Washington, 13 mar (dpa) - El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo hoy que Washington continúa sus esfuerzos para intentar convencer al gobierno de Nicolás Maduro de que debe poner fin a la "campaña de terror" contra el pueblo venezolano, para lo cual subrayó la importancia del apoyo de los países de la región.
"Estamos intentando encontrar la forma de lograr que el gobierno de Maduro hable con sus ciudadanos, que los trate de forma respetuosa, que ponga fin a esta campaña de terror contra su propio pueblo y que empiece, esperemos, a respetar los derechos humanos", dijo Kerry durante una audiencia en el comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
En este sentido, un día después de reconocer que hasta el momento los vecinos de Venezuela no han hecho mucho caso a los llamamientos de Washington, insistió en la necesidad de que el hemisferio actúe para detener la violencia en el país sudamericano, donde las protestas que se viven desde mediados de febrero contra Maduro han causado ya 28 muertos, más de 300 heridos y 1.300 detenidos. "Es hora de que la OEA (Organización de Estados Americanos) y los vecinos (de Venezuela), los aliados y otras organizaciones internacionales se centren de forma adecuada en Venezuela y le exijan responsabilidades", agregó a una pregunta de la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, una acérrima crítica del gobierno venezolano.
La víspera, en otra audiencia en el Congreso, Kerry había reconocido que hasta ahora no ha tenido éxito en sus intentos de lograr que los vecinos de Venezuela presionen a Caracas para que se abra al diálogo con la oposición.
"Hemos estado en contacto con los países vecinos (de Venezuela). Estamos hablando con ellos para intentar lograr algún tipo de iniciativa pero no nos están haciendo especial caso", concedió.
Aun así, aseguró que en caso necesario Washington está dispuesto a imponer sanciones a Venezuela.
"Estamos preparados, de ser necesario, para invocar la Carta Democrática Interamericana en la OEA y a implicarnos de forma seria mediante sanciones", señaló.
Estados Unidos ha realizado en los pasados días esfuerzos por intentar que los vecinos de Venezuela traten de llamar a la moderación al gobierno de Maduro.
El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, aprovechó en este sentido su presencia en la asunción de Michelle Bachelet como nueva presidenta de Chile para tratar el tema durante sus encuentros y charlas con varios mandatarios de la región, sin resultados positivos para Washington hasta ahora, como ha reconocido Kerry.
El gobierno estadounidense también ha llevado esta cuestión ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, donde el subsecretario de Estado adjunto para Democracia y Derechos Humanos, Scott Busby, trasladó hoy la "profunda preocupación" de Washington por las "detenciones arbitrarias" y "excesivo uso de la fuerza" del gobierno venezolano contra manifestantes y periodistas.
"Llamamos a un diálogo verdaderamente incluyente entre el gobierno y la oposición con la mediación de una tercera parte", dijo Busby durante una de las sesiones del Consejo.
"La situación actual en Venezuela hace imperativo que terceras partes de confianza faciliten la conversación para que los venezolanos busquen soluciones para poner fin a la violencia y lidien con las divisiones políticas de una forma democrática", insistió.
Venezuela ocupó hoy buena parte de la atención de diversos comités del Congreso.
Poco antes de que declarara Kerry ante el panel de la cámara baja, miembros del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado también dedicaron a Venezuela buena parte de sus preguntas para el jefe del Comando Sur (SOUTHCOM), John Kelly, para quien Maduro no está totalmente seguro de la fidelidad de sus militares hacia su gobierno.
Los militares venezolanos "son leales a sí mismos y, en estos momentos, están limitándose a ver qué es lo que pasa", declaró Kelly.
Aunque "en estos momentos" mantienen su lealtad al gobierno actual, "probablemente hay tensiones y ciertamente opiniones dentro de la institución acerca de cuál es el camino hacia adelante", continuó.
Según Kelly, una prueba de las dudas sobre los militares del propio Maduro es el hecho de que hasta ahora no haya recurrido demasiado a ellos para controlar las protestas.
"Creo que eso dice algo sobre lo que el gobierno puede estar pensando acerca del rumbo de los militares. (El gobierno) está tratando de controlar las cosas con la policía y por otras vías" ajenas a los uniformados, recordó.




