Berlín, 2 ene (dpa) - El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, criticó la campaña de la Unión Cristiano Social (CSU) contra la inmigración de países más pobres y afirmó que con ella daña a Alemania y a Europa, publicó hoy el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
"El derecho de trabajar en cualquier país miembro de la Unión Europea (UE) es parte irrenunciable de la integración europea", recordó.
Los temores del hermano bávaro de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel por una posible oleada de inmigrantes al desaparecer el 1 de enero las restricciones impuestas a Bulgaria y Rumanía ha desatado la primera gran discusión en la gran coalición.
El Partido Socialdemócrata (SPD) no dudó en intervenir tras un documento presentado por el presidente de la CSU, Horst Seehofer, en el que reclama medidas de control que implican, por ejemplo, eliminar las prestaciones sociales en los primeros tres meses de residencia en el país o la expulsión de los inmigrantes que hayan cometido fraude contra el sistema social alemán. "Lo que no queremos es una inmigración en nuestro sistema de seguridad social", indicó Seehofer.
El presidente de la CSU recordó en una entrevista publicada hoy por el diario alemán "Bild" que en el contrato de la gran coalición entre el SPD y la Unión (CDU-CSU) se fijó que se adoptarían medidas para evitar el fraude en el sistema social alemán.
"La CSU no ha entendido en qué consiste Europa. Y es evidente que no quiere hacerlo", afirmó el secretario de Estado de Europa del Ministerio de Exteriores alemán, Michael Roth, al "Süddeutsche Zeitung".
Mientras Angela Merkel guarda silencio, el vicepresidente de la CDU, Armin Laschet, declaró que la inmigración de Rumanía y Bulgaria será "un beneficio para nuestra sociedad que envejece". Sin embargo, destacó al diario "Passauer Neue Presse" que "sólo quien tenga un puesto de trabajo puede venir a Alemania".
