Aliens, gremlins, astronautas y hasta Darth Vader se cuelan en la arquitectura religiosa, como agregados de la cultura pop

Ciudad de México, 28 de ene (Sin Embargo).- El arte sacro vinculado al catolicismo es asociado, por lo común, con representaciones clásicas del imaginario humano del bien y el man. En el caso de las construcciones religiosas, los añadidos varían dependiendo de la época en la que fueron construídas; de esta manera tenemos una variedad de estilos que pueden apreciarse en catedrales, iglesias, capillas y otro tipo de edificaciones propias de los pueblos católicos.

GÁRGOLAS POP
Cuando el escultor Jean-Louis Boistel fue asignado para renovar la Capilla de Bethléem, en Nantes, decidió hacer algunos añadidos poco ortodoxos a la decoración de la iglesia del siglo XV y a las tradicionales gárgolas de piedra inspiradas en la tradición cristiana se le sumaron otros seres creados en otras fuentes modernas como la televisión y el cine.

De esta manera, a los demonios y figuras alusivas a la muerte (que se inscriben en la tradición figurativa clásica) se integran seres familiares para los cinéfilos y amantes de la ciencia ficción, como los gremlins que en la década de los 80 causaran furor en la pantalla grande y, el aún más famoso, xenomorfo que estelariza todos los filmes de la saga "Alien".

La capilla fue renovada entre 1993 y 1995, en donde obtuvo estos contemporáneos añadidos que significaron un nuevo aire para la hierática tradición artística católica. Sin embargo, la innovación realizada por este francés no es única, y existen otros "colados" de la cultura pop que pueden ser apreciados en otras edificaciones religiosas en el mundo.

EL LADO OSCURO Y EL ASTRONAUTA
Probablemente el referente directo para la irreverente decisión de Boistel sea la Catedral Nacional de Washington D.C. en donde se encuentra oculta entre las vistas de la fachada la cabeza de Darth Vader.

El conocidísimo casco del Lord Sith se encuentra en la fachada de la catedral de la capital de Estados Unidos, adornando la torre noroeste de esta construcción y su presencia se justifica en los temores infantiles de la década de los 80.

En esta época la revista National Gographic patrocinó un concurso para que niños diseñaran una escultura decorativa para dicha iglesia. El tercer lugar de esta competencia fue Christopher Rader de Nebraska, quien envió un dibujo con su muy personal interpretación del mal. La figura en cuestión resulto ser el futurista casco del villano de "La Guerra de las Galaxias" y, desde entonces fue colocada en la fachada junto a los otros diseños ganadores: un mapache, una niña con coletas y brackets y, finalmente, un hombre dientón con una sombrilla.

No obstante, si de detalles anacrónicos se trata, la Catedral de Salamanca en España ostenta la figura de un astronauta en sus detalles frontales, la cual fue incorporada en 1992. Al hombre espacial se le suman un dragón con un cono de helado, un lince y una cigüeña.

La restauración en la que se realizaron estos agregados fue dirigida por el arquitecto Jerónimo García de Quiñones, que siguió la idea estructural del ingeniero francés Baltasar Devreton en el siglo XVIII, y optó por mantener la estética decorativa ya establecida a la que le añadió estas representaciones.