De acuerdo con Nicholas Kristof, periodista de The New York Times, “actualmente dependemos de China para el 72 por ciento de los 17 metales conocidos como tierras raras, utilizados en todo, desde vidrio y cerámica hasta convertidores catalíticos”. Esto ha puesto en aprietos el ambicioso proyecto de Tesla, empresa de uno de los colaboradores más cercanos de Donald Trump: Elon Musk.
Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo).– Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, dijo ayer que la suspensión de las exportaciones de ciertos imanes por parte de China estaba afectando sus planes de construir robots humanoides. Esto es una señal más clara de que la respuesta pasiva a los arranques de Donald Trump está afectando ya a las grandes empresas estadounidenses, dice The New York Times hoy.
China suspendió este mes las exportaciones a cualquier país de los llamados metales pesados de tierras raras y de los imanes fabricados con ellos, como represalia por el aumento de los aranceles impuesto por el Presidente Trump a las importaciones estadounidenses de productos chinos. El Gobierno chino ha suspendido los envíos hasta que pueda diseñar un sistema de licencias de exportación.
El problema para Estados Unidos es que China produce todo el suministro mundial de metales pesados de tierras raras, a partir de minerales extraídos en China y Myanmar, y el 90 por ciento de los imanes fabricados con estos metales. Japón produce el resto de los imanes, pero utiliza materias primas de China. Es decir, la dependencia a los chinos es caso total.
Automóviles, robots de fábrica, misiles, bombas inteligentes, cazas furtivos y muchos otros productos también requieren imanes de tierras raras fabricados parcialmente con metales pesados de tierras raras.
Nicholas Kristof, periodista de The New York Times, escribió hace dos días: “La guerra comercial más intensa es con China, y es precisamente en ese aspecto donde me temo que Trump ha cometido un grave error de cálculo. Parece estar esperando a que el Presidente Xi Jinping se rinda y exija ayuda, pero eso es improbable; en cambio, podría ser Estados Unidos el que esté más desesperado por poner fin al conflicto comercial”.
China, dijo, enfrenta serios desafíos económicos internos, como el subempleo generalizado y un ciclo deflacionario sin fin a la vista. La guerra comercial podría costarle millones de empleos, lo que plantea riesgos de inestabilidad política. “Sin embargo, también es cierto que China se ha preparado para esta guerra comercial. Supongo que algunas fábricas chinas ya están imprimiendo etiquetas de ‘Hecho en Vietnam’ y preparándose para enviar mercancías a través de terceros países. Y China luchará con armas que van mucho más allá de los aranceles”, agregó el periodista.
China compra productos agrícolas y aviones a Estados Unidos, “y casi con toda seguridad puede obtener lo que necesita en otros lugares. Pero, ¿de dónde obtendrá Estados Unidos los minerales de tierras raras, esenciales para la industria estadounidense y la base militar-industrial?”, se pregunta Kristof, y a continuación argumenta:
“Actualmente dependemos de China para el 72 por ciento de los 17 metales conocidos como tierras raras, utilizados en todo, desde vidrio y cerámica hasta convertidores catalíticos. Y en la subcategoría de tierras raras pesadas, China es el único productor mundial. China ya ha anunciado que limitará la exportación de estos seis minerales de tierras raras pesadas, así como de imanes de tierras raras, de los cuales controla el 90 por ciento del suministro mundial”.
De hecho, dice Nicholas Kristof, China es la OPEP de las tierras raras, esenciales para la industria estadounidense y la producción militar. “Sin ellas, tendríamos dificultades para producir drones, automóviles, aviones, turbinas eólicas y más. Un solo avión de combate F-35 contiene unos 400 kilos de tierras raras, y un submarino puede utilizar más de cuatro toneladas”.
Elon y los robots
Los imanes de tierras raras se utilizan en motores eléctricos que deben caber en espacios reducidos. Los robots tienen muchos motores eléctricos pequeños, normalmente uno o más por cada articulación, que requieren un imán cada uno. El uso de tierras raras pesadas en la mayoría de estos imanes evita que se sobrecalienten y fallen cuando los motores se encuentran confinados en espacios reducidos, explica hoy Keith Bradsher en el mismo diario, en un reporte desde Shangai.
“Los imanes de tierras raras son hasta 15 veces más potentes que los imanes de hierro convencionales del mismo tamaño. Si se incluyen trazas de tierras raras pesadas en el material de un imán, éste puede mantener su fuerza magnética incluso a temperaturas que harían hervir el agua. Musk declaró durante la presentación de resultados de Tesla el martes que los robots humanoides Optimus de la compañía tienen motores eléctricos en sus brazos que funcionan en espacios reducidos y requieren imanes especiales”, agrega Keith Bradsher.
Musk dijo a los inversionistas: “Esto se ve más afectado por la cadena de suministro, ya que China exige una licencia de exportación para enviar imanes a cualquier lugar, así que estamos trabajando en ello con China. La escasez de imanes podría ralentizar la producción de los robots Optimus”.
“Tesla está invirtiendo miles de millones de dólares en los robots Optimus, que, según Musk, algún día realizarán muchas funciones cotidianas. En un evento el otoño pasado, mostró los robots sirviendo bebidas y descargando la compra de un coche”, dice Bradsher.
Musk también declaró en la conferencia telefónica sobre resultados que reduciría su tiempo como asesor del Presidente Trump para centrarse más en Tesla, que reportó una drástica caída en sus ganancias.