#Anuario2013 | Papa de condones, Putin en camisón, robos y obras recuperadas: los escándalos y récords del arte

23/12/2013 - 12:01 am

“Mujer sentada junto a una ventana” de Pablo Picasso. Foto: Euronews.
“Mujer sentada junto a una ventana” de Pablo Picasso. Foto: Euronews.

Por Raquel Miguel 

Madrid, 23 dic (dpa) – En los últimos años hablar de arte es hablar de mercado, y 2013 no ha sido una excepción: el sector parece ajeno a la crisis y sigue batiendo récords, como quedó en evidencia con la venta en noviembre de un tríptico de Francis Bacon por 142 millones de dólares, la pintura más cara jamás subastada de la historia.

La casa de subastas Christie's considera incluso que se ha abierto una “nueva era en el mercado del arte” que continuará en 2014. Y es que el tríptico “The Studies of Lucian Freud” no fue el único récord batido este año: el estadounidense Jeff Koons se convirtió en 2013 en el artista vivo más caro al vender su escultura “Ballon Dog” por 58.4 millones de dólares.

Obras de Andy Wharhol y Jackson Pollock batieron récords de ambos artistas, al venderse “Silver Car Crash”, del primero, por 105 millones de dólares y "Número 19", del segundo, por 58.3 millones. Otras cifras escalofriantes del año que termina las protagonizaron “Las manzanas” de Paul Cézanne, vendido por 41,6 millones de dólares, o “Mujer sentada junto a una ventana” de Pablo Picasso, por más de 45 millones de dólares.

El interés por obras impresionistas y de arte moderno hizo superar a menudo la marca de los 20 millones de dólares este año, entre otros factores ante el aumento de coleccionistas de Cercano Oriente, Rusia e India. No por nada la jequesa Al Mayassa bin Hamd bin Jalifa al Thani, hermana del emir de Qatar, fue elegida la persona más influyente en el mundo del arte en 2013 por la prestigiosa revista ArtReview, que le atribuye una inversión anual de unos mil millones de dólares.

Pero en 2013 no sólo se ha hablado de dinero: robos, escándalos de falsificación, obras atrevidas y polémicas involucrando a personajes poderosos y el descubrimiento de un "tesoro" en la casa de un anciano de Múnich han convertido en todo un thriller el año artístico que termina.

El caso más sonado del año lo protagonizó un anciano alemán de 80 años: en la casa en Munich Cornelius Gurlitt, hijo de un conocido coleccionista cercano a los nazis, se hallaron mil 400 cuadros en parte robados a coleccionistas judíos o confiscadas a museos por el régimen de Adolfo Hitler por considerarlas “arte degenerado”, que incluían trabajos de artistas como Picasso, Marc Chagall, Paul Klee o Hénri Matisse, algunos inéditos.

Alemania no daba crédito cuando supo que esas obras habían permanecido décadas en la oscuridad de un apartamento hasta su hallazgo -producido en 2012- pero que el fiscal responsable mantuvo en secreto y no salió a la luz hasta noviembre de este año, desatando un debate sin precedentes en el país sobre la gestión y el futuro de las obras de arte confiscadas por los nazis y después comercializadas, que ya están siendo reclamadas desde todas las partes del mundo.

“Le Jardin”, un lienzo de Henri Matisse, fue recuperado este año. Imagen: Especial
“Le Jardin”, un lienzo de Henri Matisse, fue recuperado este año. Imagen: Especial

Los robos siguieron siendo también noticia en 2013, pero también se realizaron recuperaciones, como la de “Le Jardin”, un lienzo de Henri Matisse robado hace 25 años o un cuadro de Rembrandt robado en 2006. Otras buenas noticias: los descubrimientos de un dibujo de Picasso, un nuevo Klimt, un nuevo Velázquez y sobre todo, el hallazgo de un nuevo Van Gogh, titulado “Puesta de sol en Montmajour”, que desató el júbilo en Ámsterdam.

Las falsificaciones siguieron constituyendo la principal preocupación del mundo del arte en 2013, con casos muy sonados: en junio fue desarticulada una banda internacional de falsificadores de arte en Alemania, Suiza e Israel, que desató todas las alarmas. En Rusia se habló el caso del marchante moscovita Alexander Chernov, que falsificó unas 800 obras de vanguardistas rusos, entre ellos Wassily Kandinsky y Kazimir Malevich, que aterrizaron en manos de coleccionistas.

Y en Nueva York el escándalo tuvo un protagonista: el chino Pei-Shen Qian, un pintor de Queens que falsificó durante años obras de Barnett Newman, Richard Diebenkorn, Mark Rothko e incluso Jackson Pollock que pasaron por galerías y museos internacionales. El escándalo desembocó en el sensacional cierre de la galería M Knoedler & Co, la más antigua de la ciudad.

En 2013 también volvió a mencionarse una palabra maldita en cualquier disciplina creativa: CENSURA. El cuadro del artista ruso Konstantin Altunin en el que el presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro, Dmitri Medvedev, aparecían pintados en ropa interior, no fue bien recibido por el Kremlin: el artista se vio obligado a huir de Rusia y pedir asilo en el país y la directora del museo de San Petersburgo que se atrevió a exponerlo detenida en varias ocasiones.

La otra obra más curiosa y “visionaria” del año fue quizá “Eggs Benedict”, el retrato de Benedicto XVI realizado con 17.000 condones por la artista estadounidense Niki Johnson, realizado precisamente en la semana de finales de febrero en la que el papa alemán presentó su renuncia. 2013 también vio a personajes como Fidel Castro, Hugo Chávez o Francisco Franco congelados en una nevera, un atrevimiento del artista español Eugenio Merino que superó la censura al desestimarse una demanda de la Fundación Franco en España.

2013 ha sido testigo también de aniversarios redondos de artistas que se recordaron con grandes exposiciones: Edvard Munch en el 150 aniversario de su nacimiento, homenajeado con exposiciones dentro y fuera del país y con el anuncio de un nuevo museo en Oslo; Joaquín Sorolla, el maestro español de la luz; Delacroix, Giorgio de Chirico, el padre de la “pintura metafísica” o Georges Braque, el maestro cubista desaparecido hace medio siglo. También ha sido el año de Chagall, pero sobre todo, ha sido el año de Picasso, al cumplirse 40 años de su muerte.

El mundo museístico también fue noticia, con la espectacular reapertura del Rijksmuseum de Ámsterdam, los cambios en las cúpulas del museo Pushkin de Moscú o el Louvre de París o la aperturas del Museo Whitney en Nueva York, el museo Renoir en la Cost Azul, el PAMM de Miami o el Fin-de-siècle de Bruselas.

Y las grandes ferias de arte como Art Basel, TEFAF en Maastrich, ARCOmadrid o la parisina FIAC volvieron a dejar en evidencia en 2013 que el sector no está en crisis y que los coleccionistas no reparan en gastos, mientras abrieron sus puertas nuevas citas para coleccionistas y amantes del arte: 2013 vio el nacimiento la primera Bienal del Sur, que celebrada en Panamá, o la primera bienal del mundo en internet (www.biennaleonline.org), un proyecto para sacar al arte de su torre de marfil y hacerlo accesible al público.

Redacción/SinEmbargo

Redacción/SinEmbargo

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