Los cárteles de la droga mexicanos están reclutando a ex militares colombianos para sumarlos a sus actividades criminales. Antes, han sumado a otros mercenarios de élite como los kaibiles guatemaltecos así como a miembros de pandillas de El Salvador.
Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).– Los cárteles mexicanos de la droga siguen recurriendo a mercenarios extranjeros para incorporarlos a sus actividades criminales en el país. El caso más reciente ocurrió el pasado 30 de mayo, cuando al menos 10 exmilitares colombianos fueron detenidos a raíz de un ataque contra soldados mexicanos en Los Reyes, Michoacán, en donde una mina terrestre se cobró la vida de 10 efectivos.
“Acaba de estallar una bomba contra el Ejército mexicano, en Michoacán, con unos muertos ahí, el Ejército en su acción fue y capturó a los posibles actores del explosivo, la mayoría son exmilitares colombianos”, confirmó hace una semana el Presidente colombiano Gustavo Petro. ”Estamos exportando mercenarios a la mafia, la mafia está contratando la violencia colombiana”.
Este martes, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, sostuvo que han detectado un patrón en el que organizaciones de la delincuencia organizada, principalmente el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y en algunos casos, pero los menos, el Cártel de Sinaloa están reclutando a personas extranjeras.
“Se ha detectado un patrón de reclutamiento de este tipo de perfiles por parte de grupos delictivos de nuestro país, por lo que ya tenemos comunicación y coordinación con las autoridades de Colombia para impedir que continúen estas actividades de reclutamiento”, dijo el funcionario de seguridad.
García Harfuch dijo que de acuerdo con el intercambio de información con las autoridades de Colombia entre los detenidos de este país se encontraban nueves exmilitares y tres civiles con formación militar en el uso de armas. “Son nueve ex militares y tres personas con entrenamiento militar, pero no son militares en activo los que fueron detenidos por la Serena”, dijo el funcionario federal.
El secretario, a pregunta expresa, detalló que no hay información que se traten de guerrilleros o exguerrilleros colombianos. “No tenemos esa información, simplemente en la declaración que realizaron dijeron que tenían entrenamiento militar, pero no están vinculados a grupo”.
Harfuch aclaró que estos exmilitares colombianos detenidos ingresaron por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; no obstante aclaró que en coordinación con las autoridades de Colombia se han implementado revisores y ya se han regresado al menos 69 personas tras realizarle interrogatorios algunos confesaban que sí habían sido “copiados por algunos grupos delictivos, mismos que fueron rechazados en ese instante”.
Aunque no sólo se trata de militares. Desde marzo pasado, el Presidente de Colombia denunció que los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) actúan como un ejército privado de los cárteles mexicanos del narcotráfico.
Petro también ha señalado que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional está al servicio del cártel de Sinaloa que, según el gobierno, compra la hoja de coca a los campesinos colombianos para luego convertirla en cocaína y sacarla del país.
Desde junio de 2020 un informe de la Fundación Paz y Reconciliación alertaba que los cárteles mexicanos se relacionan con los colombianos de dos formas: financiación y articulación. La fundación señalaba que “aunque la relación de crimen organizado entre Colombia y México viene de décadas anteriores, protagonizada por los grandes carteles del narcotráfico, en la actualidad la relación se ha dinamizado debido al importante flujo de capital y de armas traído desde el país norteamericano”.
En marzo de 2024, Cambio de Colombia y la revista mexicana Proceso expusieron en conjunto que los cárteles estaban conformando unidades de élite con militares colombianos para actuar con “mayor fuerza letal” frente a grupos enemigos en diferentes regiones de Méxicoque. Entre los exintegrantes del Ejército colombiano que están viajando a México “contratados” por las organizaciones del narcotráfico, hay francotiradores, instructores de fuerzas especiales, comandos de operaciones urbanas, guías caninos, enfermeros, explosivistas y “pilotos” de drones, exponían.
Ciertamente, en la historia reciente del país las agrupaciones criminales mexicanas han reclutado en el pasado a miembros de agrupaciones de élite y a miembros de pandillas de esta región del continente.
En 2006, por ejemplo, en pleno estallido de la guerra contra el narcotráfico existe el antecedente de kaibiles, fuerza de elite militar de Guatemala, como sicarios de los Zetas, quienes además fueron señalados por las autoridades de haber reclutado a maras salvadoreños.
Apenas en octubre pasado se detuvo a un grupo de 10 sicarios guatematelcos, un salvadoreño y otros cuatro mexicanos acusados por presuntamente haber atacado a elementos policiales y militares, y que tenían en su poder un arsenal proveniente de Estados Unidos: Barretts calibre 50, ametralladoras Minimi calibre 762 por 51, artefactos explosivos, más de 5 mil 500 cartuchos útiles, 60 cargadores y equipo táctico.