Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).- La polémica y los procesos administrativos a partir de la colocación de una estatua del ex Presidente de Azerbaiyán, Heydar Aliyev; y las obras de restauración a la figura ecuestre de Carlos IV, "El Caballito", ocuparon parte de la agenda informativa de 2013 en la capital del país.
El Jefe del Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, fue quien tomó la decisión final para reinstalar la estatua del ex mandatario de Azerbaiyán colocada durante la pasada administración de Marcelo Ebrard Causabón y que estuvo en medio de una polémica al tratarse de un dictador.
La efigie del ex Presidente, sentado y con el mapa de su país a sus espaldas, fue colocada en octubre de 2012 en Paseo de la Reforma y de inmediato diversos grupos sociales manifestaron inconformidad.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, designado como coordinador de Asuntos Internacionales en la actual administración del gobierno del Distrito Federal, apuntó que esa estatua "no honra" a la ciudad de México. Incluso se nombró una comisión ciudadana para definir el destino final de la efigie y cuál era la mejor solución al conflicto.
A partir de entonces autoridades del Gobierno del Distrito Federal y de la Embajada de Azerbaiyán en México sostuvieron reuniones para reubicar la estatua, que a la fecha permanece a resguardo de la administración capitalina en espera de ser instalada en su destino final.
Pero también la intervención a la figura ecuestre de Carlos IV, denominada "El Caballito", en septiembre pasado causó polémica por los daños causados por la empresa "Marina, Restauración de Monumentos".
Debido a las averías a la estatua, ubicada en la Plaza Tolsá, el gobierno local interpuso una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
De igual manera, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) formalizó un recurso legal por los mismos hechos, aunque ante la instancia federal de la Procuraduría General de la República (PGR).
Finalmente, se inició un proceso administrativo por esos hechos en la Contraloría General del Distrito Federal, que culminó con sanciones a cuatro funcionarios públicos, así como al responsable de la empresa.
Hiram Almeida, titular de la Contraloría capitalina, informó que de los funcionarios sancionados dos laboran en el Fideicomiso del Centro Histórico, uno en la Autoridad del Centro Histórico y el cuarto en la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal.
Sin embargo, no mencionó el tiempo de inhabilitación ni el monto de las sanciones que recibirán los funcionarios.
Almeida precisó que la prestadora del servicio queda impedida para participar en procedimientos de licitación y celebrar contratos con la Administración Pública del DF, conforme a la Ley de Adquisiciones local.
Explicó que derivado de la indagatoria se concluyó que hubo anomalías administrativas en que incurrieron servidores públicos lo cual derivó en amonestaciones, suspensión e inhabilitación de: José Vicente Arias, director de Desarrollo Inmobiliario del Fideicomiso Centro Histórico; Alejandro García Aragón, director de Recursos Materiales y Servicios Generales de la Secretaria de Gobierno; Josefa María del Carmen Gutiérrez Mora, directora ejecutiva de la Administración de la Autoridad del Centro Histórico; y Anell Cabrera Méndez, servidora pública del Fideicomiso del Centro Histórico.
Por su parrte, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinó que la intervención realizada a la estatua ecuestre de Carlos IV presenta daños en el 50 por ciento de su superficie, causados por la pérdida irreversible de la pátina original de la escultura, derivada del uso de ácido nítrico al 30 por ciento.
César Moheno, secretario técnico del Instituto, aseguró que la intervención realizada por el señor Arturo Javier Marina Othón, presuntamente contratado por funcionarios del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, no contó con la autorización del INAH.
Asimismo, dio a conocer que se violó la ley federal sobre Monumentos y Zonas arqueológicas, artísticas e históricas y su reglamento, por lo que el Instituto presentaría una demanda ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quién o quienes resulten responsables por dicha intervención.
Según el dictamen, la escultura presentó desaleación y pérdida irreversible de elementos (estaño y zinc) por el uso de ácido nítrico al 30 por ciento; corrosión del bronce y abrasión de la superficie por el uso de cardas metálicas.
En la parte del pedestal se presentan daños por disolución de materiales constitutivos por escurrimiento y absorción del ácido nítrico y óxidos; y manchas en la piedra por el escurrimiento y absorción de la solución del ácido nítrico.
También, manchas en los tableros de mármol por escurrimiento del ácido nítrico; manchas en los tableros de mármol por salpicaduras de óxidos de hierro de los andamios; incremento de los daños preexistentes en la piedra, lo que alteró las propiedades físicas del material y demeritó las cualidades estéticas del monumento histórico.
Asimismo, se menciona la disolución y desprendimiento de capas superficiales de carbonato de calcio, ocasionados por una limpieza con agua a presión de los tableros de mármol.
Con información de Notimex