Los canadienses fueron de los primeros en rebelarse contra las políticas de Trump que prometía anexarlos como un estado más y aumentar los aranceles de forma descomunal. Su boicot parece estar dando resultado: beneficiando a los restaurantes y golpeando al turismo en EU.
Ciudad de México, 19 de abril (SinEmbargo).- Canadá fue uno de los países más golpeados con el arribo de Donald Trump al Gobierno de Estados Unidos, pero sus ciudadanos fueron de los primero en rebelarse al magnate republicano. Lo hicieron, primero, abucheando al equipo estadounidense en los partidos de hockey, cancelando sus vacaciones en territorio trumpista, y apoyando el consumo local. La estrategia ha tenido resultados alentadores, pues tras el boicot los restaurantes en Canadá han tenido un boom.
Con lo que los canadienses han ahorrado en viajes a Florida, Arizona y California -sus destinos preferidos hasta antes de Trump-, han ahorrado mucho dinero y han decidido gastarlo en los restaurantes de su país, cuyas reservaciones han crecido más de 20 por ciento en lo que va de abril en comparación con el año pasado, reporta The Globe and Mail.
Se trata de una tendencia que lleva meses y en la que Canadá lidera a muchos otros países en cuanto al crecimiento de las comidas en restaurantes. Pero no es una coincidencia. El diario local afirma que este aumento coincide con la temporada en la que aumentan los viajes a los cráteres internacionales.
De acuerdo con un nuevo informe sobre el gasto del consumidor elaborado por Rachel Battaglia y Abbey Xu, economistas del Royal Bank of Canada, en la última semana de marzo, el número de residentes canadienses que regresaron por tierra desde EU disminuyó casi un 28 por ciento, mientras que el número de residentes estadounidenses que cruzaron a Canadá también disminuyó un 7,5 por ciento.
Los autores del informe señalaron que "la reducción del gasto en viajes internacionales no es del todo negativa desde la perspectiva canadiense” y consideraron que esto puede ser beneficioso para la economía local.
“Históricamente, los canadienses gastan más en viajes al extranjero que los extranjeros en Canadá. Por lo tanto, que más compradores se queden cerca de casa podría impulsar las ventas en el sector hotelero nacional”, escribieron.
Aunque en un primer momento la amenaza de aranceles de Trump causó nerviosismo entre los consumidores que temían perder sus empleos -tal como revela el índice de confianza del consumidor del Conference Board of Canada que se desplomó en marzo a su nivel más bajo registrado- el crecimiento de los restaurantes canadienses se perfila como una luz de esperanza en este panorama sombrío.
Conscientes de la amenaza que Trump representaba para su economía, los canadienses recortaron su gasto en artículos esenciales desde enero, lo que a su vez provocó una contracción en algunos tipos de gasto minorista, según datos de tarjetas de crédito y débito registrados por RBC a marzo.
No obstante, el gasto en bienes discrecionales, excluyendo automóviles, se ha estancado aproximadamente al mismo nivel que en el otoño de 2023.
Canadienses boicotean a Trump
Apenas ayer, un reportaje de The Washington Post reveló que viajeros canadienses, los más importantes para Estados Unidos, han decidido quedarse en casa u optar por otros destinos, lo que se ha traducido en una caída del 32 por ciento en el número de visitantes a Estados Unidos en el mes de marzo, en comparación con el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con datos del Gobierno canadiense.
Esta cifra forma parte del descalabro del 12 por ciento en los viajes hacia EU registrado en marzo por la Administración de Comercio Internacional, una agencia dependiente del Departamento de Comercio de Estados Unidos, que comparó la cifra con el mismo periodo del año anterior.
Además, se suma a la disminución del 2 por ciento interanual de febrero y es el primer descenso significativo desde que los viajes se desplomaron en los primeros días de la pandemia de la COVID-19.
En el caso de los canadienses, la Asociación de Viajes de Estados Unidos estima que anualmente llegan a la Unión Americana 20 millones de ellos, lo que genera una derrama de más de 20 mil millones de dólares en estados como Florida, Arizona y California.
Si la tendencia empeora el resto del año, la la Asociación de Viajes prevé una caída superior al 10 por ciento para el año, lo que podría representar una pérdida proyectada de nueve mil millones de dólares en ingresos por viajes y turismo.
