Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).– Javier Navarro, obispo de la diócesis de Zamora, Michoacán, aseguró que el pueblo "se siente indefenso", ya que "hay autoridades de distintos niveles que por presión o por complicidad están involucrados con algún grupo de delincuencia organizada".
El prelado mexicano indicó que la Iglesia mexicana no está amenazada por el crimen organizado, sino que, afirmó, sus integrantes corren el mismo riesgo que cualquier ciudadano del país.
"Los obispos y sacerdotes de Michoacán no estamos amenazados por ningún grupo. Sí corremos el riesgo que corre cualquier ciudadano al transitar de un lugar a otro porque nuestra labor es viajar por comunidades alertando a la gente y también consolado a nuestros pueblos".
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), integrada por los más de 100 obispos de toda la República, celebrará del 11 al 15 de noviembre su 96 Asamblea Plenaria, donde, en presencia de enviados especiales del Papa Francisco, expondrán la violencia y amenazas que sufren en México, especialmente en Michoacán y Guerrero.
En especial se tratará lo denunciando por el obispo de Apatzingán, Miguel Patiño, quien ha denunciado en repetidas ocasiones que la estrategia de seguridad que mantienen los gobiernos local y federal en la zona de Tierra Caliente no funciona, pues pese a la presencia del Ejército, la Marina y la Policía Federal no se ha capturado a un solo capo importante.
Al respecto, el obispo de Zamora informó que Patiño estuvo la pasada semana en un retiro espiritual y que el viernes se reunieron en Michoacán todos los obispos del estado para hablar sobre la situación.
"Ni los sacerdotes ni los obispos estamos perseguidos de ninguna manera. Estamos realizando el trabajo evangelizador en un contexto quizás de más violencia que otros estados y monseñor Miguel tal vez está en al zona más conflictiva y candente", insistió el religioso en conferencia de prensa.
Navarro recordó que en mayo los obispos le enviaron una carta al Gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna García, en la que denunciaban la situación del violencia que se vive en el estado.
“Los obispos de Michoacán el 18 de mayo habíamos emitido un documento que firmamos todos, los nueve, en el que de alguna forma se está señalado aquello en lo que monseñor Patiño, de Apatzingán, es más explícito”, afirmó.
El obispo de Zamora mostró su apoyo a Patiño: "Su declaración parte de un corazón de pastor de mas de treinta años viviendo en aquella zona, la conoce perfectamente y sabe que su voz es una amplificación de las voces de mucha gente que se siente indefensa, desprotegida, que han tenido que lamentar muchos atropellos sin que se vea que prima la ley y el respeto a la vida humana", dijo.