Puebla, 16 Jun. (Notimex).- La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que la Policía Ministerial detuvo a Ana Santos Pestaña Rincón, quien se encuentra sujeta a investigación por el Ministerio Público, implicada en el homicidio del policía municipal Óscar Ortiz Olvera, el 6 de junio pasado.
La dependencia precisó que el uniformado murió luego de que presuntos delincuentes le dispararon a quemaropa cuando realizaba una revisión de rutina en la colonia Anzures de esa ciudad.
La mujer de 22 años fue detenida ayer en una casa habitación donde fueron asegurados sopletes, barretas, herramienta, diferentes aparatos electrónicos y equipos de cómputo cuya legítima procedencia y posesión no ha sido documentada hasta el momento, indicó.
La Policía Ministerial busca a Luis Martín Cano Quiróz, familiar de la detenida, identificado como la persona que accionó el arma contra el policía con placa 741 mientras efectuaba una revisión a individuos que habían sido reportados como sospechosos en el cruce que conforman las calles 33 Oriente y 10 Sur de esa zona habitacional.
Con relación al probable homicida, reportes ministeriales indican que es originario de la ciudad de Puebla, tiene 45 años y en 2009 laboró como guardia de seguridad privada para una empresa de la capital poblana a la que renunció voluntariamente el mismo año.
La mujer colaboró con información que ya es procesada por la Policía Ministerial como parte de las indagatorias que se efectúan bajo la Averiguación Previa 72/2012/AEH, para obtener y aportar al Ministerio Público elementos de prueba y mayores referencias sobre los demás implicados en los hechos delictivos.
Aunado a lo anterior, es de subrayar que el oficial de policía municipal que acompañaba al occiso reconoce a Luis Martín Cano Quiroz como la persona que disparó contra su compañero.
A raíz del homicidio la Policía Municipal localizó a siete personas que en su oportunidad fueron presentadas en la Dirección Metropolitana Norte de la PGJ, área que se abocó a desahogar, entre otras diligencias, las declaraciones de los testigos presenciales de los hechos.
Tras la confrontación de los entonces asegurados se concluyó que ninguno de ellos fue el que disparó al policía; motivo por el cual se descartó su probable responsabilidad y se procedió a ponerlos en libertad.
