
Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).– La Secretaría de Hacienda revisó a la baja hoy, por segundo año consecutivo, sus propias proyecciones de crecimiento. El país no crecerá 3.9 por ciento como había anunciado, sino menos: un 2.7, anunció el subsecretario de la dependencia federal, Fernando Aportela Rodríguez. El titular, Luis Videgaray, no atendió el evento.
Aportela dio a conocer que en el primer trimestre del año se registró un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos equivalente a 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y atribuyó dicho resultado "en parte" a lo ocurrido en Estados Unidos por un clima "extremadamente malo", y al menor consumo tras la entrada en vigor de nuevos impuestos aprobados en la Reforma Fiscal.
Sin embargo, destacó que hay elementos que "ratifican el mayor dinamismo que se espera en la economía mexicana del segundo al cuarto trimestre de 2014", entre ellos las perspectivas favorables de la producción industrial en EU, que deberán reflejarse en un "mayor dinamismo de las exportaciones mexicanas".
Antes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) anunció que el PIB aumentó un 1.8 por ciento en el primer trimestre de 2014 respecto al mismo período del año anterior. Informó que el crecimiento del PIB fue impulsado por incrementos en el sector primario (4.9 por ciento), el terciario (1.8 por cinto) y el secundario (1.6 por ciento) respecto al primer trimestre de 2013.
De acuerdo con cifras desestacionalizadas (sin factores coyunturales por temporada), el PIB aumentó un 0.28 % en comparación con el trimestre inmediato anterior.
Por su parte, el Banco de México (Banxico) informó que en el primer trimestre de 2014, la cuenta corriente de la balanza de pagos de México registró un déficit de cuatro mil 533 millones de dólares, cifra inferior a los siete mil 711 millones de dólares reportados en el mismo periodo del año previo.
Informa que este resultado se derivó de la combinación de saldos negativos en la balanza de bienes y servicios y en la de renta, así como por un superávit en la balanza de transferencias.
El Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, es objeto de fuertes críticas debido a que la economía está estancada y sus previsiones, alegres a principios del primero y segundo años de Enrique Peña Nieto, se han debido corregir. Hoy mismo, The Economist, una influyente revista británica especializada en economía y finanzas, lanzó una crítica a las proyecciones realizadas por el gobierno.
Desde ayer, los analistas advierten que estos ajustes mandan señales a los inversionistas. Los recientes recortes de analistas, bancos, instituciones internacionales y del Banco de México (Banxico) al porcentaje original de crecimiento económico estimado por el gobierno de Enrique Peña Nieto para este año (3.9 por ciento) muestran que el equipo económico dirigido por Luis Videgaray se equivocó en sus cifras y estrategia por segundo año consecutivo, consideraron expertos en economía y finanzas.
Estas equivocaciones en el estimado del crecimiento de México ponen en evidencia "errores en la forma de comunicar las cifras económicas", lo que agudiza la decepción de los inversionistas nacionales y extranjeros que mantienen parados sus proyectos ante la falta de certidumbre, coincidieron.
“Las proyecciones de crecimiento del año tenían una expectativa muy alta y eso nos pasó en 2013. Las cifras oficiales tanto de gobierno como de las dependencias han incurrido en ese error o en esa práctica de poner una expectativa muy alta, con lo que es más complicado explicarle al mercado por qué no se cumplió”, consideró Juan Musi Amioni, director general de de Somoza Musi y Asociados.
“El dato –que se dará hoy– va a ser malo, pero el mercado ya lo tiene digerido y asimilado; la única sorpresa es que viniera más malo todavía. Una cifra por debajo del 2 por ciento sería más mala de lo que pensamos”, expresó Musi Amione.
En tanto, Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de CIBanco, consideró que el anuncio de Banxico pone en alerta a los inversionistas, ya que su estimado a la baja fue mayor al calculado.
“Se pensaría que los ajustes más fuertes ya se habían dado, pero este bajón fue más agudo. Creo que lo más serio, antes de seguir adivinando, sería esperarse al segundo trimestre”, dijo.
COMPETITIVIDAD, POR LOS SUELOS
El reporte de Competitividad Mundial del Instituto Internacional para el Desarrollo Administrativo (IMD, por sus siglas en inglés) mostró ayer cómo México perdió nueve lugares en el ranking mundial de competitividad y bajó al lugar 41 del 32 que ocupaba el año pasado.
“El 2013 ha sido un poco decepcionante para México en términos de crecimiento del Producto Interno Bruto y algunas otras cifras macroeconómicas”, dijo Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial del IMD.
México perdió en todos los rangos que son evaluados para sacar el promedio, sobre el que se realiza el ranking. En Desempeño Económico bajó al lugar 18, desde el 14. En el de Eficiencia Gubernamental pasó al 41 cuando se encontraba en el 29. En el de Eficiencia de Negocios llegó 41, desde el 33. En Infraestructura perdió menos: de 51 a 49.
El descenso se debió también a factores indirectos como la recuperación de los países europeos que en el pasado, cuando tuvieron su crisis financiera, hicieron que México escalara posiciones.
Bris expresó que el país tuvo un crecimiento económico “decepcionante, pese a los beneficios que se esperaban del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica)", aunque recalcó que "los expertos coinciden en que se trata de un declive temporal dentro de una tendencia positiva en general".
En un sondeo realizado entre ejecutivos de distintos países, las mayores fortalezas que éstos observaban en México son su mano de obra bien formada, costos competitivos, su dinamismo económico y el entorno propicio para los negocios.
CRÍTICA DE THE ECONOMIST
“En lo que va del año, el gobierno de México se ha parecido a uno de los muchos devotos de San Judas, santo patrón de las causas perdidas del país. Se ha mantenido obstinadamente en un 3.9 por ciento como previsión de crecimiento para 2014, a pesar de que su principal mercado de exportación, los Estados Unidos, ha ido lento, y a los dos pilares de su economía –comprar y construir– les ha ido aún peor”, dice The Economist hoy viernes.
El 21 de mayo, el Banco de México revisó su previsión de crecimiento a 2.3-3.3 por ciento [rango], sobre el 3-4 por ciento anterior. “Se espera que el gobierno por fin haga lo mismo este 23 de mayo, cuando las cifras del PIB del primer trimestre sean liberadas. Aun así, los funcionarios están convencidos de que en cuestión de meses los beneficios de sus planes para modernizar la economía comenzará a aparecer en los números”, agrega.
“Los mexicanos tienen una buena razón para ser escépticos. En el primer año del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando lanzó una impresionante ola de reformas constitucionales, la economía creció un magro 1.1 por ciento. Su gobierno anunció un nuevo impulso para el crecimiento de este año con más gasto deficitario. Efectivamente, el gasto público aumentó un 13.2 por ciento en el primer trimestre, comparado con el mismo periodo de 2013. Pero ha ha habido una caída en la construcción, incluidos los proyectos de infraestructura grandiosas que supuestamente se detonarían con dinero público. Incluso los funcionarios del gobierno parecen desconcertados por el tiempo que está tomando en registrarse el gasto”.
En las tiendas, las noticias son aún peores, agrega The Economist. “La ANTAD, organización que representa a los supermercados y tiendas de conveniencia, dice que en los primeros cuatro meses de 2014 las ventas totales cayeron por primera vez en 30 años. La manufactura era más brillante. Las exportaciones no petroleras aumentaron un 5.2 % en los tres primeros meses, principalmente a Estados Unidos. Pero al norte, la recuperación no es aún lo suficientemente robusta como para confiar”.
Contra toda lógica, dice la prestigiada revista, las reformas de Peña Nieto parecen pesar sobre el crecimiento a corto plazo, incluso si prometen beneficios eventuales. “Tomen los impuestos. La reforma fiscal ha elevado el impuesto sobre la renta, que afecta a las personas acomodadas. La política también ha herido de manera desproporcionada a los pobres a través de un gravamen contra la obesidad sobre los refrescos y aperitivos. Jonathan Heath, economista, lo expresa así: ‘El gobierno está gastando más, pero tomó ese dinero de los hogares’”.
La inversión es otro ejemplo, sostiene. “Muchas empresas han puesto sus planes de expansión en espera hasta ver cómo la legislación secundaria que detalla los cambios constitucionales del gobierno se aterrizan en el Congreso. Esto es particularmente cierto en la energía y las telecomunicaciones, las dos industrias más importantes que se ha revisado”.
The Economist cita a Ernesto Revilla, economista jefe de la Secretaría de Hacienda, quien dice que los brotes verdes están surgiendo y que incluso los pronosticadores más pesimistas predicen un repunte en el segundo semestre del año. Para poner buena cara a las cosas, él compara este proceso de reformas en México a una casa en remodelación . Al principio no hay emoción. Luego está la ira y la frustración, ya que toma mucho tiempo. Esa es la fase de México ahora. “Pero" , dice Revilla, “cuando se concluya la casa, todo el mundo será más feliz".





