
Por Itzel Zúñiga, dpa
Ciudad de México, 14 julio (Sin Embargo) - En El libro de los placeres prohibidos, el argentino Federico Andahazi (Buenos Aires, 1963) se dio el gusto de escribir una novela policial que combina elementos como la corrupción, el poder y el sexo y cuyo protagonista es Johannes Gutenberg, considerado en las páginas “un genio de la estafa”.
Entre los objetivos del conocido autor de El anatomista estuvo contar una historia acerca del momento en que la sexualidad dejó de ser algo sagrado para convertirse en un tema pecaminoso. Y lo hizo tal como a él le gusta: sin eufemismos.
El libro de los placeres prohibidos, de editorial Planeta, presenta a Gutenberg, inventor de la imprenta en el siglo XV, como un gran falsificador de obras manuscritas.
La nueva creación de Andahazi es la continuación de su primera novela El anatomista, que narraba la historia de Mateo Colón, un hombre que en el siglo XVI descubrió la existencia del clítoris, y que vendió 100.000 ejemplares.

Ambientada en la ciudad alemana de Maguncia a mediados del siglo XV, en ella tienen un papel muy importante las prostitutas que habitan el Monasterio de las Adoratrices de la Sagrada Canasta, un burdel a orillas del río Rin. Sin embargo, el asesino de la novela no mata prostitutas, sino sacerdotisas que viven también allí.
Entretanto aparece Gutenberg, que, según dijo Andahazi en entrevista con dpa, creó “una máquina para fabricar manuscritos porque en esa época valían una fortuna. Hacerlos implicaba no menos de dos años de trabajo por parte de copistas, iluminadores, encuadernadores, etcétera".
"Con su invento, Gutenberg consigue fabricar en dos horas lo que se hacía en dos años. De hecho, fue sometido a juicio al ser descubierto porque hacía biblias apócrifas, junto con sus socios Johann Fust y Petrua Schöffer", afirmó.
En la ficción de Andahazi, el invento de Gutenberg ocasiona temor en la Iglesia, pues si bien con él se iban a poder reproducir masivamente los libros sagrados, lo mismo podía suceder con los pecaminosos.
"El libro tal y como lo conocemos hoy surge de un fraude y a partir de ese fraude se monta toda una industria editorial. Siglos después surge el formato digital pirata y luego se monta una industria sobre ese formato y la historia se repite", señaló el autor de La ciudad de los herejes.
UN VIAJE A MAGUNCIA
Para reconstruir la vida de Gutenberg, el autor viajó durante dos años a Maguncia, donde dijo "fue muy fácil tener acceso a los archivos y las bibliotecas" y así creó un relato de ficción, pero con cierto grado de verdad en torno a la vida de este personaje histórico.
La única forma de saber que existió realmente el inventor de los tipos móviles, dijo Andahazi, es por los archivos de los juicios a los que fue sometido, no solamente por intento de fraude sino también por falsa promesa de matrimonio a una mujer, por ejemplo.
Y a pesar de que sus novelas involucran siempre el tema erótico, el escritor argentino no se considera un seguidor del Marqués de Sade, pues dice que él no habla de conseguir placer a través del sufrimiento ajeno.
"Creo en el carácter revulsivo de la literatura, no me interesan las historias livianas. Hace más de 15 años que vengo hablando de estos temas y me parece que es bueno que la literatura llamada erótica vuelva a tener su lugar", precisó el autor, quien visitó México como parte de una gira que realiza por América para promocionar su último libro.





