Paco de Lucía evocado en tiempo de jazz, en un concierto donde el amor al genio hizo vibrar Cancún

25/05/2014 - 12:00 am

Antonio Sánchez, sobrino de Paco de Lucía, mostró la casta. Foto: Cortesía Intervalo Comunicación
Antonio Sánchez, sobrino de Paco de Lucía, mostró la casta. Foto: Cortesía Intervalo Comunicación

Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).- Solía decir Paco de Lucía que el jazz le había dado alas para componer desde el flamenco, el género al que le dedicó su vida y obra. Precisamente, la improvisación y el encuentro en ritmo de jazz honraron la memoria del genio fallecido el 25 de febrero pasado en Playa del Carmen.

Fue en Cancún, la tierra en la que vivía con su familia, donde salía a menudo a comprar pescado, a pescar, a bucear, en cuyas playas encontró la muerte debido a un infarto fulminante que lo llevó pronto, a los 67 años.

En la avenida principal de la magnífica zona hotelera que da carácter inconfundible a Cancún, la zona turística por antonomasia, una larga fila de carteles que replicaba el rostro del autor de “Entre dos aguas” puso el testimonio gráfico a los sentimientos encontrados de quienes se reunieron para evocar la figura del mejor guitarrista de flamenco de la historia.

PACO EN LOS CARTELES

“Estamos todos por la causa”, dijo Antonio Sánchez, el encargado de abrir el Oasis Jazz U Latin Fusion 2014, que en su tercera edición destacó el legado de un hijo dilecto de estas tierras caribeñas, a pesar de haber nacido en 1947 y de ser andaluz de pura cepa.

Sánchez lleva la sangre del maestro y cuando no había terminado de llorar la repentina muerte de su tío tuvo que empezar a derramar lágrimas por su padre Antonio, el hermano mayor de Paco, quien murió la semana pasada.

Así que todo es triste en Cancún y todo al mismo tiempo, como bien lo marcó el bajista catalán Carles Benavent, “es alegre y festivo, como si él estuviera realmente aquí”.

El homenaje a Paco de Lucía en Cancún, el lugar donde perdía su celebridad y se sentía sencillamente Francisco Sánchez Gómez inició con un tablado armado por Antonio, eficaz en la ejecución de la guitarra que domina con un estilo vigoroso y asertivo que supo pulir al lado de su tío, en cuyo grupo ingresó para reemplazar a Niño Josele.

Entre un cantaor y un bailaor, rumbas, tanguillos y bulerías, Sánchez trajo toda la energía de una nueva generación de artistas dedicados al flamenco. El vigor, la energía, fueron las notas a destacar en un colectivo que destaca por el resultado que logra en conjunto más que por el lucimiento de cada uno de sus miembros.

Carles Benavent, un artista prodigioso en Cancún. Foto: Intervalo Comunicación
Carles Benavent, un artista prodigioso en Cancún. Foto: Intervalo Comunicación

No son artistas deslumbrantes ni extraordinarios en lo individual -el mismo Antonio toca maravillosamente, con humildad y capacidad para transmitir emociones pero todavía le falta algo más de osadía, de bravura-, pero cuando unen fuerzas y talentos logran momentos memorables, de gran potencia escénica.

“La primavera”, por ejemplo, la rumba del mítico Potro de rabia y miel, disco paradigmático de Camarón de la Isla y Paco de Lucía, marcó en la noche del viernes en el esplendoroso escenario del Oasis Hotel un punto de inflexión donde uno puede entre otras cosas entender por qué Antonio Sánchez fue elegido para formar parte de la orquesta de su tío.

No había nada más difícil: ser sobrino de Paco de Lucía y poder acompañarlo en las giras. Antonio lo logró seguramente en parte a esa mirada abarcadora del flamenco, un género al que parece conocerle todos los secretos.

Cabe mencionar que lo mejor de la banda que acompañó al joven guitarrista estuvo sin duda en la preciosista intervención del célebre bajista cubano Alain Pérez, un verdadero maestro en el arte de crear atmósferas y compensar con emoción la arrolladora fuerza de sus compañeros. Brillantez también agregó el saxofonista Félix Betancourt en uno de los momentos más celebrados de la noche.

EL CANCUNENSE

En su primera aparición pública en México luego del fallecimiento de Paco de Lucía, su viuda, Gabriela Carrasco agradeció la presencia de “los musicazos” que acudieron a Cancún, al tiempo de destacar que de las muchas ceremonias realizadas en honor a su esposo fallecido, la llevada a cabo este fin de semana en el Caribe tuvo un significado especial.

“Aquí Paco era feliz, aquí procreamos una hija cancunense”, contó y luego le dio la palabra a Juan D’Anyélica, amigo personal de Paco, guitarrista y organizador del Oasis Jazz U Latin Fusion 2014.

“Paco hacía giras por todo el mundo, pero siempre tenía que regresar a Cancún, una tierra que llevaba en su corazón”, dijo.

“Aunque se haya ido físicamente, sé que está entre nosotros, porque estará vivo a través de su música; personas como él nunca deberían irse”, agregó.

Decepcionante fue la participación del trío de Carles Benavent, integrado además por el pianista Roger Más y el baterista Roger Blavia, quien con su estilo desbordante opacó el sonido del catalán que acompañó a De Lucía durante 20 años.

Foto: Especial
Foto: Especial

No hubo emoción en el concierto de Benavent; fue breve y distante, a pesar de que no padeció los problemas de sonido que desequilibraron con su estridencia la intervención de Antonio Sánchez y sus artistas.

Entre el funk, el jazz straight ahead y la mención literal a la obra de Paco de Lucía con la ejecución de “Zyriab”, la obra que dio nombre al disco que hizo Paco con Manolo Sanlúcar, Chick Corea y el propio Benavent, quedó un gusto a poco y cierto extrañeza en el ambiente, un aire que logró atenuar un poco el aporte inconmensurable del flautista Jorge Pardo, siempre propositivo y conmovedor.

Y LLEGÓ EL JEFE

La presencia de Paquito D’Rivera como cierre de lujo a la primera noche del homenaje a Paco de Lucía en Cancún tuvo un efecto devastador. Como un huracán en esta zona de huracanes, donde el clarinetista y saxofonista cubano demostró por qué no puede ser visto sólo como un representante de eso tan difuso llamado jazz latino.

Por las venas del oriundo de La Habana corre el jazz en sentido puro y estricto, una condición que lo hace versátil y monumental, tan seguro de sí como para integrar en su orquesta a intérpretes de calidad sublime como el trompetista argentino Diego Urcola, que lo acompaña desde 1991.

El cubano excepcional junto al argentino prodigioso. Foto: Cortesía Intervalo Comunicación
El cubano excepcional junto al argentino prodigioso. Foto: Cortesía Intervalo Comunicación

Todos los músicos de Paquito, incluido el invitado especial, el percusionista xapaleño Miguel Cruz, son instrumentistas geniales, cada uno de los cuales podría encabezar su propio proyecto, tal como lo demostraron en los solos.

Y luego está él. O antes. O siempre. Un músico de excepción en su mejor forma a los 65 y que tras la ejecución de dos movimientos de la suite que Ernesto Lecuona dedicara a Andalucía, se despidió de Cancún hablando del amor a Paco de Lucía.

“En tiempos de guerra, de desencuentros, donde todos se odian los unos a los otros, este show fue una muestra de amor, de amor a Paco”, remarcó D’Rivera.

En la noche de Cancún el fantasma de Paco de Lucía llenaba de estrellas el cielo y se iba tocando bajito, tan “metiíto” para adentro como solía hacer el genio amado.

Mónica Maristain

Mónica Maristain

Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.

Lo dice el reportero