
Ciudad de México, 13 de marzo (SinEmbargo).– El departamento de salud británico dio a conocer el lanzamiento de una consulta de tres meses en la que se dará a conocer el borrador del proyecto de ley que regulará una técnica para prevenir enfermedades graves heredadas de la madre, un grupo de patologías complicadas denominadas enfermedades mitocondriales para las que no existe ninguna cura en la actualidad. Sin embargo, el procedimiento no está exento de controversia, y ésta radica en que el método requiere manipular el embrión que llevará ADN de tres personas.
Las enfermedades mitocondriales, que se dan en uno de cada 5 mil a 10 mil nacidos, se producen por un defecto en la mitocondria materna. Para evitar esa herencia, la técnica utiliza un óvulo de donante, al que se traspasa toda la información genética materna, con la excepción de la mitocondria defectuosa; el nuevo óvulo resultante se fecunda posteriormente con esperma del padre. De esta manera, el bebé resultante de esta técnica, tendría unos 20 mil genes heredados de sus padres y los 37 genes de la mitocondria de la mujer donante.
Otro aspecto que genera debate, además de la triple procedencia genética, es que sería la primera vez en introducir cambios genéticos que pasan no sólo al niño que se concibe sino a las siguientes generaciones. No obstante, no tendrá impacto en las características de la persona, ya que el ADN del núcleo del donante es eliminado. No obstante, otra preocupación es que podrían ocurrir efectos secundarios inesperados que dañen la salud de los nacidos. Sin embargo, la ventaja de la técnica pesa más que las cuestiones éticas.
"Permitir la donación mitocondrial podría dar a la mujer que porta una enfermedad mitocondrial la oportunidad de tener niños sin estos trastornos genéticos tan devastadores. Y permitiría además al Reino Unido estar a la cabeza del desarrollo científico en este área", dijo Dame Sally Davies, responsable del departamento de salud británico.
Por su parte, la técnica desarrollada por la Universidad de Newcastle, fue originalmente ideada por el equipo del Centro de Investigación de Primates de Oregon, dirigido por Shoukhrat Mitalipov. "Estoy encantado de que el gobierno haya publicado los detalles de la regulación", dijo Doug Turnbull, profesor de la universidad británica, a la BBC. "Son muy buenas noticias para pacientes con enfermedad mitocondrial y un importante paso en la prevención de estas graves enfermedades", agregó.

El gobierno del Reino Unido, con el respaldo de su ministerio de salud, anunció en junio de 2013 que la técnica de reproducción asistida contaba con su apoyo. Lo hizo después de conocer un informe del Consejo de Bioética de Nuffield, un organismo independiente que asesora sobre la vertiente ética de diversos proyectos. Sin embargo, la regulación de la normativa debía ser debatida y aprobada por el Parlamento antes de que la Autoridad sobre Fertilización Humana y Embriología (HFEA) pudiera permitir a las clínicas que ofertaran este procedimiento.
El borrador, a lo largo de 47 páginas, señala y abre el debate a diversos aspectos que van desde establecer que la mujer donante debería recibir el mismo trato que un donante de órganos, así como que el niño no podrá conocer nunca la identidad de la donante, de la misma manera en que ocurre en las donaciones de óvulos o de esperma.
Probablemente el deseo de pasar a la historia como los pioneros en una novedosa técnica fue uno de los motivos por los que el departamento de salud publicó los detalles de la nueva normativa, ya que fue la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) quien anunció que un comité de expertos debatirá si se debería permitir esta técnica en humanos, publicó el diario español El Mundo.
Sin embargo, el paso dado por Reino Unido no pretende debatir si la técnica debe o no permitirse en este país, algo que ya fue discutido con anterioridad, sino la manera en la que debe implementarse. En este caso, la HFEA tendrá que valorar cuales casos son los que tienen un riesgo significativo de enfermedad o discapacidad grave e incluso se señaló que sólo los casos de mujeres más gravemente afectadas (aproximadamente 10 al año) podrían ser considerados para este procedimiento.




