Érica Salinas Castillo

Una petición exige que las “terapias de conversión” sexual sean prohibidas en México

Érica Salinas Castillo

Una petición exige que las “terapias de conversión” sexual sean prohibidas en México

Érica Salinas Castillo

Una petición exige que las “terapias de conversión” sexual sean prohibidas en México

21/11/2021 - 9:03 pm

Las terapias de conversión buscan reprimir la orientación sexual e identidad de género a través de actos crueles y humillantes como electroshocks, exorcismos, internamientos, medicalización forzada de los cuerpos, privación de la libertad, violaciones correctivas, entre otros.

Ciudad de México, 21 de noviembre (SinEmbargo).- Una petición a través de Internet, que busca recolectar cinco mil firmas, pide al Senado de la República que las mal denominadas “terapias de conversión“, las cuales intentan reprimir la diversidad humana, sean erradicadas.

En la plataforma “All Out”, se hizo un llamado a la ciudadanía para que los Esfuerzos para “Corregir” o reprimir la Orientación Sexual, la Identidad y/o expresión de Género (ECOSIG) o generalmente conocidos como terapias de conversión se prohíban en todo el país.

Este tipo de prácticas buscan reprimir la orientación sexual, identidad de género o expresión de una persona. Uno de los aspectos que más grave resulta es que hoy en día esto sigue sucediendo en México violentando los derechos de la comunidad LGBTI+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans, Intersexuales, etcétera).

En 2018, las senadoras Citlalli Hernández, Alejandra Lagunes y Patricia Mercado presentaron una iniciativa para que se prohíban y sancionen estas prácticas. Luego se turnó a  las Comisiones Unidas de Justicia y de Estudios Legislativos de la Cámara de Senadores y consiguió avanzar en marzo de 2020, pero no ha sido votada por el pleno del Senado, y eso es lo que exige la Coalición Mexicana LGBTIQ+ Sonora, que entregará las firmas el próximo 30 de noviembre.

En 2020, Claudia Sheinbaum calificó a las terapias de conversión como actos de la inquisición, por ser prácticas que difieren en los derechos humanos. Foto: Cuartoscuro

“Solicitamos se continúe a la brevedad posible con el proceso legislativo para aprobar la iniciativa con proyecto de decreto que adiciona un artículo 149 quáter al Código Penal Federal y un artículo 465 bis a la Ley General de Salud, cuyo propósito es prevenir y sancionar las prácticas que pretenden reprimir la orientación sexual, identidad y expresión de género de las personas (terapias de conversión)”, dice la iniciativa.

La pieza legislativa es un esfuerzo ciudadano para ciudadanos y estarán presentes las organizaciones para levantar la voz con la presentación del cortometraje Para: Sarah y entregar las firmas a la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, para que sea incluida y pueda ser votada, así como aprobada, por la LXV Legislatura del Senado de la República.

“Es tan importante que se vote esta iniciativa de ley presentada por la senadoras Patricia Mercado, Alejandra Lagunes y Citlalli Hernández, ellas la presentaron en el 2018, ya está dictaminada, quiere decir que las comisiones encargadas ya lo aprobaron, esto ya es una iniciativa, pero falta que se vote en el Pleno del Senado y eso es lo que la Coalición Mexicana LGBTIQ+ Sonora está buscando a través de esa recaudación de firmas que se va a entregar en el Senado el 30 de noviembre”, afirma la activista Érica Salinas Castillo en entrevista con SinEmbargo.

En las terapias de conversión se realizan actos crueles y humillantes, algunos de estos son: electroshocks, exorcismos, internamientos, medicalización forzada de los cuerpos, privación de la libertad, violaciones correctivas, entre otros, los cuales dejan secuelas psicológicas irreparables que incluso pueden llevar al suicidio.

Salinas Castillo relató que ella pasó por una terapia de conversión, sin embargo, no sabía que ese era el término adecuado y posteriormente se dio cuenta que lo que había sufrido era violencia.

Cortometraje Para: Sarah. Foto: Especial

Su historia quedó plasmada en el documental Para: Sarah, mediante el cual se muestra cómo dos mujeres (Ana y Sarah) se conocen en un grupo religioso, y con el transcurso del tiempo se expone que el amor va contra cualquier ley o religión.

“El corto es una denuncia a los ECOSIG, aquí relato mi historia personal. Al investigar, mientras hacía el guion, descubrí que lo que a mí me había sucedido tenía un nombre, que era violencia, pues son torturas a la comunidad LGBT y que había un movimiento que lo estaba llevando al Senado para prohibirlos en todo México”, comenta Salinas Castillo.

La petición, que acumula más de tres mil 500 firmas, asevera que el estado tiene la obligación de garantizar un marco legislativo que contribuya a mejorar las condiciones adversas que vulneran la calidad de vida de la comunidad LGBT, de ahí parte la necesidad de que los ECOSIG sean prohibidos, en defensa de los derechos humanos en el marco de la construcción de un México equitativo.

“La aprobación de esta iniciativa representa subsanar una deuda histórica que nuestro país tiene con nuestras comunidades y es la reparación integral del daño que alguna vez se nos hizo a las víctimas y ahora sobrevivientes de estas dantescas prácticas… Merecemos una vida sin discriminación”, se lee en la petición.

La activista menciona que este tipo de violencia es permitida por el Estado, debido a que en tiempos pasados se consideraba una enfermedad tener una orientación sexual diferente a la heteronormatividad o elegir la identidad de género.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en las terapias de conversión se practica tortura y se provocan consecuencias físicas y psicológicas para las víctimas que las padecen, que en mayormente son jóvenes, aunque actualmente no hay cifras exactas, pero solamente una de cada 10 víctimas se han atrevido a denunciar.

Desde 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) quitó de su Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud a la homosexualidad, y recientemente hizo lo mismo con la transexualidad, para dar paso a reconocerlas como más variantes de la diversidad sexual, ya que no son enfermedades y por lo tanto no hay nada que curar.

“Es violencia permitida por el Estado, en todos los casos se debe a la ignorancia totalmente porque no hay nada que curar. El ser una persona con una orientación distinta a la heteronorma o elegir tu identidad de género no es una enfermedad. Eso ya está tipificado en las organizaciones internacionales, que la homosexualidad ni la transexualidad desde 1990, ya no son consideradas enfermedades”, menciona.

Asimismo, explicó que estos hechos no solamente afectan a la comunidad LGBT, pues el torturar y violentar a una persona provoca un daño tanto en la familia como en la comunidad y el entorno a los que pertenece. Y este tipo de violencia genera daños en el tejido social “aunque en la cuestión política se pueda pensar que no somos un capital político como ellos generalmente lo manejan, pero la realidad es que afecta a toda la población”.

ESTADOS DONDE YA ESTÁ PROHIBIDO

En 2020, Claudia Sheinbaum calificó a las terapias de conversión como actos de la inquisición, por ser prácticas que difieren en los derechos humanos.

“Es de la inquisición querer cambiar la orientación sexual de una persona a través de terapias. No corresponde a las libertades que tiene esta ciudad, nos parece que son medidas que corresponden a una ciudad de derechos”, dijo en aquel entonces.

Ese mismo día la Jefa de Gobierno celebró que con 49 votos a favor, nueve en contra y cinco abstenciones, las reformas al Artículo 206 Bis, se lograron las reformas al Código Penal local para tipificar como delito estas prácticas de conversión en la Ciudad de México debido a la iniciativa presentada en septiembre de 2018 por el Diputado local Temístocles Villanueva Ramos, de Morena.

Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Foto: Cuartoscuro

“Aquellas prácticas consistentes en sesiones psicológicas, psiquiátricas, métodos o tratamientos que tengan por objeto: modificar, obstaculizar, modificar o menoscabar la expresión o identidad de género, así como la orientación sexual de la persona”, define el dictamen a las terapias de conversión.

Además, cualquiera que utilice este método violento de manera física, moral o psicoemocional con tratos crueles y denigrantes contra la dignidad humana se enfrentará a una sanción de dos a cinco años. Asimismo, se hace énfasis de una protección importante adicional hacia las personas menores de edad, pues este delito se perseguirá por denuncia.

En el Estado de México, el 20 de octubre e 2020 se aprobó la iniciativa, pero entró en vigor hasta marzo del presente año; mientras que, en Yucatán el Congreso hizo reformas sobre el Código Penal para sancionar estas terapias.

“Ya se están abriendo espacios para hablar de esto. En CdMx, Estado de México, Baja California Sur, Colima, Zacatecas, Yucatán y Colima ya tienen prohibidas estas mal llamadas terapias de conversión y se trata de eso, de abrir espacios para informar y que la gente sepa y conozca”, asegura la activista.

Érica Salinas destaca que en el momento que se tipifique como delito la gente se informará, ya que no es cuestión de meter a la cárcel a las personas, pues “estadísticas como en Presunto Culpable” arrojan que el 80 por ciento de la gente es inocente.

El asunto no es con base en el Estado de Derecho sino rumbo a una cuestión cultural que exprese que los ECOSIG están mal y posteriormente comenzar a prevenir el delito a través de la educación e información, “por eso requerimos que sea ley”.

México es uno de los países con mayor incidencia en crímenes de odio hacia la comunidad LGBT. Foto: Cuartoscuro

“Para mí fue tan importante poderlo sacar de mi ser a través de este cortometraje para que todos puedan ver y al menos imaginarse el infierno que se vive cuando eres víctima de un ECOSIG”, afirma.

A esto se agrega que en 2005 Érica Salinas creó la organización sin fines de lucro “Sociedad Activa” al mismo tiempo que estaba experimentando el ECOSIG, “es una frustración tan grande no poder ser quien tú eres”. Mientras ella fue evolucionado y sanando, también lo hizo la organización y con el paso del tiempo se convirtió en una promotora de derechos humanos a través del arte y la educación.

Asimismo, considera que además de la educación como base principal para erradicar estos actos de violencia,  se debe aceptar a la diversidad como la naturaleza misma y dejar de cuestionar y ver la heteronorma como la única opción de vida, aceptando y respetando a todas las personas independientemente del género u orientación.

“Invitar a todas, todos y todes a firmar, a unirse, a hacer conciencia de que no hay nada que curar y de que estamos buscando un país donde podamos vivir las personas sin importar lo diversas que podamos ser en todos los sentidos. Invitar y agradecer a todas las personas, aliados y aliadas que son conscientes de la verdadera problemática que esto implica”, finaliza Érica Salinas.

México es uno de los países con mayor incidencia en crímenes de odio hacia la comunidad LGBT.