El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer un impuesto del 25 por ciento a los productos de Apple, a menos que los iPhones se fabriquen en Estados Unidos.
Ciudad de México, 24 de mayo (SinEmbargo).- Hace tiempo que la otrora "buena amistad" entre el Presidente Donald Trump y Tim Cook, director ejecutivo de Apple, se ha venido resquebrajando, pero hoy parece que esa separación se ha vuelto ya un hecho. Primero porque Cook se ha negado a producir la mayor parte de su marca estrella en Estados Unidos: el iPhone, y segundo porque el viernes Trump amenazó a la compañía de la manzana con aplicar un arancel de 25 por ciento a los teléfonos fabricados fuera de la Unión Americana.
Los analistas coinciden en que Apple no dará marcha atrás en trasladar su producción a Estados Unidos porque, incluso, le sería más rentable asumir el costo de la tarifa de 25 por ciento extra que mover sus plantas a EU.
El analista de la Cadena de Suministro de Apple, Ming-Chi Kuo, lo confirmó enseguida en la red social X: “En términos de rentabilidad, es mucho mejor para Apple asumir el impacto de un arancel del 25 por ciento sobre los iPhones vendidos en el mercado estadounidense que trasladar las líneas de ensamblaje de iPhone de regreso a Estados Unidos”.
A su vez, David Vogt, analista de UBS, dijo a la cadena CNBC que el posible arancel de 25 por ciento es un “titular impactante”, pero que sólo serían un “viento en contra modesto” para las ganancias de Apple, pues sus ganancias anuales se reducirían en 51 centavos por acción, frente a una expectativa previa de 34 centavos por acción bajo el panorama arancelario actual.
In terms of profitability, it's way better for Apple to take the hit of a 25% tariff on iPhones sold in the US market than to move iPhone assembly lines back to US.https://t.co/ycTwPmQyEp pic.twitter.com/VPRRpj0caU
— 郭明錤 (Ming-Chi Kuo) (@mingchikuo) May 23, 2025
De acuerdo con esa misma fuente, fabricar los iPhone en Estados es casi imposible y, por supuesto, resultaría muy caro. Pero lo más importante es que los costos laborales se irían al cielo y logísticamente sería tan complicado que prácticamente la empresa desaparecería.
Según la cadena CNBC, las cadenas de suministro y las fábricas tardan años en desarrollarse, lo que incluye la instalación de equipos y la contratación de personal, además de que las piezas que Apple importó a Estados Unidos para su ensamblaje también podrían estar sujetas a aranceles.
Apple comenzó a fabricar iPhones en India en 2017, pero recién en los últimos años la región fue capaz de construir los últimos dispositivos del teléfono.
“Creemos que el concepto de que Apple produzca iPhones en Estados Unidos es un cuento de hadas que no es factible”, escribió el analista de Wedbush, Dan Ives, el viernes.
Otros analistas se mostraron cautelosos a la hora de predecir cómo se desarrollará finalmente la amenaza de Trump, pues Apple podría llegar a un acuerdo con la Casa Blanca, aunque el deterioro de la relación entre el Presidente y Cook es un hecho, o impugnar los aranceles en los tribunales.
Here are a few additional points:
1. The specific tariff percentage Trump proposes on iPhones isn’t the main concern. The bigger issue is that this is Trump’s second recent pointed comment targeting Apple—a warning sign Apple can’t ignore.
2. Apple’s top priority in… https://t.co/UjuOkWMJgg
— 郭明錤 (Ming-Chi Kuo) (@mingchikuo) May 23, 2025
De acuerdo con The Wall Street Journal, un iPhone contiene piezas de más de 40 países diferentes, y los componentes más complejos y especializados provienen de aproximadamente media docena.
Gary Gereffi, profesor emérito de la Universidad de Duke, quien ha dedicado décadas al estudio de la fabricación global, afirma que actualmente, muchas de esas piezas se fabrican en China, o cerca de ella, país que se beneficia de su proximidad con Taiwán, Corea del Sur y Japón.
La única vía realista para el ensamblaje del iPhone en Estados Unidos es reconstruir su cadena de suministro trasladando la fabricación de algunos componentes clave a la región de Norteamérica, afirma Gereffi, y fabricar algunas piezas en México y Canadá, e incluso en Europa Occidental.
Sin embargo, si se iniciara una operación de ensamblaje en Estados Unidos en los próximos tres a cinco años, también dependería de piezas procedentes de Asia. Cuando Apple comenzó a fabricar la Mac Pro de escritorio en suelo estadounidense, uno de los primeros obstáculos fue conseguir suficientes piezas, incluidos tornillos, cerca de casa.
Incluso si el financiamiento no fuera un problema (y ya llegaremos a eso), Gereffi estima que se necesitarían entre tres y cinco años para lograr la escala y la calidad necesarias para que uniéramos nuestras fuerzas en una gran kumbaya manufacturera estadounidense.
Trump vuelve a dañar los mercados financieros
Las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles del 50 por ciento a la Unión Europea y de imponer gravámenes del 25 por ciento a Apple si no muda la fabricación de los iPhones a Estados Unidos golpearon de nueva cuenta los mercados financieros con retrocesos en los sectores de tecnología, servicios al consumidor, y la industria en general.
Al cierre de la sesión del viernes en Nueva York, el Dow Jones Industrial Average cayó un 0.61 por ciento, al tiempo que el S&P 500 se dejaba un 0.67 por ciento, y el NASDAQ Composite recortaba un 1.00 por ciento.
La advertencia de Trump contra una de las empresas más valiosas del mundo y una de los principales socios comerciales de estados unidos reavivó el temor de que la política arancelaria pudiera frenar el crecimiento económico. En el caso específico de Apple Inc (NASDAQ:AAPL), este cedió un 2.99 por ciento, 6.02 puntos, y cerró en 195.34, mientras que Nike Inc (NYSE:NKE) recortó un 2.12 por ciento, 1.30 puntos, hasta acabar en 60.02.
Debido a este nuevo embate, los inversores buscaron refugio en bonos gubernamentales y divisas refugio como el franco suizo y el yen japonés, por lo que el dólar se depreció lo que lastró al dólar. Los rendimientos de los bonos del Tesoro disminuyeron. El rendimiento de referencia a 10 años cayó al 4,508 por ciento y el rendimiento del bono a 30 años se desplomó al 5,036 por ciento. En tanto el oro subió 2,2 por ciento, mientras que el "indicador del miedo" de Wall Street, el VIX, subió un 9,9 por ciento.