Ciudad de México, 1 de abril (SinEmbargo).- Aunque haya quien se empeñe en decir que no es verdad, lo cierto es que los juegos de video tienen una fuerte carga sexista en la que el papel de la mujeres (ya sea dentro del juego mismo o en su desarrollo) no es tomado en cuenta y está plagado además de clichés y estereotipos. Contra todo esto hay activistas dentro del mismo medio que luchan para detener esta tendencia. A veces con mejores resultados que otros.
Brenda Romero, una de las diseñadoras de videojuegos más importantes en la industria, renunció a su puesto en la mesa de miembros de la International Game Developers Association (IGDA) luego de enterarse que en un after party, de los Game Developers Choice Awards, fueron contratadas varias strippers, como parte del entretenimiento.
I resign as co-chair of the IGDA Women in Games SIG effective immediately. #1ReasonWhy.
— Brenda Romero (@br) 28 de marzo de 2013
De acuerdo con Forbes, en la fiesta organizada por IGDA y YetiZen aparecieron al menos tres mujeres con diminutas prendas, bailando sobre el escenario y entre la concurrencia, lo que provocó el descontento de algunas asistentes.
Por su parte, el hashtag utilizado por Romero: #1reasonwhy, viene de una campaña que se dio en Twitter hace unos meses, la cual consiste en denunciar el sexismo que existe dentro de la industria de videojuegos. Brenda recién dio una conferencia sobre este mismo tema cuando se enteró de lo ocurrido en la fiesta y presentó su renuncia a través de lared social de microblogging.
La renuncia viene dentro del mismo panorama que se ha visto en la industria desde hace unos meses, en contra del sexismo. Un esfuerzo que muchos defensores de esta causa, como Romero, continuarán hasta llegar a un término donde el sexismo sea mínimo o eliminado por completo.
La directora ejecutiva de IGDA, Kate Edwards, también dio la cara mediante un comunicado, en donde reconoce que "algunos de los trajes de las bailarinas en la fiesta eran inapropiados", así como que algunos de los movimientos que realizaron no fueron los aprobados o los que se esperaba que realizaran.
YetiZen, a su vez, manifestó que "las modelos eran gamers contratadas para el evento y fueron invitadas al escenario", según un comunicado que difundieron. Obviamente muchos miembros de la comunidad de los videojuegos no quedaron conformes con esta explicación.
I don't understand how the #IGDA can be so stupid and unaware. Where is the apology? How was that not stopped by an IGDA rep present?
— brett_douville (@brett_douville) 28 de marzo de 2013
Mientras tanto, IGDA se zafó diplomáticamente de toda responsabilidad. "Lamentamos que la IGDA estuviera involucrada en esta situación. No toleramos actividades que estereotipen o insulten a las mujeres o cualquier otro grupo de personas. Uno de los valores fundamentales de la IGDA es fomentar la inclusión y la diversidad. Obviamente tenemos que estar más alerta en nuestros esfuerzos. Tenemos la intención de serlo en el futuro", agregaba su comunicado.
El uso de las llamadas "Booth babes" (o lo que es lo mismo, edecanes) ha sido tolerado en las convenciones y espectáculos de compañías tecnológicas, quienes emplean a estas damas con poca ropa como un gancho para atraer la atención de los consumidores, algo que ha despertado críticas en los últimos años, por parte de organizaciones feministas.
Obviamente, esta maniobra de "publicidad" no permanece en un tema de exhibición en eventos y los videojuegos son un claro ejemplo de ello. Los personajes femeninos de diversos títulos oscilan entre la sumisión propia de princesas rescatadas a exuberantes heroinas que pelean contra sus enemigos ataviadas con ropas imposibles que poco dejan a la imaginación.
Luego de la decisión de Romero, otros miembros de la IGDA también renunciaron. Asimismo, muchos aficionados al entretenimiento digital que se han solidarizado con la causa esperan que la industria lo tome como lo que es: un mensaje de que las cosas deben cambiar, y las mujeres deben ser tomadas más en serio como una parte integral de los estudios.