Los gorilas de montaña son una especie endémica de la cordillera que marca las fronteras de Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo.
Kampala, 1 sep (EFE).- Al menos cinco gorilas de montaña han nacido durante las últimas seis semanas en el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi (suroeste de Uganda), informan hoy, martes, las autoridades ugandesas, un descubrimiento que los expertos en conservación recibieron con júbilo.
"Es una noticia muy esperanzadora en mitad de un momento difícil, ya que, con la caída del turismo debido a la COVID-19, muchos ugandeses han perdido sus métodos de subsistencia y el furtivismo ha aumentado", dijo a EFE Gladys Kalema-Zikusoka, veterinaria y fundadora de la organización Conservation Through Public Health (CTPH).
Para la Autoridad para la Vida Salvaje de Uganda (UWA, en sus siglas en inglés), esos nacimientos forman parte de un "baby boom" de gorilas que los guardabosques del Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi están registrando desde finales de abril.
Los gorilas de montaña son una especie endémica de la cordillera que marca las fronteras de Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo.
Las poblaciones de estos primates aumentaron durante las últimas décadas gracias a los esfuerzos de las autoridades ambientales de los tres países, algunas organizaciones no gubernamentales y los guardabosques.
Según el último censo, publicado a finales del 2019, en la actualidad existen más de mil 060 ejemplares de gorilas de montaña.
"En la actualidad, los gorilas de montaña son los únicos grandes simios cuyas poblaciones están aumentando", dijo a Efe Jordi Galbany, primatólogo y profesor asociado en la Universidad de Barcelona (España), quien trabaja con estos primates en la frontera entre Ruanda y Uganda.
"Sin embargo, no podemos dormirnos, debemos permanecer en alerta porque las poblaciones de gorilas de montaña aún son pequeñas y muy localizadas", aconsejó Galbany.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los gorilas de montaña continúan en peligro de extinción debido a las enfermedades respiratorias, el furtivismo -en ocasiones, estos simios caen en las trampas que los cazadores colocan para capturar a otros animales- y los cambios de clima.
Pero después de décadas de deforestación intensa en todo el este de África -según las autoridades ugandesas, esta nación perdió el 67 por ciento de sus bosques desde los años noventa-, su principal amenaza es la reducción de su hábitat.
"Como apenas si queda un puñado de bosques adecuados para esta especie, el número de gorilas de montaña no podrá crecer mucho más. "Nadie sabe en qué momento las poblaciones de gorilas alcanzarán ese límite. Pero creemos que, en el caso de Uganda, eso ocurrirá dentro de poco tiempo", dijo Galbany.
"Aun así -agregó el experto-, creo que debemos celebrar los últimos nacimientos como otra victoria para preservar el futuro de la especie. Es una noticia muy positiva. Gracias a estas crías, la variedad genética de las poblaciones futuras será mucho más variada y prometedora".