Teherán, 23 jun (EFE).- El Gobierno iraní consideró "contraria a la Constitución" del país la norma aprobada hoy por el Parlamento que le obligará, de ser ratificada por el Consejo de Guardianes, a cumplir unas "líneas rojas" para llegar a un acuerdo con los países del Grupo 5+1 sobre el programa nuclear de Irán.
El portavoz del Gobierno del presidente Hasán Rohaní, Mohamad Baqer Nobajt, apuntó en su rueda de prensa semanal que la decisión adoptada hoy con una abrumadora mayoría por la Asamblea Consultiva Islámica incumple la previsión de la Constitución iraní que establece que las decisiones sobre cuestiones nucleares son responsabilidad del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y no del Parlamento.
En ese sentido, Baqer subrayó el rechazo del Gobierno a esta iniciativa, impulsada en el Parlamento por diputados opositores, que ostentan la mayoría en la Cámara, pero que también fue apoyada por muchos otros legisladores de todas las tendencias.
Entre otras cosas, la iniciativa, que todavía no se ha convertido en ley, exige al Gobierno que para que cualquier acuerdo con las potencias del Grupo 5+1 (EU, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania) sobre el programa nuclear del país sea válido, se debe garantizar el fin inmediato de todas de las sanciones que pesan sobre el país, la prohibición de inspeccionar centros militares y preservar el derecho iraní al I+D nuclear.
De ser ratificada, Rohaní y sus negociadores podrían perder la capacidad de maniobra para llegar a un pacto que satisfaga al Grupo 5+1 y hacer inviable con algunas de sus previsiones que el mismo pueda cumplirse.
Por ejemplo, la norma pide la eliminación "inmediata y completa" de todas las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Europea, y el Congreso y el Gobierno de EEUU en cuanto el pacto entre en vigor.
Si bien en las negociaciones se da por hecho que las sanciones de Naciones Unidas y la UE se podrían retirar sin problemas, no está nada claro que el Congreso de EEUU, donde están los mayores enemigos de un acuerdo nuclear, vaya a retirar las sanciones que impuso unilateralmente.
La prohibición de inspecciones a centros militares y de entrevistas a científicos iraníes que exige la norma propuesta por el Parlamento también podría dañar cualquier pacto.
Irán y el Grupo 5+1 negocian desde hace 16 meses un acuerdo que garantice que el programa nuclear iraní no pueda desviarse a fines militares a cambio del levantamiento de sanciones económicas que lastran la economía del país.




