Ciudad de México, 14 de noviembre (SinEmbargo).– La angustia de los últimos meses se transformó en apenas 90 minutos en una fiesta: la goleada por 5-1 ante Nueva Zelanda en el partido de ida del "play-off" alejó los fantasmas y dejó a México a un paso del Mundial de Brasil 2014.
La enorme presión que enfrentaba el combinado tricolor por no haber clasificado en la fase regular del hexagonal de la CONCACAF encontró una equivalente dosis de alivio en el emblemático estadio Azteca.
Los dirigidos por Miguel Herrera superaron con creces la prueba de fuego ante su afición, que dio rienda suelta al festejo al ritmo del tracional "canta y no llores"
Nueva Zelanda no la tuvo fácil en el "Coloso de Santa Ursula", al que llegaron unos 90 mil mexicanos a animar su selección. Cada saque del portero de los "All Whites", Glen Moss, fue recibido con un "puto" de parte de los espectadores.
Ante el monstruo de la barra mexicana, la pequeña afición de Nueva Zelanda, de no más de 50 personas, debió ser resguardada por policías antimotines.
Durante el partido los dirigidos por Ricki Herbert no tuvieron muchas oportunidades de llegar al arco mexicano y las pocas veces que lo lograron recibieron abucheos de parte de la afición.
Los nueve grados de temperatura que se registraron en el estadio Azteca no amainaron al público ni a los jugadores mexicanos, que dieron una muestra a Nueva Zelanda no sólo de su tradición futbolística, sino de lo mejor de su música. A lo largo del cotejo desde las barras los aficionados interpretaron con trompetas canciones como "El mariacho loco".
La alegría se desató ya en el primer tiempo. México tuvo al menos cinco oportunidades de marcar, sin embargo fue sólo a los minutos 31 y 36 que el "Tri" logró concretar tantos de la mano de Paul Aguilar y Raúl Jiménez.
El salto a la cancha de los mexicanos en el segundo tiempo fue por lo alto, ya que con sólo dos minutos llegó el tercer gol para el "Tri" de la mano de Oribe Peralta, quien repitió hazaña al minuto 79.
México enloqueció al Azteca con el quinto gol que le regaló al minuto 83 su veterana estrella Rafael Márquez. Los "All Whites" descontaron poco después a través de Chris James, pero no alcanzaron a opacar la alegría.
La fórmula de Herrera, quien en su primer partido como seleccionador no convocó a jugadores internacionales y se quedó con la nómina del actual campeón del fútbol local, el América que dirige, parece haber dado frutos en su primera prueba.
Con una larga tradición de participación en mundiales, a los que asiste de manera ininterrumpida desde Estados Unidos 1994 y siempre superando la primera fase, México estaba en deuda ante su público.
El 5-1 del partido de ida deja a México con grandes posibilidades de hacerse del cupo para el Mundial y apacigua el mal momento que tuvo el equipo con la desastrosa actuación en las eliminatorias, en las que en los últimos dos meses fueron despedidos tres entrenadores y logró acceder a la repesca gracias a la agónica ayuda de Estados Unidos.
El resultado de la prueba de hoy no pudo ser mejor y por ello una afición reconciliada elogió a los jugadores con la tradicional canción de "Cielito lindo".
"Ay, ay, ay, ay, canta y no llores porque cantando se alegran cielito lindo los corazones", se escuchó en más de una ocasión cantar con emoción en el Azteca.
La afición pidió y el combinado tricolor "se lució", como lo expresó la arenga con la que la hinchada despidió de la cancha al equipo.
La actuación de hoy puso una vez más a soñar a los mexicanos, que confían en lograr un buen resultado en el partido de vuelta el próximo 20 de noviembre en Wellington. Pero por sobre todas las cosas, esperan volver a disfrutar de su selección.