Asesinatos, tortura, secuestros, traficar droga en latas de jalapeños: “El Chapo” no la tiene fácil

2:30 de la madrugada. Es 8 de noviembre de 1992. Sicarios ingresan a una discoteca en Puerto Vallarta, Jalisco. Buscan venganza y la encuentran. Levantan sus armas, apagan la luz y disparan contra integrantes de la organización criminal dirigida por Arellano Félix.