Producir teatro en México, labor titánica y de grandes retos

03/08/2013 - 1:25 pm

México, 3 Ago. (Notimex).- Desde la butaca, una obra de teatro se disfruta de forma intensa, pareciera que no fue difícil llevarla a la marquesina porque a los actores se les ve concentrados en su papel, la escenografía produce la magia al modificarse en cuestión de minutos, la música marca el ritmo exacto de los parlamentos y la iluminación es perfecta.

Sin embargo, que una puesta en escena llegue a la cartelera de México, es más difícil de lo que se piensa, requiere una intensa planificación de años y trabajo previo, viajes al extranjero para negociar la adquisición de derechos, hacer grandes inversiones económicas, audicionar a actores para conformar el elenco y buscar directores idóneos.

Así como semanas de ensayos, montar costosas escenografías y finalmente, una inteligente campaña de publicidad para aspirar al éxito y a la recuperación.

"Es un quehacer artístico de mucho riesgo, una labor titánica de grandes desafíos y retos, pero finalmente deja el más agradable sabor de boca y la absoluta satisfacción", aseguró a Notimex el productor Morris Gilbert.

El primer paso consiste en seleccionar el texto que se montará, el que se quiere narrar (una comedia, un musical, un drama, un thriller, etcétera), para lo cual el productor o productores a cargo, se reúnen con su equipo de trabajo a fin de leer y estudiar las propuestas.

Si en ese momento la puesta en escena es escenificada en alguna ciudad en el extranjero, los interesados se trasladan a Nueva York, Londres o España para analizar con precisión el montaje y visualizarlo en escenarios mexicanos.

Si les convence todo el concepto dan paso a un proceso colosal: averiguar quién tiene los derechos, reunir el capital para comprarlos, buscar socios, acudir al Efiteatro (si así se desea), un estímulo fiscal para los contribuyentes del Impuesto Sobre la Renta que otorga el Artículo 226 Bis de la Ley del Impuesto sobre la Renta, con el fin de apoyar a los Proyectos de Inversión en la Producción Teatral Nacional.

Además de ello se debe traducir y adaptar la historia, elegir al director, establecer fechas de estreno y temporada, audicionar, evaluar al equipo creativo y buscar el teatro correcto.

"Adquirir los derechos es complicado porque hoy en día el mundo está muy ?metalizado?, los autores pretenden mucho dinero por su trabajo y todos sus agentes son unos verdaderos ?perros? (en el buen sentido de la palabra), pues debes pelearte con ellos para que te cedan la oportunidad de montar el proyecto.

"Este acuerdo puede solucionarse en media hora o hasta en tres meses, es un asunto muy ríspido", reveló Gilbert, quien suma más de 85 producciones en 38 años de carrera.

Conseguir los derechos de "Rojo" fue una de las experiencias más complicadas a las que Juan Torres y Guillermo Wiechers se han enfrentado, pues ellos conocieron a John Logan, el autor, en una entrega de los premios Tony, y aunque esperaban llegar a un acuerdo con él, éste los mandó a Los Ángeles con sus agentes literarios de cine.

"Fue hasta que finalmente pudimos llegar con el agente de Nueva York y se dio la magia", indicó Torres, productor de éxitos en taquilla como "La Madriguera" y "Yo soy mi propia esposa", entre otras.

Vale la pena señalar que el costo de las obras varía, según la temporada que se quiera levantar. Un buen drama extranjero podría obtenerse en mil dólares, pero si se le otorgó el Premio Pullitzer cuesta más; mientras que un musical de Broadway puede llegar hasta un millón de dólares como precio máximo, más un porcentaje de taquilla.

Cuando las piezas están de moda en la cartelera de Nueva York u otras ciudades, se venden más caras, pero cuando ya están guardadas en el cajón, son muy baratas.

"Los derechos normalmente se firman para un periodo de 12 a 18 meses. Si en ese tiempo, por alguna razón no estrenas la pieza, puedes prolongar su vigencia seis meses o un año más, pero a veces no te lo permiten, nada está escrito en esto", señaló Gilbert, quien esperó ocho años por los derechos de "Mary Poppins" en español.

De acuerdo con el productor, la ley no obliga a contactar a la Sociedad General de Escritores de México (Sogem).

"El autor decide si quiere trasladar sus derechos a través de la Sogem. Él tiene la libertad de decir: ?págame directamente o a través de la sociedad?, es según su voluntad", añadió.

También lo puedes arreglar a través de Derechos de Autor o con los familiares, si es que el autor ha fallecido. Cuando montamos ?Cita a ciegas?, Mario Diament estaba en México y nos acercamos a él para solicitarle su texto.

"Nos firmó una carta de cesión de derechos de autor donde pidió un porcentaje de las entradas, lo aceptamos y se echó andar el proyecto", comentó Alberto Estrella, productor y director del Círculo Teatral.

Ya en casa, estas obras pueden requerir de una inversión de hasta 78 millones de pesos, como sucedió cuando Ocesa Teatro presentó "El fantasma de la ópera", y "Mamma mia", que requirió 35 millones, mientras que por "Wicked" apostarán 55 millones de pesos.

La selección de los actores para la historia debe ser minuciosa, se debe tener la cabeza muy fría y el corazón latiendo a su ritmo. También hay que analizar el ?valor comercial? al que se aspira.

"Hay actores que tienen una imagen fuerte porque son atractivos a la vista, venden muchos discos o son de escándalos, pero en el escenario no dan el ancho. Nosotros preferimos apostar por el talento, no nos gusta arriesgar nuestras obras con alguien que no funcionará en el papel", sostuvo Gilbert.

Por su parte, Juan Torres consideró que el balance está en hallar actores reconocidos y a jóvenes de reciente ingreso, pero con mucho talento que sin duda acercarán al público, como cuando apostaron por Víctor Trujillo y Alfonso Dosal en "Rojo".

"Hay actores con los que queremos trabajar y pensamos en obras especialmente para ellos, como ha sucedido con Susana Alexander. En ocasiones, también tenemos que esperar a que el artista esté disponible, que no tenga trabajos en televisión o cine para que pueda estar con nosotros sin otros compromisos", afirmó.

Morris Gilbert, director de la División Teatro de Ocesa, comentó que prefieren hacer audiciones. "Una vez que conoces bien la obra puedes elegir correctamente al reparto para cada personaje. Hacemos una descripción y pensamos en cómo deben ser los actores (edad, estatura, complexión, formación, emotividad, etcétera), después alucinamos un poco y finalmente llegamos (sic) a nuestros estelares", indicó.

En el caso de "Cats", señaló el productor Gerardo Quiroz, "fue totalmente necesario hacer ?casting? porque yo buscaba a unos felinos de verdad sobre el escenario y aunque me hubiera encantado que tal o cual actor participara, no me iba a funcionar su nombre si no me da la agilidad de cantar y bailar simultáneamente en escena.

"A cada aspirante le calificamos expresión corporal, conocimientos en danza teatral, ballet, danza contemporánea y vocal al cien por ciento. Además, nos fijamos en que fueran seres humanos con mucha alma, que supieran plantarse en el escenario y tuvieran una personalidad única", señaló.

Audicionar para "Elphaba", el personaje estelar de "Wicked", fue la experiencia más angustiante y estresante que haya vivido Danna Paola.

"Éramos muchas actrices buscando la misma oportunidad, chicas con mucho talento, con tablas en el teatro y voces maravillosas. De pronto sentí que desentonaba al lado de ellas, pero también sabía que podía dar lo mejor de mí y ganar el papel cada que pasaba por los cuatro call backs", aseguró.

Someterte a un "casting", añade Ceci de la Cueva ("Mentiras" y "La línea del coro"), "es la experiencia más difícil para un actor, porque acudes a la cita con todas tus esperanzas puestas. Es como empezar desde cero porque tus antecedentes no cuentan, el director y los productores buscan que realmente des el ancho en el papel.

"Así que lo estudias, vocalizas, llevas listas tus líneas, cantas, bailas y que al final te digan: ?gracias por participar?, es un golpe muy duro, pero cuando te dicen: ?te veo en el siguiente ?call back?, sientes que todo tiene sentido en tu vida".

Buscar al director correcto también requiere una labor de investigación y solicitud de tiempo.

"Cada director tiene su interpretación, su visión, el cuerpo y la forma de la obra, así como la capacidad exclusiva de sacar del actor lo más profundo de su espíritu para el personaje", resaltó Juan Torres.

Salvador Garcini, director de obras como "El cartero" y "Volver al amor", admitió ser muy exigente en la selección del reparto, pero tampoco ha despreciado a ningún actor.

"Mi tarea es hacerlos brillar, meterme en su corazón y ayudarlos a proyectar el texto. No importa cuánto tiempo nos llevemos, pero ellos tienen que darme el perfil, la interpretación total, así nos llevemos horas y horas de ensayos", aseveró.

Los contratos que se firman con los actores deben ser de buena fe, subraya Gilbert: "Si alguien se va a portar mal, ni siete millones de contratos van a servir, por eso nuestras relaciones están basadas en la buena fe, en la decencia y en la parte noble de la gente.

"Si forman parte de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) es algo en lo que no nos metemos porque el arreglo es directo entre ellos, no entre empresas".

Sin embargo, para Paola Núñez, productora de obras como "Sumergibles", "Aladino" y "La piel en llamas", no es así: "Nosotros siempre tenemos que contactar al sindicato cada vez que requerimos de sus actores, son reglas que se deben acatar".

En el caso de Alberto Estrella, indicó, "se nos complica contratar a actores que cotizan para la ANDA, pues el Círculo Teatral es un centro cultural y son muchos los gastos que tenemos para todavía sufragar uno más.

"El boleto más caro de nuestras obras cuesta 200 pesos y el más barato 70. Apenas abrimos con 70 localidades, de modo que es sumamente difícil salir adelante con una función para cubrir la producción, los creativos, el pago de actores, publicidad, servicios, acomodadores, en fin, sería imposible encima de todo esto, pagarle a un sindicato".

Encontrar un teatro disponible es otra más de las batallas que debe ganar el productor, "pues no hay muchos teatros en la Ciudad de México y cada vez nos topamos con más casinos. Los foros que están en buenas condiciones ya están ocupados y hay que esperar a figurar en la lista.

"Por eso es que abrimos el teatro del hotel NH (Zona Rosa) como un espacio de expresión alternativa, así como el Teatro Banamex Santa Fe", indicó Gilbert.

Wiechers y Torres, por su parte, son concesionarios desde hace nueve años del Teatro Rafael Solana.

Los equipos de utilería, tramoya, telar y automatización se pueden contratar aparte, "a veces ya son traídos por el propio escenógrafo o normalmente toda esa gente ya forma parte del teatro y al firmar contrato con el recinto ya están incluidos en el paquete", explicó Paola Nuñez.

"Llevo 16 años trabajando para Ocesa Teatro, ya sea en el Teatro 1 o el 2 de los Telmex, y de alguna manera, todos los tramoyistas sabemos que en cada obra que ellos monten todos formamos parte porque es un contrato establecido directamente con el foro.

"Los productores se ponen de acuerdo con nuestro sindicato y de esa forma nos pagan", indicó Jesús Ramírez, jefe de tramoya del musical "Mary Poppins".

El diseño de iluminación, escenografía, vestuario, maquillaje, pelucas y audio son cosa aparte, añade Paola Núñez.

"En ese aspecto tenemos que poner mucha atención a lo que quiere y propone el director. Si él nos dice que la escena se debe iluminar de alguna manera para dar la intención de tristeza o alegría en el ambiente y el personaje, pues tenemos que contratar al iluminador que él proponga.

"Lo mismo sucede con otros detalles de vestuario o audio, entre otros, pues son cuestiones más profundas de apreciación y normalmente el director ya trae su equipo, lo cual se debe respetar pues buscamos trabajar en un ambiente de armonía y buena vibra que pueda funcionar al proyecto", apuntó la también actriz.

Los ensayos se realizan en un promedio de ocho semanas, pero pueden ser más o menos, según el tipo de obra.

"En mi caso fue un tiempo récord para lograr ?Volver al amor?. Tardé tres semanas en memorizar el texto y montarlo, fue un periodo muy intenso porque ensayábamos dos veces al día, pero debimos hacerlo así porque ya estaba pactada la fecha de inicio", comentó Érika Buenfil.

Todo el proceso hasta levantar el telón y estrenar la producción teatral toma un tiempo de ocho meses a un año. Una vez en las marquesinas, Torres destacó la importancia de ser realistas respecto a la recaudación en taquilla.

"Pensar que las funciones se agotarán es ilógico porque el teatro es un fenómeno social al que le afectan variables externas fuera de nuestro alcance, como las vacaciones, el inicio escolar, el clima, el tráfico, las obras viales.

Tratan de hacer todas las estrategias posibles, cada productor desde su trinchera, pero no siempre triunfan, ni siquiera con la más elaborada campaña de publicidad.

"Hay obras de bajo precio que están mucho tiempo en cartelera, otras que son muy caras y que al primer bajoncito ya no pueden más", subraya Torres.

El éxito no está garantizado para nadie, así el texto y el montaje hayan ganado todos los premios del teatro: "Hay puestas que tienen publicidad por toda la ciudad y nadie está en la sala, otras no la tienen y sus butacas lucen llenas. Nunca hay fórmula para el teatro, lo único que se necesita para seguir adelante es amarlo, tener mucho corazón y cariño por esto, pero sobre todo valor para producir", concluyó.

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