Se trata de una nueva crisis económica mundial. Una que no vendrá del Tercer Mundo sino de los países más poderosos, empezando con Estados Unidos. ¿La razón? La deuda norteamericana que ha alcanzado niveles vergonzosos, como dice en su última edición la revista especializada más prestigiada del mundo: The Economist.
“Las esperanzas habían aumentado durante la semana pasada, cuando el débil crecimiento económico de Estados Unidos llegaba a su fin. Pero estas esperanzas acaban de ser rociados con un balde de agua fría. El mercado laboral mostró un deterioro de junio a mayo de 2011, informó el gobierno de este país. El número de empleos no agrícolas aumentaron 18,000, incluso menos de 25,000 de mayo y se revisó a la baja la estimación inicial”, advierte la revista. Los dos meses juntos marcan una dramática desaceleración de los últimos tres años, agrega.
Apenas ayer, en un charla con la comunidad twittera de Estados Unidos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aceptó que, de no elevar el techo de la deuda se podría “crear una nueva espiral hacia una segunda recesión, o peor”.
“En tres semanas, si no hay un acuerdo político, el gobierno estadounidense caerá en incumplimiento de pago. No, hay que orar. Sin embargo, el país tendrá que dejar de pagar a alguien: tal vez a los jubilados, o a los proveedores del gobierno, o a los soldados. Sería lo suficientemente perjudicial en un momento de fragilidad económica. Y cuanto más tiempo dure el defecto, mayor es el riesgo de provocar una verdadera crisis con los bonos”, advierte The Economist en un editorial que titula así: “Qué vergüenza”.
“Es algo con lo que no deberíamos jugar”, agregó Obama, quien este el jueves se reunió en la Casa Blanca con los líderes republicanos y demócratas del Congreso para buscar un acuerdo sobre el incremento del límite de la deuda y la reducción de los déficits antes de la fecha límite fijada por el Tesoro: el próximo 2 de agosto.
“El Congreso tiene la responsabilidad de hacer que podamos pagar nuestras facturas. Siempre las hemos pagado en el pasado. La noción de que Estados Unidos podría encontrarse en cesación de pagos de su deuda es simplemente irresponsable”, agregó el mandatario.
“Yo espero que la semana próxima o en dos semanas, el Congreso trabaje con la Casa Blanca para alcanzar un acuerdo que resuelva nuestros problemas de deuda y actúe de manera que la confianza en nuestra fiabilidad (financiera) sea preservada”, afirmó.
La deuda bruta de Estados Unidos se sitúa en 14.3 billones de dólares y, en mayo pasado, alcanzó el techo autorizado por el Congreso y el déficit presupuestario alcanzaría 1.6 billones de dólares este año. Los adversarios republicanos de Obama, mayoritarios en la Cámara de Representantes, condicionan su apoyo a un aumento del techo de la deuda a la realización de cortes drásticos en el presupuesto.
El 29 de junio pasado, en una conferencia de prensa, Obama había llamado a demócratas y republicanos a sacrificar “las vacas sagradas” a fin de alcanzar un acuerdo, ante el riesgo de una cesación de pagos de consecuencias “importantes” e “imprevisibles”.
La crisis europea pone más pimienta
La situación económica en EU también ha resentido la situación en la Unión Europea, cuyos miembros han sido golpeados, desde 2009, por crisis sucesivas, incluyendo a Irlanda, Portugal, España y, ahora, Grecia.
Alemania está al frente del rescate económio griego, pero a EU le procupa que la deuda del país helénico se solucione, pues muchos bancos acreedores son estadounidenes.
Obama apoya cooperar plenamente en ese trabajo a través de las instituciones internacionales y financieras como el FMI.
El paquete de rescate de la economía griega asciende a casi 89 millones de dólares y de él depende que las grandes potencias, como Alemania, no entren también en crisis de insolvencia.
México lo resentirá, advierte Cordero
El secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, reconoció el 7 de julio pasado que la delicada situación financiera de los mercados internacionales y los problemas fiscales en Europa y Estados Unidos sí tendrán un impacto en México: “La situación económica de México es una situación de fortaleza, pero no está exento de los riesgos que están sucediendo en el mundo, en particular la turbulenta situación financiera que está ocurriendo en Europa y la desaceleración económica de Estados Unidos..
“México está preparado, estamos pertrechados, bien fortalecidos, desde luego que nos va a afectar. Sí nos va a afectar”, afirmó.
Entrevistado tras la presentación del proyecto “Tu Afore, tu ventanilla”, el funcionario señaló que en este momento la situación es controlable y que el gobierno federal tienen con las herramientas necesarias para reducir su impacto.
Indicó que la economía mexicana seguirá creciendo entre 4 y 5% este año y los empleos seguirán generándose.




