Gallo Molina, ganador del Premio Juan Rulfo para Primera Novela 2023, habló con SinEmbargo sobre su obra premiada Mientras viva en la tierra, un relato que mira directamente al espejo del Club de los 27 y la idea del éxito.
Ciudad de México, 12 de abril (SinEmbargo).– Lucas tiene (o cree tener) una relación con los miembros del Club de los 27 —Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain y Amy Winehouse. A través de ellos hace un viaje de nostalgia a través del cual mide su éxito y por lo tanto sus fracasos. Los pormenores de este recorrido los relata Gallo Molina en Mientras viva en la Tierra, novela ganadora del Premio Juan Rulfo, editada por el Fondo de Cultura Económica.
—¿Tu novela explora la manera de poder comprender la trascendencia de nuestra obra?
—El núcleo de la novela es precisamente el cómo se conjuga la vida de Lucas dentro de sus expectativas no cumplidas, dentro de las aspiraciones que tiene y demás y cómo funciona el Club de los 27 como espejo para él, en qué sucede si él muere a los 27 siendo quién es, porque a comparación de los miembros del club que mueren, pero están en la cima del éxito y por tanto trascienden y por tanto son conocidos incluso hasta ahora, pues si a él le sucede lo mismo no va a trascender, no va a ser conocido, no va a ser recordado.
—¿También es entonces un análisis de la manera en la que envejecemos, Gallo?
— Sí, porque precisamente el hecho de que el personaje se ponga a recordar esos pasajes de su vida, aunque su vida no sea muy larga, porque tiene 28 años, pero justo va haciendo como un recuento de, bueno, qué situaciones de mi vida me han llevado a estar aquí y por lo tanto, como él comienza en la novela hablando de que precisamente ya no logró, según él aparecer en la Wikipedia que es como su objetivo, su sueño o el parámetro que él considera que lo haría pertenecer a un grupo selecto de personas. En cómo cada aspecto de su vida comenzando con la niñez, con ese día fatídico para él en el que su más grande ídolo lo ignora, pues justo todo esto va abonando al hecho de que él no logre trascender, no logre estar en el lugar que él quisiera.
—¿De qué manera es Lucas la personificación de una generación que se encuentra entre finales del milenio?
—Creo que más que encarnar la voz de una generación, creo que encarna un sentimiento, que es precisamente el sentimiento de la prisa, de estar en tus 20 porque precisamente estás como todo el tiempo bombardeado de cierta forma de personas cumpliendo sus sueños o personas logrando cosas importantes, sea el parámetro que sea, no necesariamente volviéndose famosos, pero sí, no sé, viajando a ciertos lugares, consiguiendo ciertos trabajos, casándose, etcétera, creo que sí hay una generación que conforme más se acerca el final de los 20, más sienten que la vida va a terminar de cierta forma, que va a terminar esa juventud porque ya empieza cierta presión por comenzar lo que desde un punto de vista es el resto de tu vida, que es el sentar cabeza, que es el casarte, tener una casa, tener hijos, etcétera.
—Entonces, de alguna manera es este recorrido, esta resignación hacia el tercer piso viendo lo que no pudo lograr.
—Siento que a él le sorprende mucho el hecho de que alguien a sus 27, como los miembros del club de los 27, pudiera estar en un punto de la vida como ese, que es literal en la cima del mundo, es decir, siendo conocido por todos, llenando estadios, vendiendo discos. Siento que le vuela la cabeza la idea de que él pueda llegar a los 27 y no pueda saborear ni siquiera un poco de lo que esas otras personas a su misma edad estaban saboreando, o estaban experimentando. Entonces, es una resignación, pero es una resignación feliz, porque él agradece no haber muerto.