias de habla española.
“Hoy, todas las academias de América Latina pueden hablar en igualdad de condiciones con la Real Academia de la Lengua Española pues nos sentimos parte del Territorio de la Mancha Ampliado”, mencionó.
Consecuentemente, “podemos refrescar a través de nuestras academias a la propia Real Academia de la Lengua Española”, dijo el entrevistado quien afirmó tener listo su discurso de ingreso formal a la AML, documento y discurso que esta noche, en el Palacio de Bellas Artes, será respondido por el doctor Vicente Leñero.
“Me siento profundamente emocionado y tremendamente honrado. Ingresar a la AML es una oportunidad inapreciable para poder aprender en un lugar donde gente grande, sabia y valiosa, ama tanto a la lengua. También es oportunidad para aportar mi entusiasmo por la palabra, por mi idioma y las lenguas de México”, añadió.
Expresó que ese cariño y las voces que él pueda recabar tanto en su patria chica que es Querétaro como en los libros que lea y escriba, y entre la gente, serán las herramientas que guíen su aportación a la institución. “Si algo tenemos claro en la academia es que la lengua la hace la gente a través de su cotidiano uso y manejo”.
Padilla adelantó que el tema de su discurso de ingreso formal será la impureza del lenguaje y en gran medida, “la defensa que a través del relato de mi experiencia con las academias universitarias, lingüísticas y literarias, he manifestado como lo que he aprendido sobre lo importante que es reconocer la impureza del lenguaje”.
Hablará también sobre el tema de la ambigüedad de la palabra y sobre todo, sobre la imperiosa necesidad de mantener la frescura del habla de la gente.
“Algo que suele perderse mucho en la actualidad, y creo que las academias de todo el mundo deberían impedir en todo lo posible, es la muerte del humor”, señaló Padilla.
Esta noche elevará la voz para subrayar que la impureza del lenguaje y el humor son lo que hacen y dan vida a nuestro idioma, por lo que es fundamental que hoy, “la corrupción política y la terrible obsesión por la pureza que hemos venido arrastrando durante siglos desaparezcan al fin para que podamos recuperar la risa”.