El Presidente de Estados Unidos aseguró que el acuerdo con China para reactivar la tregua comercial estaba cerrado, pero sujeto a su aprobación final y a la de Xi Jinping.
Ciudad de México, 11 de junio (SinEmbargo).– China está imponiendo un límite de seis meses a las licencias de exportación de tierras raras para fabricantes de automóviles y fabricantes estadounidenses. Esto otorga a Pekín influencia si las tensiones comerciales vuelven a recrudecerse, a la vez que aumenta la incertidumbre para la industria estadounidense. Así lo da a conocer una exclusiva de The Wall Street Journal publicada este día.
La pregunta que se hace la prensa estadounidense es para qué, entonces, Donald Trump declaró una guerra comercial contra China. Los acuerdos recientes no son nada ventajosos para Estados Unidos (EU).
Trump anunció el miércoles que Estados Unidos y China habían llegado a un acuerdo para revertir algunas de las medidas punitivas que habían adoptado mutuamente contra sus respectivas economías en los últimos meses, incluyendo las restricciones propuestas recientemente por su Administración a la asistencia de estudiantes chinos a universidades estadounidenses. El acuerdo se produjo tras dos días de intensas negociaciones en Londres y permitirá que los países recuperen los términos de la tregua comercial que alcanzaron en mayo, tras semanas de creciente tensión entre ellos”.
“NUESTRO ACUERDO CON CHINA ESTÁ TERMINADO, SUJETO A LA APROBACIÓN FINAL DEL PRESIDENTE XI Y YO", escribió Trump en Truth Social. "¡LA RELACIÓN ES EXCELENTE!”, sostuvo.
— Karoline Leavitt (@PressSec) June 11, 2025
The New York Times agrega que los detalles completos del acuerdo no se dieron a conocer de inmediato. “Sin embargo, en esencia, implica que China flexibilizará sus restricciones a los envíos de valiosos minerales de tierras raras e imanes que necesitan los fabricantes estadounidenses. A cambio, las autoridades estadounidenses reducirían los límites que habían impuesto a las exportaciones de productos y tecnología estadounidenses, como el etano y las piezas de aviación, así como las restricciones de visado propuestas. Ambas medidas tenían como objetivo presionar a China”.
Además, los aranceles entre ambos países se mantendrán sin cambios. En Truth Social, Trump puso que los aranceles estadounidenses sobre China serían de 55 por ciento en total. Este total suma un arancel del 30 por ciento que impuso a productos chinos en los últimos meses y un arancel del 25 por ciento que impuso a algunos productos chinos durante su primer mandato. “En realidad, algunos aranceles sobre productos chinos son más bajos y muchos significativamente más altos”.
The Wall Street Journal dice: “Los negociadores chinos acordaron la restauración temporal de las licencias tras la última ronda de intensas conversaciones con sus homólogos estadounidenses en Londres, con el objetivo de mantener un acuerdo provisional forjado en Ginebra el mes pasado. A cambio, según las fuentes, los negociadores estadounidenses acordaron flexibilizar algunas restricciones recientes a la venta a China de productos como motores a reacción y piezas relacionadas, así como etano, un componente del gas natural importante en la fabricación de plásticos”.
“Pekín quiere mantener su control absoluto sobre el suministro de estos productos básicos cruciales para futuras negociaciones”, añade el diario especializado en economía y finanzas. Durante las reuniones en Londres, China acordó aprobar de inmediato las solicitudes de licencias de tierras raras para empresas estadounidenses, a la espera de la aprobación de Trump y el líder chino Xi Jinping sobre el marco comercial. La aprobación de una solicitud podría darse dentro de una semana después de que ambos líderes firmen oficialmente el marco establecido originalmente en las reuniones del mes pasado en Ginebra, según una fuente.
“La fuente también señaló que, a medida que China apruebe las solicitudes, Estados Unidos comenzará a retirar sus contramedidas, incluyendo los controles a la exportación de motores a reacción y etano. Trump declaró el miércoles que el acuerdo con China para restablecer el alto al fuego comercial estaba cerrado, sujeto a su aprobación final y a la de Xi.
El control de China sobre las exportaciones de tierras raras se ha convertido en un factor clave para Pekín en las negociaciones comerciales con Estados Unidos. Tras la tregua comercial de Ginebra a mediados de mayo, que se esperaba que facilitara el flujo, Washington acusó a Pekín de retrasar la concesión de licencias de exportación. Pekín, a su vez, culpó a la Administración Trump de socavar el acuerdo de Ginebra.