Tokio, 20 Dic (Notimex).- El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró hoy el estado de calamidad en las provincias del sur, en la isla de Mindanao, afectadas por las inundaciones que causaron la muerte de casi mil personas.
Según datos del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta de Desastres la cifra de decesos se situó en 957, mientras los desaparecidos superan los 550.
De acuerdo con la información recabada por la Cruz Roja en las zonas afectadas, la mayoría de fallecidos son de las ciudades de Cagayan de Oro e Iligan, y los demás de las provincias de Bukidnon, Negros, Zamboanga del Norte y Compostela Valley.
Aquino hizo la declaración durante una reunión informativa con los jefes de los organismos regionales sobre la devastación que ha dejado la tormenta tropical "Washi", que en Filipinas se le conoce como Sendong.
El mandatario visitó a las víctimas de las inundaciones en las ciudades portuarias de Cagayan de Oro y de Iligan, las más afectadas por la tormenta, donde supervisó los esfuerzos de los equipos de socorro oficiales y evaluó los daños provocados por el fenómeno natural.
En Cagayan de Oro se han reportado 579 decesos y en Iligan 279. La mayoría de las personas que fallecieron el fin de semana pasado vivia en las cercanías de la costa y fue sorprendida cuando dormían cuando las olas los arrastraron, reportó el periódico "Philippine Daily Inquirer".
El número de damnificados ascendió a 338 mil 415 personas, de las cuales 42 mil 733 se encuentran en 62 centros de atención provisionales, mientras que el número de heridos asciende a mil 582, la mayoría por fracturas y golpes sufridos durante las riadas.
El director de esta agencia, Benito Ramos, señaló que los afectados necesitan urgentemente agua potable y necesitarán asistencia para reconstruir sus vidas.
Aldeas enteras y cientos de viviendas fueron anegadas por las riadas causadas por las copiosas precipitaciones que la tormenta tropical descargó en la región desde el viernes.