Una de las prácticas en China que más ha sido criticada a nivel internacional es la utilización de los ejecutados como fuente de órganos para trasplantes.
De este modo, y aunque sea por sólo dos años, China ha dado muestras de no tener oídos sordos a la crítica y dejará de depender en este lapso de los órganos extraídos a los ejecutados para trasplantes nacionales, según informó el viceministro de Saludo chino, Juang Jiefu.
"Los trasplantes de órganos en China dejarán completamente de depender de las donaciones de los ejecutados en dos años", manifestó Juang, citado por la prensa china.
Sin embargo, lo anterior no significa que Pekín ponga fin a esta práctica criticada por las asociaciones de derechos humanos, y que consiste en extraer los órganos del ejecutado apenas acaba de morir para ser utilizados por un paciente.
China está llevando a cabo desde hace años una campaña para modernizar el trasplante de órganos, después de que el país haya sido criticado durante décadas por sus prácticas en este campo.
En marzo, China el país que más reos ejecuta- anunció que planea reducir el número de trasplantes de órganos procedentes de condenados a muerte hasta eliminar esta práctica, pero no dio en aquella ocasión ninguna fecha en concreto.
Anualmente hay un millón y medio de personas en China que necesitan trasplantes, pero sólo 10 mil se pueden llevar a cabo a causa de la escasez de donantes de órganos.
China sigue aplicando un sistema que utiliza los órganos de los prisioneros condenados a muerte y que, como el mismo gobierno admite, ha provocado corrupción en oficiales y desmanes en la administración de las condenas a muerte.
Muchos oficiales, con el objetivo de lucrar, llegaban a vender los órganos de los ejecutados antes de que éstos hubieran muerto e incluso sin que hubieran dado su autorización escrita para proceder a las donaciones.
En los últimos años, el gobierno que durante décadas negó que este "mercado negro" de órganos existiera- ha tratado de regularizar la situación y aplicar una mayor transparencia.
China sigue siendo el país que más reos ejecuta, aunque las cifras de muertos anuales por la pena capital son secreto de Estado y no se publican.
Las organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, que publicará la próxima semana su informe sobre la pena capital en el mundo, estiman que el número de ejecutados anualmente es de "varios miles".
–Con información de Notimex