Bruselas, 16 Dic (Notimex).– Los inmigrantes que viven en la Unión Europea (UE) sufren mayor riesgo que la población local de enfrentar el desempleo o de ejercer un trabajo para el que están sobrecalificados, reveló la Eurostat.
Los datos más recientes de la oficina estadística comunitaria revelaron que 10 por ciento de los inmigrantes extracomunitarios (nacidos en un país que no pertenece a la UE) residentes en la mancomunidad estaban desempleados en 2008.
Entre los nativos de un país europeo, independiente de residir en su propio país o en otro de la mancomunidad, 6.0 por ciento estaban desempleados en ese mismo año.
Según Eurostat, el fenómeno se observa en todos los países de la UE, con excepción de Grecia y Hungría.
Las principales economías de la mancomunidad presentan diferencias mayores que la media europea.
En España, el desempleo afecta a un 15 de los inmigrantes extracomunitarios, frente al 9.0 por ciento de los nativos, y en Francia y Alemania las cifras son de 12 contra 6.0 por ciento.
La disparidad es elevada en Bélgica, donde el desempleo afecta a un 14 por ciento de los residentes que nacieron fuera de las fronteras europeas contra un 5.0 por ciento de los belgas.
También llama la atención la desigualdad en Suecia, donde 11 por ciento de los extranjeros están en el desempleo frente al 3.0 por ciento de los suecos.
Entre los inmigrantes que sí tenían un empleo en 2008, un 34 por ciento ejercía una función para la cual su nivel de educación y calificación era “significativamente superior” al necesario, un problema que afecta a 19 por ciento de los europeos nativos.
En ese caso, las mayores disparidades se observan en Grecia, donde la sobrecalificaficación afecta a 62 por ciento de los trabajadores extranjeros contra 18 por ciento de los nativos del país.
En seguida se sitúan Italia y España, con diferencias de 50 a 13 por ciento y de 58 a 31 por ciento, de manera respectiva.
Ningún país europeo se excluye de esa tendencia, de acuerdo con Eurostat.
Como consecuencia, el riesgo de pobreza y de exclusión social afecta en especial a esa población, que representaba en 2008 el 9.4 por ciento de los residentes en la Unión.
El problema se observa entre 31 por ciento de los extranjeros y entre menos de 20 por ciento de los ciudadanos europeos, una media que es superada por la mayoría de las grandes economías europeas.
La peor situación es la de los inmigrantes residentes en Grecia, donde 45 por ciento de ellos están en situación de riesgo frente a un 23 por ciento de los nativos.
No obstante, la mayor diferencia entre esas dos poblaciones se registra en Bélgica, donde el riesgo afecta a 36 por ciento de los extranjeros contra 13 por ciento de los nativos.
Los datos de Eurostat se refieren a ciudadanos con edades de entre 25 y 54 años.