Montevideo, 10 jul (dpa) - Luego de dos horas de sufrimiento, los uruguayos dieron hoy rienda suelta a su algarabía para celebrar con petardos y manifestaciones callejeras la clasificación de la selección sub 20 de fútbol a la final del Mundial que se disputa en Turquía.
Montevideo, la capital del país, se paralizó toda la tarde para seguir el partido contra Irak que se retransmitió también a través de una pantalla gigante ubicada frente al edificio sede del gobierno municipal.
Pese al frío y las amenazas de lluvia, la gente se agolpó frente a las vidrieras de los comercios, en los bares y en los lugares de trabajo y hubo una explosión al terminar la serie de penales que le dio a la celeste el ansiado pase a la final del sábado, ante Francia.
El presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Sebastián Bauzá, anunció hoy su intención de viajar a Estambul para estar en el decisivo partido marcado para las 16:00 GMT.
La prensa atribuye este presente al trabajo desarrollado por el técnico Oscar Tabárez, quien encabeza un proceso que se inició en el 2006 con todas las selecciones nacionales.
Este plantel que hoy llega a la final del Mundial sub 20 forma parte de la generación que en julio de 2011 llegó a la final del Mundial Sub 17 en México y que perdió ante los locales por 2-0.
Pero en estos siete años, desde que se inició el ciclo Tabárez, los celestes terminaron cuartos en el mundial de mayores en Sudáfrica 2010, ganaron la Copa América de Argentina en 2011 y terminaron cuartos también en la reciente Copa Confederaciones, disputada en Brasil.
"Todo cuesta mucho sacrificio y mucho dinero. No hay procesos sin dinero, pero estas son las recompensas" dijo hoy el dirigente Donato Rivas, que es el secretario de las selecciones nacionales de Uruguay.