A un año de las elecciones por la Presidencia de la República y ante los diversos reclamos hacia los secretarios de Estado, Alonso Lujambio, Ernesto Cordero y Javier Lozano para que dejen sus cargos toda vez que hicieron públicas sus aspiraciones presidenciales, el mandatario Felipe Calderón aseguró que los funcionarios pueden dimitir cuando ellos lo deseen, “la cosa es que me lo platiquen y me lo digan”, señaló.
“Que se vayan, se pueden ir ya, en cualquier momento. Sí, si pueden renunciar, la cosa es que me lo platiquen y me lo digan. He sido respetuoso de las aspiraciones de todos. Antes me reclamaban que no los dejaba hacer nada ahora me reclaman que los dejo hacer mucho", declaró Calderón en entrevista con Milenio Televisión.
Una vez más el jefe del Ejecutivo rechazó que el actual secretario de Hacienda sea "el candidato oficial" rumbo a los comicios federales del 2012. El Presidente dijo que está consiente de la gama de precandidatos a la presidencia que tiene Acción Nacional por lo que "debe acortarse pero aún no veo cómo", indicó.
"La verdad es que creo que debe de haber un proceso electoral en el PAN tal, que le dé visibilidad a todos los precandidatos. Que la contienda misma vaya armando precisamente los perfiles fuertes y las debilidades de cada precandidato o precandidata", declaró.
Los declaraciones del presidente Calderón se dan luego de que el pasado 26 de junio, el PAN llamó a quienes aspiran a un puesto de elección popular a renunciar a sus cargos para garantizar equidad en la contienda interna.
Pese a que el llamado no hacía referencia a los funcionarios públicos, esto es, a Cordero, Lujambio y Lozano, el blanquiazul argumentó que se hacía conforme a lo establecido en el artículo 42 Bis de los estatutos del partido, que obliga a los aspirantes separarse de su cargo por lo menos con un año de anticipación a la fecha de la elección.
En la última semana, varios panistas distinguidos, entre ellos el ex presidente Vicente Fox Quesada, han criticado con dureza a los secretarios de Estado del gabinete calderonista, por hacer proselitismo en pro de sus futuras candidaturas y descuidar las funciones para las que fueron contratados.
Pero secretarios, como el titular del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, se han negado a esa opción argumentando que “se puede ser perfectamente secretario de Estado y tener aspiraciones presidenciales”.
