La serie compite con otros nueve dramas internacionales que pasarán el filtro de un jurado presidido por el actor danés Nikolaj Coster-Waldau, conocido por su papel de Jamie Lannister en Juego de Tronos.
Por María D. Valderrama
Cannes (Francia), 10 de octubre (EFE).- La actriz española Clara Lago se transforma en una niña pija con muchos traumas por resolver en la producción argentina Limbo... hasta que lo decida, una creación de Mariano Cohn y Gastón Duprat estrenada este sábado en el festival Canneseries y que rompe con el lenguaje habitual de las series.
Lago acudió hoy a la ciudad francesa en la que arrancó ayer, viernes, la cuarta edición de Canneseries, y donde la producción de Star Original Productions Limbo compite dentro de la selección oficial figurando además como la única producción latinoamericana en liza.
La actriz madrileña, de 31 años, se mete en la piel de Sou, una rica heredera que lleva una vida de desenfreno y caprichos en Madrid, alejada de su familia bonaerense, a la que deberá regresar tras la muerte de su padre, un reputado empresario.
La relación con sus hermanos y los secretos familiares marcarán el ritmo de este thriller, mientras el espectador descubre que Sou es una mujer más compleja de lo que parece.
La serie compite con otros nueve dramas internacionales que pasarán el filtro de un jurado presidido por el actor danés Nikolaj Coster-Waldau, conocido por su papel de Jamie Lannister en Juego de Tronos, si bien la organización de Canneseries ha alabado ya su carácter sensorial y su imagen "particularmente cinematográfica".
Las directoras argentinas Agustina Macri y Fabiana Tiscornia, que han convertido en realidad la creación de Cohn y Duprat, estuvieron también en Cannes para el estreno mundial de la serie, felices con esta acogida.
"Estos reconocimientos son muy gratos, son caricias, incentivos, una manera de sentir que el trabajo tiene sentido para nosotros, pero también para otros. Con esto la serie se expande y tiene más posibilidades de llegar a más personas", contó a Efe Tiscornia, conocida por su trabajo en películas como "La reina del miedo".
El particular ojo cinematográfico de Limbo, que se estrenará en la plataforma Star+ durante el primer trimestre de 2022, explora el lenguaje de series de éxito como Succession o Euphoria para dar énfasis a la percepción de la protagonista, perturbada por los traumas de su infancia y los acontecimientos que vive.
"Queríamos romper el costumbrismo. Al estar en la percepción del personaje de Clarita necesitábamos estar todo el tiempo quebrando esa aparente normalidad", dice Tiscornia.
Esa percepción, completa Macri, "nos tiene que llevar a un lugar original, a un lenguaje nuevo, había que tratar de romper con muchas series que manejan un lenguaje más común".
Lago se refiere a su alter ego en esta serie como un "mega protagonista", "un regalo" en su carrera y en su vida que le propuso directamente Mariano Cohn, y que aceptó en cuanto leyó el guion.
REBELDE SIN CAUSA
"Es un personaje muy distinto a mí. Esa actitud de rebelde sin causa, caprichosa... pero a lo largo de la serie te vas enterando del pasado de Sou, lo que a mí me ayudó no sólo a construir el personaje sino a empatizar y a compadecerla, lo que creo necesario con cualquier personaje para no juzgarlo", defiende Lago.
La producción argentina es además hija de la pandemia, pues se fraguó entre videoconferencias y confinamientos durante el último año y medio.
"La idea de trabajar entre dos directoras era hacer equipo, también por el tema de la pandemia y las circunstancias en las que trabajamos: preproducir por Zoom, trabajar los guiones a distancias y lanzarnos a rodar, lo que, por lo menos en Argentina en septiembre del año pasado, parecía algo de ciencia ficción", cuenta Macri, que antes de este proyecto no conocía a Tiscornia.
Ambas dicen haber sentido una confluencia "orgánica" y aseguran que trabajar entre dos directoras no supone dividir el trabajo, sino "sumar las ideas de una y otra".
"Había poco tiempo y había que lanzarse y por suerte todo salió bien", defiende Tiscornia.
La serie podría alzarse en Cannes el miércoles 13, durante el cierre de esta edición, con el premio a la mejor serie, pero también al mejor guion, la mejor interpretación o mejor música; mientras otra decena de series cortas, entre ellas la también argentina "Esto no es un hotel", aspirna a llevarse el trofeo en su categoría.