Ginebra, 16 oct (dpa) - Las catástrofes y conflictos impulsan año a año a cientos de miles de personas a huir: actualmente hay en todo el mundo más de 72 millones de niños, mujeres y hombres desplazados, según un informe de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) presentado hoy en Ginebra.
Al menos uno de cada 100 habitantes del mundo se vio forzado alguna vez a emigrar. El año pasado perdieron la vida unas 31.000 personas debido a catástrofes naturales. Sin embargo, son menos que antes.
El informe denuncia que los políticos de muchos países miran hacia un costado cuando desplazados y refugiados piden ayuda. "Muchos países decidieron en la práctica que la miseria de las personas obligadas a emigrar es uno de los precios lamentables que deben contemplar para evadir cuestiones políticas complejas".
"El creciente número de desplazados representa un desafío para la ayuda humanitaria", explicó el secretario general de la IFRC, Bekele Geleta. Los motivos de la migración forzada son variados y van desde disturbios políticos hasta sangrientas guerras civiles, como en Somalia y Siria. También algunos proyectos de desarrollo, como la construcción de diques, que son impuestos sin tener en cuenta a los grupos poblacionales afectados, obligan a millones de personas a abandonar sus hogares, según la IFRC.
Del balance de la IFRC se desprende que en 2011 murieron 31.105 personas por catástrofes naturales, más de 19.000 sólo por el tsunami en Japón. A éstas se agregan miles de víctimas mortales por catástrofes técnicas como accidentes de barco y avión.
Sin embargo, en 2011 murieron menos personas por catástrofes que en otros años. El número de 336 catástrofes naturales es el más bajo en los últimos diez años y estuvo un 15 por ciento por debajo del promedio de la década.
Sin embargo, en cuanto a los daños ocasionados, 2011 fue con 365.500 millones de dólares el más caro de los últimos diez años. Más de la mitad de los costos por daños -210.000 millones de dólares- se debieron sólo a las consecuencias del tsunami en Japón en marzo de 2011 y el consiguiente accidente en la planta nuclear de Fukushima.