El Presidente López Obrador dijo que "es interesante que volvamos a usar este sistema de comunicación que se mantiene en Europa y otras partes del mundo".
Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció esta mañana que buscará restablecer el sistema ferroviario en México, pues aseguró que "es parte de la historia".
“Lo que estoy procurando es restablecer el sistema de trenes de pasajeros en México, es parte de nuestra historia desde que se inició el primer tramo de la Ciudad de México a Veracruz con el Presidente [Benito] Juárez y lo inauguró en 1873 el Presidente [Sebastián] Lerdo de Tejada, y a partir de ahí se inicia la construcción de vías férreas", señaló en conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
Asimismo, el Jefe de Ejecutivo federal recordó que a partir de esa fecha se inició la construcción de vías férreas y durante la administración de Porfirio Díaz se construyeron más de 20 mil kilómetros.
"Porfirio Díaz hizo más de 20 mil kilómetros, nada más que estuvo 34 años, pero fue impresionante porque se comunicó todo el país con los ferrocarriles”.
El Presidente dijo que "es interesante que volvamos a usar este sistema de comunicación que se mantiene en Europa y otras partes del mundo".
El Gobierno de López Obrador construye el Tren Maya, una obra que está prevista que se inaugure a finales de 2023 y un corredor transístmico para el desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec.
López Obrador confió en buscar "acuerdos" con las empresas para que haya trenes para pasajeros. “Porque tienen concesiones a 40, a 50 años, esto es lo que hizo Zedillo y todavía se enojan con nosotros, qué culpa tengo yo, se molestan, pero son de las decisiones que tomaron en el periodo neoliberal".
LA VENTA DE TRENES
La primera ruta México-Veracruz fue inaugurada en 1873 durante la Presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada. Los Ferrocarriles Nacionales de México fueron creados por Porfirio Díaz en 1907, sirvieron en la Revolución para transportar tropas y fueron nacionalizados por Lázaro Cárdenas del Río en 1937.
Pero en 1995 inició el proceso de privatización del sistema ferroviario mexicano al aprobarse una reforma al Artículo 28 Constitucional que permitió la inversión privada en ferrocarriles.
En diciembre de 1996, Transportación Marítima Mexicana, asociada con la estadounidense Kansas City Southern Industries y filial de Transportación Ferroviaria Mexicana, ofreció al Gobierno mil 400 millones de dólares por la concesión de tres mil 960 mil kilómetros de vías, más de tres mil locomotoras y alrededor de 10 mil vagones. Ese tramo de vías férreas, que movía el 40 por ciento de la carga, se conectó con vías de Estados Unidos y Canadá.
En junio de 1997, se pagó la concesión de 50 años por 4.5 millones de dólares del Ferrocarril Pacífico Norte al Grupo Ferroviario Mexicano (GFM) formado por Grupo México, Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y la norteamericana Union Pacific, de la que fue consejero el expresidente Ernesto Zedillo. La empresa Ferrocarril Mexicano (Ferromex) empezó a operar la línea de seis mil 200 kilómetros un año después.
En octubre de 1997, se dio la concesión por 20 años de la línea corta Coahuila-Durango, al Grupo Acerero del Norte asociado a Industrias Peñoles, así como la concesión por 20 años de la línea corta Tijuana-Tecate a Medios de Comunicación y Transporte de Tijuana.
Y en julio de 1998 julio se anunció la concesión del Ferrocarril del Sureste por 50 años al Grupo Triturados Basálticos (Tribasa) por 322 millones de dólares.
Las ventas se dieron bajo el argumento oficial de que 81 por ciento de las vías estaban deterioradas y el parque de vehículos operaba a 60 por ciento de su capacidad.
Para agosto de 1999, Ferrocarriles Nacionales de México dejó de administrar y operar las vías generales de comunicación ferroviaria y de prestar el servicio público de transporte ferroviario.
-Con información de Dulce Olvera