México, 8 oct (EFE).- La detención de 13 miembros de la Policía Federal involucrados en una banda dedicada a asesinar y secuestrar personas en el centro turístico de Acapulco puso hoy nuevamente a esa institución mexicana en el ojo del huracán.
El portavoz del Gobierno en temas de seguridad, Eduardo Sánchez, anunció hoy en rueda de prensa en la capital mexicana la desarticulación del grupo criminal que "operaba exclusivamente en Acapulco" tras una denuncia ciudadana.
La propia Policía Federal (PF) llevó a cabo una "investigación exhaustiva" que permitió a principios de este mes la detención de 18 delincuentes, entre ellos 13 agentes en activo, en el sureño estado de Guerrero, donde se encuentra Acapulco.
Estas personas, incluida una mujer, están "vinculadas con al menos siete homicidios y cuatro secuestros", afirmó el funcionario, quien precisó que los detenidos también son probables responsables de narcotráfico y delincuencia organizada.
Destacó que actualmente se investiga el entorno de los integrantes de la banda, encabezada por un civil que identificó como Luis Miguel González, para determinar si hay más implicados.
En el caso de los policías federales, Sánchez dijo que pueden enfrentar una pena de hasta 70 años de prisión por cada uno de los secuestros, además de los que reciban por otros delitos, y aseguró que "no habrá ningún tipo de clemencia" para ellos.
Estos agentes fueron enviados al sureño estado mexicano en el marco de operativo Guerrero Seguro, lanzado por el Gobierno federal en octubre de 2011 para combatir a los grupos criminales y frenar la ola de secuestros, extorsiones y tiroteos en esa región del país.
"Bajo ninguna circunstancia vamos a tolerar la impunidad" ni actos de corrupción "por parte de ningún servidor público", afirmó Sánchez, también subsecretario de Gobernación, quien lamentó que policías que han pasado los controles de confianza transgredan la ley y comentan "actos de traición".
En lo que va de la Administración de Enrique Peña Nieto, que comenzó el 1 de diciembre pasado, han sido encarcelados 94 policías federales, incluidos los 13 agentes detenidos en Guerrero, pero los cesados "son muchos más", dijo el comisionado nacional de Seguridad, Manuel Mondragón.
En declaraciones a Milenio Televisión, el también jefe de la comisión de la que depende la PF indicó que los 13 policías ya se encuentran en prisiones de alta seguridad en el norte del país y reiteró su compromiso de "tolerancia cero" a la corrupción.
"No vamos a ceder ni un milímetro" y "seguiremos limpiando nuestra casa" hasta alcanzar el "100 % de honorabilidad" en la PF, afirmó Mondragón, quien admitió que "hay mucho que hacer todavía", incluido un replanteamiento de los exámenes de control de confianza a los que son sometidos los policías.
La Policía Federal, creada durante la Administración de Felipe Calderón (2006-2012), se ha visto involucrada en varios escándalos por actos de corrupción y abuso de autoridad.
Entre los más recientes, aún en el mandato de Calderón, está el caso de doce agentes involucrados en agosto de 2012 en el ataque a una camioneta en la que viajaban dos funcionarios de la embajada de EE.UU. y un miembro de la Marina de México en el central estado de Morelos.
Unas semanas antes, a finales de junio de 2012, un tiroteo registrado en el aeropuerto internacional de Ciudad de México en el que murieron tres agentes federales destapó una red de corrupción y tráfico de drogas en la terminal en la que estaban implicados varios miembros de la PF.
Este es el caso más grave desde que Mondragón, reclutado por Peña Nieto, asumió las riendas de la Comisión Nacional de Seguridad, luego del prestigio que alcanzó al frente de la Secretaría de Seguridad de la capital mexicana. EFE