Por Jacobo Heras Cid
Ciudad de México, 12 de noviembre (SinEmbargo/LaCiudadDeportiva).– Hace tiempo que Mike Tyson colgó los guantes, sin embargo, con la publicación de su autobiografía, parece que se los ha vuelto a calzar. El ex boxeador reaparece con declaraciones filosas que prácticamente nadie conocía sobre el neoyorquino. Fue uno de los cracks pugilísticos en la década de los 80, uno de los más temidos y ahora amenaza con retomar un poco de aquella violencia pero a modo de libro.
A sus 47 años, el luchador ha conversado Larry Sloman para que juntos escribieran dicha obra. La pluma es de Larry, no obstante las oraciones son de Mike. Incluso han tenido que añadir una especie de anexo para explicar algunas de las palabras que se muestran en los diferentes capítulos. El texto narra las vida del atleta tras retirarse. Relata cómo llegó a ser un deportista con una fortuna valorada en más de 300 millones de dólares a convertirse en una persona en bancarrota.
Recientemente, ‘Iron Mike’ pidió ayuda públicamente en una entrevista a ESPN por los problemas que tiene con el alcohol. De hecho admitió que se trataba de una situación de vida o muerte, pues la bebida lo acercaba cada vez más a un cementerio. Aunado a eso, las drogas han estado cerca de su organismo en innumerables ocasiones, causándole otra adicción. Ha intentado rehabilitarse sin conseguirlo varias veces. Este aspecto contrasta mucho con su imagen de chico rudo e inquebrantable que demostraba cuando se subía al ring a pelear.
En un fragmento de su narración, admite que perdió un maletín con 1 millón de dólares en efectivo simplemente porque tuvo un día pesado. Igualmente comentó que “a veces fantaseo con volarle la cabeza a alguien para ir a prisión el resto de mi vida”. Al púgil se le han impuesto condenas largas en múltiples momentos. Una de las más populares fue por la supuesta violación a Desiree Washington. Tyson se defendió alegando que ella lo visitó en su apartamento a las 2 de la madrugada, sin embargo el jurado no le creyó y lo encontró culpable.
En más pedazos de su compendio, ‘El Tanque’ confirma que en la cárcel experimentó demasiadas relaciones sexuales, que pasaba días en su celda sin hacer nada debido al cansancio. Admite que una de sus parejas era su terapeuta de la penitenciaría, a quien le obsequió 10,000 dólares para que pudiera arreglar el techo de su hogar.
Uno de los pasajes más curiosos es cuando expone que una mañana arribaba temprano a casa cuando descubrió a su primera esposa y a Brad Pitt en la cama. Los enfrentó, pero el actor le suplicó que no lo golpeara y se escudó diciendo que únicamente estaban ensayando unos guiones. A lo largo de las páginas, el boxeador describe a dicha mujer como una ‘arpía’ que lo hizo parece un ‘perrito entrenado’.
Undisputed Truth ya está a la venta y promete a los lectores varios KO’s ya que no esconde nada y lo menciona todo. Puede ser una de las últimas balas que le queden a Mike Tyson para sobrevivir. Un mito de las peleas está viviendo su segundo round en lo que se refiere a las oportunidades de vivir.