La incertidumbre en la frontera estadounidense ha llevado a varios países, como Gran Bretaña, Alemania y Canadá, a actualizar sus alertas de viaje para Estados Unidos. Esto es nuevo. En las actualizaciones destaca que una exención de visa no garantiza la entrada al país y que los visitantes extranjeros sospechosos de infringir las normas de entrada podrían ser detenidos o arrestados en la frontera.
Ciudad de México, 27 de marzo (SinEmbargo).– Imagínese usted ser detenido por nada; que le quiten la visa; que le digan que se siente y así, sentado, sin explicación y sin nada, le entreguen una “cobija metálica” y lo refundan por semanas o quizás meses junto con miles más en salas que nunca apagan la luz. Pues no se lo imagine: está sucediendo. Los turistas internacionales detenidos en las fronteras de Estados Unidos son parte de una nueva actitud hostil de ese país, además de los ataques con altos aranceles contra socios comerciales o las amenazas abiertas contra aliados de larga data.
“La avalancha de políticas y lenguaje controvertidos de la administración Trump en las últimas semanas está provocando que turistas de todo el mundo cancelen o reconsideren sus viajes a Estados Unidos. Un número creciente de visitantes afirma sentirse incómodo o inseguro y se muestra reacio a apoyar la economía de un país que, según algunos funcionarios extranjeros, está librando guerras comerciales y desestabilizando a sus aliados. Un borrador de una nueva prohibición de viajes que circula en la administración podría restringir la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de hasta 43 países, incluidos Bielorrusia, Camboya y Santa Lucía”, dice esta mañana The New York Times.
Mallory Henderson, de 53 años, consultora de marketing en Londres y quien suele visitar Estados Unidos dos veces al año, canceló un viaje para visitar a su hermano y sobrina en Boston esta Semana Santa. El diario la entrevista. “Muchos estadounidenses buscan escapar del ambiente tenso y tóxico que reina en su país. ¿Por qué querría alguien visitarlo, especialmente ahora con tantas detenciones arbitrarias en inmigración? Es un momento realmente hostil y aterrador, y francamente, hay muchos otros lugares acogedores y agradables a los que puedo ir para reunirme con mi familia”, dijo.
Incluso antes del cambio de administración en enero, dice The New York Times, la industria turística estadounidense luchaba por recuperarse de la pandemia, principalmente debido a la fortaleza del dólar, que encarece las visitas para los viajeros extranjeros, y a los largos tiempos de espera para obtener visas. No se esperaba que el número de visitantes internacionales alcanzara los niveles de 2019 hasta finales de este año, y se proyecta que el gasto de los visitantes extranjeros no se recupere por completo hasta 2026, según la Asociación de Viajes de Estados Unidos.
“Pero esas expectativas podrían ser aún más difíciles de alcanzar, según los expertos en viajes. La firma de investigación Tourism Economics había pronosticado inicialmente un crecimiento del 9 por ciento en los viajes a Estados Unidos este año, pero en febrero actualizó su pronóstico, anticipando una disminución del 5.1 por ciento en los viajes entrantes y del 0.8 por ciento en la demanda hotelera en 2025, el equivalente a una caída del gasto de 18 mil millones de dólares. Gran parte de la disminución se debe al boicot de los viajeros canadienses. En febrero, tras el anuncio del Presidente Trump de aranceles a Canadá, el número de canadienses que cruzan la frontera en coche se redujo un 24 por ciento en comparación con el mismo período de 2024”, señala Ceylan Yeğinsu, autora del texto.
Las aerolíneas están respondiendo a la incertidumbre. “Algunas, como Delta Air Lines y American Airlines, recortaron sus previsiones financieras para los primeros meses del año, alegando una disminución del gasto en viajes. Scott Kirby, director ejecutivo de United Airlines, le dijo al Times que la aerolínea había reducido la frecuencia de numerosas rutas a Canadá debido a una “fuerte caída del tráfico canadiense” hacia Estados Unidos. Y se prevé “que el cambio de actitud negativa se mantenga debido a una combinación cambiante de factores de la administración Trump, como la fricción geopolítica en las políticas comerciales y de seguridad nacional, una retórica cargada y una postura adversa”, dijo Adam Sacks, presidente de Tourism Economics.
“También se espera que las políticas de seguridad fronteriza e inmigración de alta visibilidad y las medidas de control desalienten las visitas”, añadió.
ALERTA: “NO VIAJES A EU”
La incertidumbre en la frontera estadounidense ha llevado a varios países, como Gran Bretaña, Alemania y Canadá, a actualizar sus alertas de viaje para Estados Unidos. Esto es nuevo.
En las actualizaciones destaca que una exención de visa no garantiza la entrada al país y que los visitantes extranjeros sospechosos de infringir las normas de entrada podrían ser detenidos o arrestados en la frontera. “Estas advertencias se producen tras una serie de detenciones en los puertos de entrada estadounidenses que involucraron a turistas extranjeros y titulares de tarjetas de residencia permanente. Este mes, las autoridades francesas informaron que a un científico francés se le negó la entrada porque su teléfono, que fue revisado a su llegada, contenía opiniones personales sobre las políticas de la administración Trump. Las autoridades estadounidenses rechazaron la afirmación, argumentando que la negativa no estaba vinculada a sus ‘inspiraciones políticas’”, dice el diario estadounidense.
Apenas el 21 de marzo, el Times dijo que agentes de migración estadounidenses con mascarillas arrestaron a un académico de la Universidad de Georgetown frente a su domicilio en Virginia. Detuvieron a dos turistas alemanes durante semanas cuando intentaron entrar al país legalmente por la frontera sur. Visitaron las puertas de los apartamentos de la Universidad de Columbia en busca de manifestantes pro-palestinos.
“El Gobierno de Trump ha iniciado una nueva fase en su agenda migratoria, que va mucho más allá de la deportación masiva de inmigrantes indocumentados”, advirtió en un reportaje de hace 5 días.
“Las autoridades fronterizas estadounidenses están empleando tácticas más agresivas, que el Gobierno denomina ‘investigación exhaustiva’, en los puertos de entrada a Estados Unidos, lo que ha llevado a aliados estadounidenses como Alemania a actualizar sus alertas de viaje. Al mismo tiempo, el Gobierno está atacando a inmigrantes legales que han expresado opiniones que, según las autoridades, amenazan la seguridad nacional y socavan la política exterior”, dijeron Zolan Kanno-Youngs, Tyler Pager y Hamed Aleaziz en un amplio reportaje.
El diario citaba entonces el caso de dos turistas alemanes que fueron detenidos por separado en los cruces fronterizos de San Diego y Tijuana y enviados a un centro de detención abarrotado, donde informaron que se les negó un traductor y que fueron puestos en aislamiento. También recordó el caso de una ciudadana canadiense que dijo que fue detenida y encadenada cuando los oficiales identificaron su documentación de visa.
“Este mes, se le impidió la entrada al país a un científico francés. El Ministro francés de Educación Superior afirmó que agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos encontraron mensajes en los que expresaba su ‘opinión personal’ a colegas y amigos sobre las políticas científicas de Trump. McLaughlin lo negó y afirmó que el científico tenía información confidencial en su dispositivo electrónico del Laboratorio Nacional de Los Álamos, la cual había tomado sin permiso e intentado ocultar”, narraron los periodistas.
Jasmine Mooney, actriz canadiense, sufrió en carne propia las nuevas políticas de Trump. Regresó a Canadá el 15 de marzo pasado después de haber sido detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en la frontera con México. La tuvieron 12 días bajo arresto.
Mooney estuvo en American Pie y en la serie iZombie. Le dijo a CTV News de Canadá que la tuvieron en un centro de detenciones en Arizona: “Sin ninguna advertencia sobre lo que estaba a punto de ocurrir, literalmente me arrestaron. Me siento como si me hubieran secuestrado. Me quitaron todas mis cosas y me metieron en una celda”.